La ineptitud del gobernador
¬ Augusto Corro lunes 10, Mar 2014Punto por punto
Augusto Corro
El asunto de gobernar no se le da al perredista Graco Ramírez, quien desde su arribo al poder morelense se incrementó la espiral de violencia.
Incapaz de brindar seguridad se multiplican las marchas para exigirle al flamante mandatario que ponga fin a los acciones delincuenciales.
El fin de semana, alrededor de 4 mil médicos y enfermeras marcharon en Cuernavaca, para exigirle a Graco seguridad para ejercer su profesión y justicia por el asesinato de la enfermera María del Rocío Rendón Millán.
Como se informó, María del Rocío fue secuestrada el 28 de febrero y encontrada muerta en la cajuela de su automóvil el 3 de marzo.
El dirigente sindical, Gil Magadán Salazar, dijo que el plagio y asesinato de la enfermera fue la gota que derramó el vaso, pues desde hace meses trabajadores del sector salud “sufren asaltos, extorsiones, secuestros y asesinatos”. “Ya basta, queremos seguridad para hacer nuestro trabajo y para todos los ciudadanos”, planteó Gil, quien también señaló que en los meses recientes “ha habido médicos golpeados y asaltados dentro de los hospitales, clínicas o centros de salud”.
Inclusive, dijo, que la delincuencia organizada se ha llevado a médicos de la clínica Galeana, que está a dos cuadras de palacio de gobierno.
Las manifestaciones contra la inseguridad se han realizado en diferentes ciudades del estado, como en Yautepec, donde la población está cansada de la actividad incontrolable de la delincuencia. “No más secuestros, no más levantones, renuncia Graco”, fueron los gritos de los médicos y enfermeras que participaron en la marcha.
Una vez más se ha evidenciado la ineptitud del gobernador Graco para brindarle seguridad a los morelenses. Ahora a Cuernavaca, en lugar de designarla como “La Ciudad de la Eterna Primavera”, le dicen “La Ciudad de la Eterna Balacera”.
“EL CHAPO” Y LA FUGA
En enero del 2001, recién estrenado Vicente Fox como presidente de México, se registró la fuga de Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” del penal de máxima seguridad Puente Grande, ahora conocido como “Puerta Grande”. El delincuente salió en un carrito de lavandería. Trece años después fue recapturado. La fuga del capo estuvo sembrada de dudas y siempre se habló de la complicidad de funcionarios públicos en la fuga. ¿Quiénes fueron esos personajes que ayudaron a “El Chapo” en aquella ocasión? Para el Colegio Nacional de Abogados Penalistas tres panistas participaron en la huida.
El jueves pasado, dicho colegio presentó una denuncia penal en la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de los panistas Miguel Angel Yúnez, Jorge Tello Peón y Enrique Pérez Rodríguez, a quienes responsabiliza de la fuga de “El Chapo”.
El penalista Jorge Reyes Peralta, presidente de la asociación mencionada indicó que entre las pruebas que deberá desahogar la PGR destacan diversas documentales y testimoniales que implica a esos ex funcionarios públicos. Finalmente, precisó que el Ministerio Público Federal deberá ejercitar acción penal en contra de los imputados por evasión de reos, delincuencia organizada y cohecho, delitos que no prescriben.
INQUIETUD
En el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se empiezan a agitar las aguas con miras a la renovación de la dirigencia.
Para empezar, Jesús Zambrano tendrá que dejar a un presidente interino mientras se llevan a cabo las elecciones internas. Dentro de los planes de la tribu de “Los Chuchos” el ex senador Carlos Navarrete será el sucesor de Zambrano. La idea de un candidato de unidad, representado por Cuauhtémoc Cárdenas poco a poco desaparece.
Uno de los aspirantes a la dirigencia del partido es Carlos Sotelo García, quien urgió al michoacano a decidirse en la reelección. Desde luego, el sí de Cuauhtémoc ayudaría a aclarar un poco el panorama enrarecido que se vive en el interior del PRD.
Pero el “líder moral” demanda la unanimidad para su candidatura. Es decir, que no haya otro aspirante. Este planteamiento no podrá llevarse a cabo, porque “Los Chuchos” ya tienen al sucesor de Zambrano en la persona de Carlos Navarrete.