El de ayer no fue un aniversario más: Beltrones
Roberto Vizcaíno miércoles 5, Mar 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Ser oposición nos obligó a espabilarnos, a desplegar un talento generador de cambios: Camacho
- Los priístas dejaron atrás el infierno y cuentan con un partido fuerte, posicionado y ganador
- Cordero se fue de licencia, pero dejó abierta la posibilidad del regreso al Senado
La diferencia no fue que el presidente Enrique Peña Nieto haya encabezado anoche el festejo por los 85 años de vida del PRI, que ahí –en el Plutarco Elías Calles de la sede nacional del tricolor– hayan estado casi todos los gobernadores y dirigentes sobresalientes de este partido, sino que sus liderazgos y militancia saben que hoy que tienen un partido fuerte y ganador para muchos, muchos años más.
Todos saben hoy que ya cruzaron y dejaron atrás el infierno, y que día a día superan con triunfos y expansión de posiciones en el poder, una descalificación popular que va cediendo paulatinamente.
Y es que luego de la derrota presidencial del 2000, y de entrar a la peor de las etapas de presión y descalificación social, y a un embate sin precedente dirigido desde la misma Presidencia de la República, primero por Fox y luego por Calderón, acometida que derivó en el Pemexgate y una multa por mil millones de pesos –la más alta nunca impuesta a institución o partido alguno–, el Revolucionario Institucional se recompuso y recuperó gran parte de lo perdido.
Hoy el PRI, el partido sin duda más antiguo en el poder del mundo, sabe que es vivir en la oposición y en la Presidencia lo cual “nos obligó a mostrar el talento para generar cambios no sólo declarativos o formales, sino sustantivos”, afirma César Camacho.
Agrega: “El PRI es hoy un partido sólido, competitivo, moderno y, sobre todo, democrático…”
“Este no fue un aniversario más. Estamos inmersos en la segunda alternancia en México, la que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto y que está dando resultados, sobre todo porque las reformas necesarias –postergadas por muchos años–, las ha estado concretando integralmente él con visión de estadista… Ahora resta, en los próximos años, hacerlas efectivas para que esto se refleje en más crecimiento económico y empleo.
“Este es el PRI que hoy está apareciendo en esta nueva oportunidad de gobernar y hacerlo bien”, dice a su vez el diputado Manlio Fabio Beltrones.
Para el presidente del CEN del tricolor, el momento advierte que lo mejor está por llegar para su partido.
“A 85 años de su fundación, este es un partido que se ha consolidado como la primera fuerza política del país, que ha sabido adecuarse a través del tiempo a las necesidades, demandas y expectativas de la sociedad mexicana”, dice.
Y es que hoy, en pleno 2014, con la Presidencia de la República en sus manos, Camacho dice que el PRI es la fuerza social más unida y constructiva de México, “lo que es evidente con sus más de cinco millones de militantes afiliados”.
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“Ser oposición nos obligó a espabilarnos, a entender que siendo un partido que surgió desde el poder, debe tener el talento suficiente para generar cambios no sólo declarativos o formales, sino sustantivos. Eso fue lo que nos permitió recuperar la Presidencia en 2012 con Enrique Peña Nieto, sin fracturas y en unidad, y ser hoy la primera fuerza en ambas Cámaras, tener la inmensa mayoría de los estados y de las legislaturas locales”, explica.
Hoy este es un partido en movimiento, que está resuelto no sólo a ganar las votaciones, sino a triunfar en los debates, a ganar las discusiones de cara a una sociedad cada vez más informada, más exigente, a la que vamos a convencer con argumentos, precisa Camacho.
Así, el PRI, que fue creado por Plutarco Elías Calles en 1929 como Partido Nacional Revolucionario, PNR; que se refundó en 1938 con Lázaro Cárdenas como Partido de la Revolución Mexicana, PRM, y que en 1946 con Manuel Ávila Camacho cambió a Partido Revolucionario Institucional vive hoy una nueva etapa de evolución política.
Entre otros cambios, durante la XXI Asamblea Nacional realizada hace un año, este partido impulsó la igualdad de candidaturas entre mujeres y hombres así como facilitar la participación política de los jóvenes y se abrió a las candidaturas independientes.
En síntesis, la numeralia da la medida de este partido: el PRI gobierna hoy en 20 de las 32 entidades de la República; tiene 54 de los 128 senadores: 213 de los 500 diputados federales; en 10 congresos locales es mayoría absoluta; solo o en coalición, gobierna en el 51 por ciento de los 2 mil 43 municipios que se rigen por el sistema de partidos políticos; y el primero de julio de 2012 su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, ganó con 19 millones 151 mil 414 votos, cifra nunca alcanzada por ningún abanderado en comicios para elegir Presidente de la República.
LA LICENCIA DE CORDERO
Los coordinadores parlamentarios Emilio Gamboa, del PRI; Miguel Barbosa del PRD y Jorge Luis Preciado del PAN dieron ayer una emotiva despedida a Ernesto Cordero quien obtuvo su licencia como senador para ir a competirle a Gustavo Madero la presidencia nacional del PAN.
La de Emilio Gamboa fue una intervención en la que calificó las aspiraciones de Cordero como “un sueño” y en la que recordó que el panista fue prácticamente un constante desencuentro en sus negociaciones.
Barbosa en cambio le llamo “mi hermano, mi amigo” y Jorge Luis Preciado –quien lo sustituyó en la coordinación de la bancada senatoria blanquiazul y quien ha expresado pública y reiteradamente que él votará por Madero–, le deseó suerte en sus aspiraciones.
En su intervención, Cordero dejó en claro que a pesar de lo que afirma en público, sabe en privado que puede perder y que, derrotado por Madero, tendría que regresar al Senado donde tiene garantizado su espacio hasta agosto de 2018.
¿Qué por qué digo esto?, pues porque Cordero no dejó su escaño tirando golpes, sino halagos. Dijo:
“Reconozco a los coordinadores parlamentarios, al senador Emilio Gamboa, al senador Jorge Luis Preciado, al senador Luis Miguel Barbosa, al senador Jorge Emilio González, al senador Manuel Barttlet y a las senadoras Mónica Arriola y Layda Sansores; su liderazgo y su disposición a debatir de manera franca y honesta, y su responsabilidad en el ejercicio de su función ha sido fundamental para el éxito de esta legislatura.
“Quiero reconocer el trabajo de nuestra Mesa Directiva, en particular a nuestro Presidente, el senador Raúl Cervantes, quien, con docto liderazgo, ha consolidado a este Senado.
“Quiero agradecer, en lo personal, la amistad, el cariño y el consejo de los senadores Emilio Gamboa y Luis Miguel Barbosa; compartir con ustedes negociaciones, encuentros y desencuentros. Defender junto con ustedes la dignidad de este Senado ha sido un honor que nunca olvidaré.
“Gracias a quienes laboran en el Senado de la República, agradezco al doctor Arturo Garita, secretario general de Servicios Parlamentarios, y a todo su equipo; al licenciado Rodolfo Noble, secretario general de Servicios Administrativos, y a quienes colaboran a su cargo.
“Agradezco a todo el personal del Canal del Congreso, al equipo de seguridad, de servicios médicos y a todos los que hacen posible nuestro trabajo legislativo. Con especial respeto agradezco a nuestros compañeros y compañeras de intendencia su dedicación y esfuerzo.
“Desde el inicio de esta Legislatura hasta el día de hoy hemos vivido sesiones de arduo trabajo e intensos debates, siempre con altura de miras y en la búsqueda de lo mejor para nuestro país.
“Reformas como la laboral, la educativa, la reforma en telecomunicaciones, la reforma energética, la de contabilidad gubernamental son sólo muestra del nivel de acuerdos y diálogos que se viven en este recinto.
“Mi estancia en el Senado estuvo marcada por la discusión de reformas trascendentales en las que siempre buscamos desde distintas visiones defender el patrimonio y bienestar de los mexicanos.
“Han sido 18 meses muy intensos, de importantes reformas para México. Me voy con la satisfacción del deber cumplido, pero consciente de que aún falta mucho por hacer.
“Hoy en día, este Senado es un referente democrático y plural donde todas las voces se escuchan, se respetan, y con ese ánimo se han aprobado y mejorado iniciativas históricas que hemos votado a favor.
“He tomado la determinación de participar en el proceso interno para la elección a la dirigencia nacional de mi partido. Quiero, en compañía de los militantes del Partido Acción Nacional, darle un rostro nuevo a nuestra institución política. Ser ejemplo de rectitud, congruencia, honestidad y eficacia en el servicio público.
“La dirigencia nacional de mi partido habrá de ser el espacio para seguir contribuyendo a la construcción de una democracia sólida que haga de México una patria justa y ordenada para todos”, concluyó.
Su discurso no fue el de un ganador. No hubo ninguna demostración de fuerza, de convicción de triunfo, nada de que ‘me voy para ganar, de que voy a derrotar a Madero y a enderezar al PAN’, nada de eso.
Fue más bien una serie de señalamientos tersos, halagadores que dejan sembrado el camino del regreso. Es decir, la aceptación tácita de que lo más posible es que deba aceptar una derrota frente a Madero.