Juego de poder panista
¬ Claudia Rodríguez martes 4, Mar 2014Acta Pública
Claudia Rodríguez
En el Partido Acción Nacional (PAN), la contienda por la dirigencia nacional de ese instituto político, va más allá de detentar el rumbo del propio partido. Unos quieren mantenerse en la cercanía del Poder Ejecutivo y otros no renuncian a probar la mismísima silla de esa especie de ambición.
Gustavo Madero solicitó licencia a su encargo de dirigente al Comité Ejecutivo del PAN para reelegirse y en este sexenio su cercanía con el gobierno de Enrique Peña Nieto, pone en duda su verdadero trabajo con sus correligionarios.
Ernesto Cordero, quien intentó ser el candidato presidencial panista para la elección federal pasada, también busca con mucho ahínco y rijosidad la silla que en licencia dejó Madero.
Las fórmulas del enfrentamiento de los azules por su dirigencia nacional, ya están listas: Por un lado Gustavo Madero y el diputado Ricardo Anaya, y por el otro, Ernesto Cordero y el ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva.
Ambas fórmulas llevan detrás mucho respaldo político, pero más intereses en juego.
Lo que a la luz pública los contrincantes se hayan dicho y se dirán, no debe ser motivo de confusión sobre todo en quienes habrán de elegir la fórmula de su dirigencia. El asunto es de poder.
El tema de la compañía Oceanografía y sus fraudulentas negociaciones con Petróleos Mexicanos (Pemex), al amparo de los dos gobiernos federales panistas —conocidos por muchos como la “docena trágica”—, es un muy buen ejemplo del porqué los de Acción Nacional, de uno u otro bando, quieren la cercanía del poder o lo absoluto del mismo.
Si Vicente Fox, no supo nada de los grandes negocios que en su representación hizo su esposa “Martita” e hijos de ésta, qué pena para nosotros todos los mexicanos; si sí lo supo, que desfalco tan grande igual hacia nosotros.
Felipe Calderón tampoco tiene forma de defensa en cuanto a negocios al amparo del poder y el “derecho de picaporte”. ¡Cuántos medios de comunicación y periodistas fueron callados para no tocar ni con “el pétalo de una rosa”, cuando se relacionaba con negocios al amparo del poder a su hombre más cercano y de confianza, el ya fallecido Juan Camilo Mouriño.
Los panistas quieren el poder de la cercanía al Ejecutivo o de esa misma silla. Advertir sobre ideologías y salvar a un partido político son puras patrañas. Es un asunto de pura ambición en un país en donde la delincuencia opera en todas partes.
Acta Divina…El 18 de mayo, la elección de la presidencia panista.
Para advertir…Y en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) andan en las mismas.