Guerrero
¬ Augusto Corro martes 11, Feb 2014Punto por punto
Augusto Corro
Todo mundo sabe que la violencia y la inseguridad hicieron de Guerrero un estado ingobernable. Su gobernador, Ángel Aguirre, ha sido incapaz de combatir a la delincuencia organizada y meter en cintura a las autodefensas.
Así, la delincuencia amplió sus acciones a los secuestros y las extorsiones.
Como si estos males no hubieran sido suficientes para aterrorizar a la población, los huracanes también aparecen, cada año, para añadir más desgracias a los guerrerenses.
Con la llegada al poder de Ángel Aguirre los conflictos se agudizaron e involucraron a los normalistas.
A pesar del apoyo federal que se destinó para superar las crisis, Guerrero continúa sumido en la ingobernabilidad.
Ante esa situación caótica tendrán que aplicarse medidas emergentes para empezar a buscar el retorno a la paz y a la tranquilidad.
Es posible que la estrategia que se realiza en Michoacán, sea la misma que podría aplicarse en Guerrero.
Si resulta positiva la intervención del gobierno federal no se pensará mucho en enviar un comisionado federal para erradicar el caos que priva en la región.
El gobernador Aguirre tendrá que emplearse a fondo si no quiere tener un comisionado que lo haga a un lado.
La misma suerte podría correr el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, quien no le encuentra solución a la violencia.
Los morelenses ya no sienten lo duro, sino lo tupido. Los secuestros y asesinatos se registran a todas horas y en todos los lugares.
Cuernavaca ya no es la “Ciudad de la Eterna Primavera”, sino la “Ciudad de la Eterna Balacera”. En esta ciudad y en Yautepec se cambió hasta el estilo de vida de sus habitantes.
En Yautepec, a las ocho de la noche, las calles se encuentran solitarias. Sólo los muy valientes se arriesgan a salir de sus casas. Funciona una especie de toque de queda.
En esas condiciones, Morelos también podría estar en la lista de entidades con posibilidades de que les envíen un comisionado federal.
Como señalamos, todo depende de los resultados que se obtengan en Michoacán, donde, al parecer, se empezó a controlar ya a “Los Caballeros Templarios”.
Ángel Águirre y Graco Ramírez son perredistas que en sus campañas políticas prometieron resolver los problemas de inseguridad en sus respectivas entidades. Sin embargo, la realidad es compleja y no se ve que tengan alguna estrategia para superar los problemas, que día a día les explotan en las manos.
Los gobernadores de izquierda no han podido con el paquete. En Michoacán, los dos últimos gobernadores fueron perredistas. Durante sus administraciones creció la delincuencia organizada.
Primero estuvo en el poder Lázaro Cárdenas Batel, hijo de Cuauhtémoc; luego le siguió Leonel Godoy, hermano del diputado “templario” Julio César, prófugo de la justicia.
Son pues, los izquierdistas, quienes por su incapacidad permitieron que floreciera el crimen organizado.
El gobernador Fausto Vallejo tuvo que heredar un estado violento. Su enfermedad hepática complicó la situación, porque dejo el camino para un interinato que complicó aún más la situación.
En el presente con la coordinación de un enviado federal vuelve el optimismo para pensar que Michoacán si podrá recuperarse. No se puede cantar victoria todavía, pero se empieza a ver otro panorama.
CONSULTORIOS MÉDICOS
En el Distrito Federal cada vez es mayor el número de consultorios médicos al lado de las farmacias.
El costo de las consultas médicas es muy barato. También las medicinas que receta el doctor.
En realidad, esos consultorios representan un apoyo para la economía de la población que no cuenta con la atención de las instituciones sanitarias.
Es importante que las autoridades se empeñen en vigilar que la calidad de los profesionales de la medicina y los medicamentes cumplan con las exigencias de calidad.
No porque son servicios baratos, el paciente tendrá que aceptar lo que le diagnostican y le recetan.