Calderón enfría al Tucom panista
Roberto Vizcaíno miércoles 19, Feb 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- La presencia del ex presidente FCH ha catalizado a sus contrarios a favor de Madero
- Esta intervención podría impactar una posible candidatura de Margarita Zavala a una diputación
- Jorge Luis Preciado no tuvo éxito en impulsar un pacto entre PAN, PRD y PRI en el Senado
Más tardaron los tres aspirantes blanquiazules en medio ponerse de acuerdo dentro de un Tucom panista para ir en bola contra Gustavo Madero, que Felipe Calderón en enfriar al grupo.
La cuestión es que la inesperada presencia del ex presidente en el contexto de la elección interna del PAN y su encuentro público con Ernesto Cordero en un acto en el que pareció tirar línea a su ex secretario de Hacienda, para que Josefina Vázquez Mota se quedara quieta y tomara distancia del Tucom panista.
El Tucom blanquiazul –por aquello de Todos Unidos contra Madero–, surgió en forma natural luego de que Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Juan Manuel Oliva acordaran unirse y caminar hacia una candidatura común entre ellos para competirle la presidencia de Acción Nacional a Gustavo Madero y evitar la dispersión del voto militante.
Hoy ese intento de ir a una candidatura de unidad está en el cajón de la basura porque Vázquez Mota no puede olvidar ni dejar de lado el hecho de que Felipe Calderón la dejó hundirse sola en la campaña presidencial de 2012 en la que al final quedó en tercer lugar.
Otros panistas tampoco olvidan que Calderón ha sido un elemento de conflicto interno, por lo que consideran que su presencia en este momento en México abona en contra de la búsqueda de su esposa, Margarita Zavala, de una candidatura a una diputación federal del PAN en la contienda del 2015.
La abierta intervención de Calderón en el proceso interno, ha motivado además a otros panistas –algunos ex colaboradores y ex amigos suyos– a salir a apoyar a Madero.
Uno de ellos, antes muy cercano a él, michoacano como Felipe, quien se decía el hermano menor de Calderón, el ex secretario de la Función Pública y ex presidente del PAN, Germán Martínez, presentó un texto en un diario en el que defiende la reelección de Madero.
“Para reelegirse como presidente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz deberá sortear, con ese tesón cívico de sus antepasados, las asechanzas de adversarios internos y externos. No será fácil”, dice Martínez.
Y luego de varias recomendaciones al actual dirigente nacional del PAN, les dice a quienes lo atacan –evidentemente a Calderón y a Cordero–, que:
“Gustavo Madero no está parado sobre un montón de estiércol como intentan caricaturizarlo sus malquerientes… creerse depositario(s) único(s) de la verdad y proponer “hundir” a Madero (en obvia referencia a lo dicho por Cordero), revive una cara nefasta del PAN, la cara fascista.
“No se pueden regatear los buenos resultados del desempeño del comité maderista. Por ejemplo, depurar el padrón, construir una mayoría para reformar las reglas y revitalizar el federalismo interno (falta ver costo y conflicto interno de la elección en manos de los militantes). Un año después del tercer sitio en la derrota presidencial (posición que se originó en mucho en la actuación de Calderón), el PAN se recolocó en el segundo lugar de las preferencias electorales.
“La participación del chihuahuense en el Pacto por México es un éxito abrumador. Se cosecharon para el país verdaderos frutos panistas. En medio de la incomprensión y la rencilla interna, el terco Gustavo Madero y su diálogo eficaz con Peña, logra transformaciones para el bien común nacional: mayor competencia en las televisoras, sembró democracia y transparencia sindicales, impulsó una educación pública donde se reconozca el mérito de los maestros, etcétera. Pero hay dos proezas históricas aunque se reprochen de graduales: Madero hizo realidad el sueño de Adolfo Christlieb, al recuperar para los ciudadanos la reelección legislativa y, por otro lado, acabó con el monopolio de Petróleos Mexicanos. El PAN empujó la agenda de modernización del país, como no lo habíamos visto desde los grandes y buenos acuerdos de Luis H. Álvarez y Carlos Salinas.
“Además, muchas de esas transformaciones detonarán dinámicas de libertad y competencia (¿alguien lo duda después de la controversia constitucional interpuesta por el Presidente en materia de telecomunicaciones?). Algunas de esas reformas suscritas en el Pacto por México carcomen los soportes del viejo nacionalismo revolucionario, causa del atraso del país y ocasión de tantas ventajas electorales para el PRI. ¿Madero entreguista? No. Madero debe volver a ganar. El intento penoso de amontonamiento de candidatos al grito de “cualquiera, no Madero”, me recordó a Gerardo Medina al defender a Carlos Castillo de otro montón similar; sus rivales exhiben mohína y ausencia de ideas, y se prestan a la fácil réplica: ¡Madero, no cualquiera!”, concluye Martínez.
Una defensa de Madero de un personaje antes muy, pero muy cercano a Calderón.
Junto a esta defensa, en días pasados surgió un grupo que defiende al chihuahuense y pide a sus contrarios suscribir un pacto de civilidad que termine con la guerra de lodo en contra del chihuahuense y que ha dañado gravemente a Acción Nacional.
Frente a estos pronunciamientos, el corderista Javier Lozano respondió:
“Miren, bueno, obviamente cualquier llamado a la civilidad es bienvenido; sobre todo si viene de otros militantes de nuestro partido que también de buena voluntad se están expresando por su candidato. Abiertamente ellos se manifiestan por Gustavo Madero, como nosotros nos manifestamos a favor de Ernesto Cordero.
“Pero dos cosas sí quiero apuntar. La primera: que no deja de llamar la atención que en este llamado al pacto de civilidad, con lo primero que empiecen es con descalificar e insultar a Ernesto Cordero, es un poco incongruente esa posición.
“Y segundo: que no se malentienda civilidad con complicidad. Nosotros lo que estamos denunciando son faltas graves a cargo de la dirigencia nacional del partido, el abuso en el ejercicio de los recursos y prerrogativas, que son del partido, para la promoción personal de Gustavo Madero.
“Nosotros no nos podemos quedar callados, ser omisos ante esas situaciones y por eso es que hemos manifestado lo que hemos manifestado, y hemos presentado las denuncias correspondientes ante las instancias que son competentes. De tal suerte que bienvenido el llamado; sí pedimos un poco de congruencia a que en ese mismo llamado pues no se descalifique a Ernesto Cordero, y por otro lado, que no se espere, porque una cosa es que la ropa sucia se lave en casa y otra cosa es que cuando hay recursos públicos involucrados nos quedemos callados, porque entonces ese silencio se traduce en complicidad”.
En buen español lo que dice Lozano que el pacto de civilidad va, pero que los ataques a Madero no van a terminar.
La guerra está declarada, y es guerra. Nada más.
EL PACTO NO CUAJÓ
El intento de trasladar al Pacto por México al Congreso se hundió apenas fue planteado por el coordinador de la bancada panista en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política, el colimense, Jorge Luis Preciado.
El panista dio anteayer por integrado este pacto con la firma de los coordinadores del PRD, Miguel Barbosa y del priísta Emilio Gamboa, e incluso habló de que este pacto opería para sacar adelante 79 puntos y en especial las leyes secundarias de 4 reformas constitucionales y 3 reformas pendientes.
Pero no pasó mucho tiempo sin que el coordinador de los senadores del PRD, el poblano Barbosa dijera que ese pacto no existía y que lo dicho por Preciado se refería a algunas conversaciones que se habían tenido entre coordinadores parlamentarios.
Pero el que le dio la puntilla al asunto fue el coordinador de los diputados del tricolor, el sonorense Manlio Fabio Beltrones quien extrañado por el planteamiento de Preciado indicó que de ninguna forma el Pacto por México podía ser trasladado al Congreso.
Y adelantó que en San Lázaro, es decir en la Cámara de Diputados, lo que se ha hecho es conversar y llegar a acuerdos entre coordinadores parlamentarios sobre el trabajo que se requiere para sacar adelante la abigarrada agenda legislativa del período, sin pacto de por medio.
Luego de estas aclaraciones el pacto de Preciado pasó al archivo de los olvidos.