“La familia ampliada”
¬ Juan Manuel Magaña jueves 6, Mar 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
En estos días la sociedad cruza apuestas acerca de si en lo de Oceanografía se va a llegar de veras hasta Vicente Fox y lo que él llama su “familia ampliada”. Y gana el no.
Los diputados que investigaron entre abril de 2005 y enero de 2006 las ilícitas ligas de esa familia con Pemex concluyeron que existían elementos que podrían ser constitutivos de faltas administrativas y probables delitos, y que toda la información recabada formaba un todo, que describía un escenario preocupante: tráfico de influencias, manejo de información privilegiada, dudoso origen de recursos económicos y operaciones de simulación jurídica para, a través de la condición privilegiada por la relación familiar, burlar la ley para obtener lucros indebidos.
Es decir, todo un comportamiento delictivo desde la presidencia del país. La pesquisa abarcó 10 secretarías de Estado y dependencias de éstas, entre ellas la banca de desarrollo, el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, el Educal, Petróleos Mexicanos, Luz y Fuerza del Centro, Aeropuertos y Servicios Auxiliares, hospitales del sector salud, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, Notimex y la propia oficina de la Presidencia.
En aquel tiempo, mientras los diputados recibían incluso presiones directas del entonces presidente Vicente Fox, funcionarios de Pemex recibían llamadas de la señora Marta Sahagún para pedirles contratos para Oceanografía, propiedad de Amado Yáñez. Los legisladores se quejaron de que en su investigación tuvieron que afrontar incumplimiento, lenidad y hasta mala fe de instituciones de gobierno.
Y pues claro, estaban dentro del sexenio de una “pareja presidencial” en la que a menudo era ella la que llevaba los pantalones puestos.
Pero el sexenio de Felipe Calderón fue exasperante en este asunto. Ahora vemos reportes en los medios en el sentido de que, en la primera mitad, la Secretaría de Hacienda se negó a seguir la ruta del dinero manejado por los hermanos Manuel y Jorge Alberto Bribiesca, como pidió la comisión especial de diputados.
Los propios diputados entregaron el informe a la Presidencia de la República, mismo que denunciaba además que funcionarios de todas las dependencias de la administración foxista habían ocultado información sobre los negocios de los hijos de Marta, razón por la que la única instancia para determinar y confirmar el tráfico de influencias era la Hacienda. Pero ésta no hizo sino archivar la solicitud.
Por eso la que fuera diputada perredista, Martha Lucía Micher, que presidió la comisión en esa época, ha dicho que en los sexenios de Fox y Calderón hubo complicidades de servidores públicos en instituciones que fueron desviadas a satisfacer las aspiraciones de acumulación de riqueza y al encubrimiento de los Bribiesca Sahagún.
Y es que las huellas de “la familia ampliada” están en demasiadas partes, no sólo en Pemex. Los diputados describieron todas las áreas en las que los hijos de Marta Sahagún se beneficiaron de contratos e incluso de bienes incautados en las aduanas. Hasta se favoreció al ex marido de Marta, el doctor Manuel Bribiesca y su hospital San José, en Celaya, al que Petróleos Mexicanos le otorgó contratos como proveedor.
Y ahí está la compra a valor intencionalmente reducido de cartera vencida del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) por parte de Construcciones Prácticas, en la que los hermanos Bribiesca utilizaron a terceras personas como prestanombres. Por eso va ganando el no en la apuesta de si en lo de Oceanografía se llegará hasta “la familia ampliada”.
El mayor indicio está en que es hora que en esta primera investigación judicial no aparecen por ningún lado los nombres de los hermanos Bribiesca Sahagún.
El problema es que este proceso termine teniendo un efecto purificador de los pecados en familia.