Explotación laboral infantil
Luis Muñoz martes 18, Feb 2014Segunda Vuelta
Luis Muñoz
Para erradicar el trabajo infantil que prolifera en nuestro país, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos convoca a la sociedad a sensibilizarse y tomar conciencia para evitar utilizar la mano de obra de menores de edad.
El objetivo es claro: impedir que niñas y niños menores de 14 años sean víctimas de explotación o sean obligados a realizar tareas que ponen en peligro su salud, dignidad, bienestar y les impidan asistir a la escuela o les obligan abandonarla prematuramente.
Para ello, considera necesario adoptar nuevas medidas para hacer respetar lo que marca la ley y garantizarles el acceso a la educación, servicios médicos y un pleno desarrollo.
A pesar de que nuestro marco jurídico prohíbe expresamente la utilización en el trabajo de personas menores de 14 años, según encuesta del INEGI, realizan alguna actividad económica en empresas y negocios, 3 millones 700 mil niños y niñas, entre 5 y 12 años (10% de la población total de menores de edad que hay en el país).
De los niños y niñas ocupados, el 47% no percibe ninguna remuneración; el 25% gana hasta un salario mínimo; el 24%, de uno a tres salarios mínimos, el 2%, más de tres salarios mínimos. La Comisión Nacional ha impulsado una serie de actividades para fortalecer la observancia de políticas públicas en materia de protección y defensa de los derechos de los niños que incursionan en el mercado laboral a una edad muy temprana.
Con conferencias, foros y pláticas, dirigidas a niños y niñas, se difunden los derechos que les otorga la Constitución y el orden jurídico internacional, mismos que deben aprender a exigir; también se les indica cuales son las instituciones encargadas de protegerlos.
La orientación trata de evitar que sufran explotación o sean obligados a realizar tareas que ponen en peligro su salud, dignidad, bienestar y les impidan asistir a la escuela o les obligan abandonarla prematuramente.
Los patrones se aprovechan de que en su mayoría tienen que laborar para cubrir sus necesidades básicas y contribuir al gasto familiar, en jornadas de trabajo excesivas, muchas veces en lugares peligrosos e insalubres donde pueden sufrir accidentes, lesiones o enfermedades.
1.6 MILLONES DE NIÑOS HUÉRFANOS EN MÉXICO
Por cierto, ya que hablamos de menores, la Procuraduría capitalina informó ayer a la Cámara de Diputados que durante 2013 se albergaron a 166 niños y niñas víctimas de delito en su centro de estancia transitoria, dónde se les brindó atención de calidad y cuidados. En un comunicado la Cámara baja indicó que más allá de los cuidados que reciben, se busca reinsertarlos a un hogar. De esta manera, el año pasado favoreció la adopción de 7 niños y 5 niñas, a través del Programa de Reincorporación a la Familia y a la Comunidad.
El pasado 30 de abril de 2013, los diputados aprobaron un dictamen con punto de acuerdo por el que solicitaron al gobierno del Distrito Federal vigile y supervise el correcto funcionamiento de las instituciones públicas y privadas encargadas de la custodia, cuidado y atención de la niñez y, de ser el caso, suspenderlas si no cumplan con los lineamientos.
La diputada Carmen Lucía Pérez Camarena (PAN) dijo que las niñas y niños que por diversas razones viven sin el cuidado de sus padres en estas instituciones, se encuentran más expuestos a la pobreza, marginación, discriminación y exclusión, así como a factores que los hacen doblemente vulnerables, como abuso, explotación y abandono.
Mencionó que en el país existe un número no determinado de niñas y niños que viven en albergues o casas hogar, y de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), México es la segunda nación de América Latina con el mayor número de niños huérfanos con 1.6 millones, después de Brasil que tiene 3.7 millones.
FIN DE MONOPOLIOS EN EL SECTOR FERROVIARIO
La diputada perredista, Lorenia Valles Sampedro, lamentó que si bien la ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario que aprobó la Cámara baja busca terminar con los monopolios que existe en el sector y posibilita nuevas inversiones, el Estado pasa a ser “mero vigilante” de que se cumplan las leyes del mercado.