Cárdenas y la unidad perredista
¬ Augusto Corro miércoles 12, Feb 2014Punto por punto
Augusto Corro
Como se sabe, el divisionismo es una práctica común en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Cuando se agudizan los problemas internos en esa organización política, que es muy seguido, los amarillos piensan inmediatamente en Cuauhtémoc Cárdenas como el gran factor de unidad.
En estos días en que los conflictos amenazan con volverse incontrolables en el partido del sol azteca, las miradas se dirigen a su líder moral.
La pregunta obligada es la siguiente:
¿Podrá el ingeniero lograr esa unidad tan anhelada?
Los pronósticos no son tan halagadores. ¿La razón? “Los Chuchos” no se encuentran en condiciones de soltar las riendas del partido (negocio).
Y lo que se avecina en el terreno político no será nada fácil. Por ejemplo, el cambio de la dirigencia que se llevará a cabo en los próximos meses.
“Los Chuchos” en esta ocasión tienen el poder en sus manos y lo más lógico es que quieran perpetuarse.
Ya tienen a su candidato, Carlos Navarrete, para suceder en el cargo a Jesús Zambrano, el actual presidente.
La izquierda mexicana vive momentos de fractura por el número de tribus o grupos con intereses mezquinos.
El rompimiento más importante se registró cuando Andrés Manuel López Obrador se alejó del perredismo para fundar su propia organización política: Partido de Regeneración Nacional.
Con AMLO se fue una cantidad considerable de seguidores. Esa escisión debilitó a la llama izquierda mexicana.
Pero el problema que afecta a los perredistas es la competencia para la renovación de la dirigencia nacional.
“Los Chuchos” se distanciaron de Marcelo Ebrard Casaubon y hasta donde se ve no lo apoyarán para que alcance el liderazgo amarillo.
El propio Marcelo se ha encargado de criticar a “Los Chuchos”por su acercamiento al gobierno federal en el denominado Pacto por México.
La pugna entre “Los Chuchos” y Marcelo ha propiciado que surjan rumores en el sentido de que el ex jefe de gobierno capitalino estaría en condiciones de buscar otro partido.
El proyecto de Marcelo es participar en las elecciones presidenciales del 2018; pero sin plataforma de lanzamiento, se cancelarían sus ilusiones.
En los círculos políticos también se habla de unirse a AMLO y a su partido Morena. Esta opción es la menos creíble, porque Martí Batres y Marcelo traen un pleito añejo.
El primero criticó acremente al ex jefe del gobierno capitalino por su acercamiento con el entonces presidente Calderón.
Martí se fue a las filas de Morena y no es seguro que reciba con buenos modales y atenciones a quien fue su jefe.
En las manifestaciones contra la reforma petrolera la denominada izquierda no encontró el eco que esperaban de la población. El divisionismo triunfó. Por un lado, “Los Chuchos” con su partido debilitado y por el otro lado, AMLO con su organización naciente reflejaron el divisionismo de la izquierda en toda su plenitud.
Cuauhtémoc Cárdenas actuó como el líder en las manifestaciones contra las reformas petroleras sin conseguir el eco de la población.
Su liderazgo oportunista ya no llama la atención. Si bien es cierto que lo consideran como líder moral del PRD, su conducta de resentimiento hacia AMLO perjudicó a ambos: cada uno jaló por su lado.
De plano, AMLO se negó a sostener cualquier relación “Los Chuchos”.
Como señalamos arriba, en el PRD se activaron las acciones políticas con miras a la renovación de la dirigencia y Marcelo no está de acuerdo en la forma que se llevarán a cabo.
“Los Chuchos” saben que una gran mayoría perredista los rechaza y ante la posibilidad de que Marcelo logre ganarles la presidencia buscan a aquél que desempeñe el papel de unificador. Claro, con las condiciones que exija el michoacano.
Todos los actores políticos de izquierda conocen muy bien sus marrullerías y lo que se espera es una lucha intensa, sin límite de tiempo y sin descanso: el negocio lo amerita.