Elvira Arellano cruza a EU y pide visa humanitaria
Mundo miércoles 19, Mar 2014- La activista mexicana forma parte del movimiento “Bring Them Home”; exige reforma migratoria
La activista Elvira Arellano cruzó a Estados Unidos por la garita de Otay, en la frontera de Tijuana, en demanda de una visa humanitaria para reunirse con el resto de su familia, y como parte de un grupo de 30 solicitantes autodenominados “dreamers”, que buscan asilo en la unión americana. En el pasado ella se mantuvo refugiada durante dos años en una iglesia en Chicago junto con sus hijos.
Este es el cuarto cruce masivo por la garita peatonal de Otay, que al igual que en otras ocasiones, personal de Migración y Aduanas implementaron un operativo de recepción ante quienes se dicen solicitantes de una visa humanitaria del gobierno de Barack Obama.
Arellano formó parte del cuarto y último grupo del movimiento “Bring Them Home”, dentro del cual, cerca de 150 personas llegaron a la garita de Otay Mesa para solicitar asilo político o visas humanitarias para ingresar a Estados Unidos.
La defensora de los derechos humanos se dijo dispuesta a arriesgar su libertad, en un acto desafiante al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, para mandar un mensaje sobre la necesidad urgente de aprobar una reforma migratoria y frenar las deportaciones que separan familias.
“La decisión que yo tomé fue para mandar un mensaje al presidente Obama, de que él tiene que cumplir con la promesa a las familias, que estas familias han tenido esperanza en él como presidente”, dijo.
Los familiares de los llamados ‘dreamers’ precisaron que estos cruzaron al vecino país, y que se encuentran en las oficinas de autoridades de Migración para iniciar el proceso de visa humanitaria.
La Asociación Nacional de Jóvenes Inmigrantes informó que la activista mexicana Elvira Arellano, quien entre 2006 y 2007 se convirtió en símbolo del movimiento, cruzaría este martes por la garita de Otay.
Acompañada de sus dos hijos, la mexicana se entregó a las autoridades federales, para solicitarles un permiso humanitario que le dé la oportunidad de regresar al país del que fue deportada en 2007.
Su caso dio la vuelta al mundo, cuando en 2006 con una orden de deportación en su contra, buscó refugio en una iglesia de Chicago, por el miedo de separarse de su hijo, quien es ciudadano norteamericano.