Estrellas fugaces
Ramón Zurita Sahagún martes 15, Jun 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cuando se anunció que los partidos de izquierda entrarían en alianza con el de la derecha, vientos de esperanza soplaron alrededor de quienes serían candidatos de cada una de esas coaliciones, sobre la eventualidad de un triunfo electoral.
Los primeros sondeos mostraban números alentadores que los cuatro ex priístas (Rafael Moreno Valle, Gabino Cué Monteagudo, Mario López Valdez y José Rosas Aispuro) y la jamás militante de un partido político (Xóchitl Gálvez Ruiz), consideraban el punto de partida hacia una victoria en las urnas.
Rosas Aispuro, Durango, fue el primero de los candidatos aliancistas en ser nominado y arrancó en punta. Luego vinieron Gabino, Moreno Valle, López Valdez y Gálvez Ruiz, aunque el oaxaqueño Cué fue catalogado el símbolo de estas alianzas que algunos consideraron, cuando menos, raras.
La intención de los dirigentes de PAN, PRD, PT y Convergencia era la de crear un frente amplio que solamente se concretó en Oaxaca, en el que si participan los cuatro partidos alrededor de la figura de Gabino Cué. En los restantes estados, el PT rompió la alianza y se fue por la libre.
Durante los tiempos de la negociación para concretar las alianzas, prevaleció el estilo rudo de algunos de los partidos participantes, por lo que asomaron rencillas viejas, descalificaciones, acusaciones, denuncias y el golpeteo a los interesados en alzarse con la nominación.
Finalmente, fueron registrados los personajes por los que se formó la megaalianza, aunque quedaron resentimientos en los otros que buscaban que la candidatura.
El transcurrir de las semanas y el arranque de las breves campañas sirvió como bálsamo para restañar heridas y que las aguas regresaran a su nivel, enmendando el camino que siguen cada uno de los candidatos.
De los cinco candidatos en los que se depositaron las esperanzas de los partidos de izquierda y derecha por arrebatar triunfos al PRI y terminar con los gobiernos caciquiles de este partido -según dijeron-, cuatro se desinflaron, unos súbitamente y otros paulatinamente, quedando solamente uno como estandarte de la alianza.
En Sinaloa, Mario López Valdez, surgió como una gran esperanza de los opositores al PRI y el popular Malova pronto estuvo en la cresta de la ola, aunque conforma avanzaron los tiempos electorales, su figura se fue desdibujando y a la fecha, la mayor parte de las casas encuestadoras, se ubica por debajo de las expectativas de triunfo de su adversario priista, Eviel Pérez Magaña, quien va respaldado por el Partido Verde.
La candidatura de Xóchitl Gálvez Ruiz en Hidalgo se produjo en medio de grandes jaloneos, lo que desgastó su mediática figura, la que encuentra mejores escenarios en la capital del país que en la entidad en que fue postulada. Se advierte el derrumbe de la candidata de PAN-PRD-Convergencia, con todo y su estilo frontal de hacer política y sus constantes bravatas de que avanza considerablemente en las preferencias ciudadanas.
En Puebla, Rafael Moreno Valle sí logró el respaldo a su candidatura de cuatro partidos -aunque fue excluido el PT-, ya que PAN-PRD-Convergencia y el agregado de Nueva Alianza conformaron la coalición. Las mediciones que realizan las casas encuestadoras es sumamente confusa. Unas lo ubican en un empate técnico con el candidato del PRI, dentro del margen de error que aplican en sus sondeos y otras lo sitúan muy rezagado (casi diez puntos) de Javier López Zavala candidato del PRI-Verde.
José Rosas Aispuro inició en Durango con amplias posibilidades de derrotar al candidato de PRI-Verde-Nueva Alianza, Jorge Herrera Caldera, aunque la salida del PT de la alianza formada por PAN-PRD-Convergencia, provocó una espectacular caída en las preferencias electorales, ya que el PT en esa entidad representa una buena recolección de votos superior, incluso en algunas ocasiones, al PAN y muy por encima del PRD y Convergencia.
Sin embargo, en Oaxaca, los aliancistas muestran el porqué de la necesidad de ir coaligados, ya que la candidatura de Gabino Cué parece haber prendido en el ánimo ciudadano y mantiene vivas las esperanzas de alcanzar una victoria en las urnas.
Los siempre fríos números ubican la candidatura de Gabino como la principal de las alianzas entre derecha e izquierda y la que más posibilidades de triunfo les ofrece.
Y es que de los doce gobiernos estatales en disputa el cuatro de julio próximo, solamente en algunos de los que fueron en alianza derecha e izquierdas se mantiene viva la esperanza de cosechar algún triunfo electoral en los restantes, Aguascalientes, Tamaulipas, Quintana Roo, Veracruz, Chihuahua, Zacatecas y hasta Tlaxcala, las posibilidades de salir airosos de las urnas un partido diferente al PRI son escasas.
*Desde estas líneas expresamos nuestras condolencias a las familias de las personas fallecidas en el accidente de una aeronave que se usaba en la campaña del candidato priísta al gobierno de Quintana Roo, Roberto Borge Angulo y las hacemos extensivas a éste.
En el percance murieron el piloto de la nave, el jefe de seguridad del candidato y otras personas del equipo de abanderado del PRI-Verde-Nueva Alianza.
*En pleito de vecindad se convirtió la disputa por saber quiénes de la izquierda son los aliados del gobierno y del PRI. López Obrador considera que el trabajo sucio lo hacen los que propusieron las alianzas entre el PRD y la derecha y el grupo de “Los Chuchos” que domina la estructura interna del PRD establece que es el propio López obrador el que trabaja a favor del PRI, al anticipar las derrotas de los candidatos de la alianza PRD-Convergencia- PAN.
La disputa entre “Chuchos” y López Obrador es añeja y tiene como fondo el control del partido que una vez pasados los comicios del cuatro de julio entrará nuevamente en la puja por el control del mismo.