Sin sorpresas: Cordero y Oliva vs Madero por PAN
Roberto Vizcaíno lunes 3, Mar 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Mermados por la renuncia de Vázquez Mota, Ernesto y Juan Manuel van contra Madero
- Mañana martes Peña Nieto podría asistir a la celebración del 85 aniversario del PRI
- Barbosa pide a Navarrete deje el paso libre a Cuauhtémoc Cárdenas, y él le responde que se vaya a bañar
Nada nuevo hubo ayer en las conferencias en que Gustavo Madero y la dupla Ernesto Cordero-Juan Manuel Oliva anunciaron que irán por la dirigencia del PAN.
Uno y otros en salones de hoteles distintos, con apenas un par de horas de diferencia, esgrimieron los mismos argumentos para meterse en la pelea por el control de Acción Nacional: por la unidad de su partido, por la esperanza de sus militantes, por una cultura democrática, por fortalecer la democracia, por generar políticas públicas en beneficio de los mexicanos, por la honestidad y por los valores humanitarios.
Ninguno de ellos mencionó que el partido por el que ahora van, recibió el año pasado un subsidio por parte del IFE de 832 millones de pesos; que cuenta con 6 gobernadores, 38 senadores, 114 diputados federales y centenares de alcaldes y diputados locales y de regidores.
Por supuesto que tampoco hicieron referencia a que ese número de cargos representa una importante rebanada del pastel del Gran Poder en México y que de alguna forma mantiene a Acción Nacional como el partido con mayores posibilidades de regresar a la Presidencia de la República luego del PRI y muy por encima del PRD.
En sus respectivas presentaciones ante reporteros, camarógrafos y fotógrafos –eventos muy lejanos de cumplir con el nivel de conferencia de prensa (en el de Cordero y Oliva apenas se permitieron 4 preguntas de las cuales al menos dos dieron la impresión de haber sido convenidas bajo la mesa)–, Madero y la pareja Cordero-Oliva no incluyeron en su agenda el tema de que del control de este partido depende el lanzamiento de candidatos a todos los cargos de elección –tanto federales como estatales y municipales–, a lo largo y ancho del país y eso representa uno de los mayores atractivos de obtener la presidencia de ese instituto político.
Repartir cargos para cuates, compadres y socios (o cómplices) ha sido algo muy común dentro de la política en México.
SIN EQUIDAD
Por lo que se pudo apreciar ayer, la pelea por la dirigencia nacional del PAN excluyó en esta ocasión a las mujeres.
En las boletas para la elección del domingo 18 de mayo al parecer aparecerán sólo los nombres de Gustavo Madero y Ricardo Anaya y los de Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva.
Esto ocurre en un tiempo y en un país donde la equidad de género es ya casi una norma en todas las actividades, procesos e instituciones.
Igualmente, de acuerdo a los adelantos en la integración de los equipos de las dos fórmulas panistas, no está previsto incluir a mujeres panistas.
Cordero adelantó que en su equipo quienes ya tienen un lugar asegurado son el diputado federal y ex jefe de prensa del presidente Felipe Calderón, Maximiliano Cortázar quien será el coordinador del esfuerzo, y Fernando Manzanilla quien será el coordinador estratégico.
A partir de ahí, agregó el ex secretario de Hacienda calderonista, “empezaremos a discutir como un solo equipo los espacios y quienes serán los equipos responsables de cada una de las cosas que se tienen que hacer en la campaña”, que en buen español significa que él y Oliva se van a repartir los cargos de la campaña para los suyos.
MINI-ELECCIÓN
En los hechos, el proceso en el que el domingo 18 de mayo de este 2014 –a 75 años de su fundación– se elegirá al presidente del PAN por la vía del voto directo de sus militantes advierte que será una mini-elección.
Y es que hablar de un proceso electoral nacional y democrático en un país que tiene un registro electoral superior a los 80 millones de electores y donde en los más recientes comicios federales acudieron a las urnas casi 50 millones de mexicanos, lleva a pensar que acudirán varios millones de mexicanos.
Pero no, en este proceso panista que los tiene tan orgullosos apenas podrían participar poco más de 220 mil militantes.
Una cantidad que fácilmente es superada por un asambleísta en el DF o un alcalde en un municipio de tercer nivel.
El número de posibles participantes deja el proceso en una “chiqui-elección”.
Obviamente ninguno de los dos equipos se llevará todos los votos. Así que quien resulte el ganador obtendrá todavía un apoyo menor a esa cifra.
¿Con el porcentaje que obtenga el ganador podría considerársele legítimo?
Evidentemente que nada de esto les preocupa hoy a Gustavo Madero y a sus contendientes Cordero-Oliva. Para ellos lo importante es ganar y para lograrlo en los siguientes dos meses van a traer mareados con encuentros, cartas y toda clase de mensajes a los 220 mil militantes panistas registrados en todo el país.
85 AÑOS DEL PRI
En la acera política de enfrente, el PRI cumplirá mañana martes 4 de marzo 85 años de haber sido creado por ese genio que fue Plutarco Elías Calles.
Todo al parecer está previsto para hacer la gran fiesta en Querétaro… pero a lo mejor eso podría esperar, porque dicen que el presidente Enrique Peña Nieto, miembro efectivo y legal del Consejo Político Nacional, quiere encabezar el acto, pero en el DF y en el mismísimo auditorio de la sede nacional del tricolor.
El DF garantiza la asistencia de todos los medios nacionales y algunos internacionales y Querétaro sin Peña pues…
Y es que 85 años no son pocos años ni tampoco una cifra cualquiera. La fecha se hace más atractiva porque este año no hay elecciones importantes y la oposición no podría cuestionar o denunciar al mandatario por asistir a un acto de su partido.
En esta ocasión Peña Nieto no influiría en ningún proceso electoral en curso (a menos que sea en los comicios panistas antes señalados) ni compite en lo personal por nada. Él ya es Presidente de la República y por el momento hay la seguridad de que no aspira a ningún otro cargo.
Así que…
¿OOOTRO PLEITO EN EL PRD?
Resulta que durante el fin de la semana anterior, al coordinador de los senadores del PRD, al poblano Miguel Barbosa se le inflamaron las amígdalas y pidió a militantes y dirigentes perredistas, pero especialmente a los aspirantes a la dirigencia nacional de su partido, unirse en favor de la candidatura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
Ahí como que no quiso la cosa se refirió a Carlos Navarrete a quien le planteó que se debe hacer a un lado para que la llegada de Cárdenas sea una realidad en caso de que el IFE apruebe los nuevos estatutos del PRD que permitirían la reelección de dirigentes nacionales en el PRD.
La petición provocó extrañeza porque Barbosa y Navarrete al parecer pertenecen a la misma tribu perredista –la de “Los Chuchos” o denominada Nueva Izquierda–, y porque el lanzamiento del guanajuatense es la garantía de que este grupo mantenga el control del partido del sol azteca.
Evidentemente enchilado, Navarrete respondió ayer mismo a Barbosa a quien le recordó que él es fundador de este partido y que en ese tiempo ha luchado dentro de sus filas por la democracia y por la justicia social.
Y que hoy, en esta elección interna, están convocados más de 3 millones de perredistas para elegir a su dirigente nacional.
“Estoy a punto de concluir un recorrido por todas las entidades del país para encontrarme con afiliados y dirigentes, en mi aspiración de presidir al partido y lograr su respaldo. En todas las entidades he encontrado simpatía y apoyo…
“… estoy construyendo mi aspiración desde abajo, territorialmente, en contacto con miles de afiliados y dirigentes, en consulta con varias expresiones nacionales, y también con liderazgos de gobierno y legislativos, en la búsqueda de una mayoría que, democráticamente, como lo hemos hecho en todas las elecciones, me elija presidente nacional del PRD.
“Inicié este esfuerzo en noviembre del año pasado, después de la realización del Congreso Nacional en Oaxtepec; cuando el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas anunció que no participaría en un proceso de elección interna.
“Por ello, considero que nadie tiene derecho a pedirme que decline esta intención, ni generar una presión mediática para anular el proceso electivo. Si hay otros aspirantes al cargo de presidente nacional del PRD, es el momento de que expresen públicamente su intención de competir en el proceso y les daré el mismo trato respetuoso y considerado.
“Espero que el proceso continúe, y agradezco a los senadores de la República que ya trabajan intensamente para seguir sumando respaldos a mi intención de dirigir al Partido de la Revolución Democrática”, concluyó.
En pocas palabras: no te metas con mi candidatura ¡imbe…!