El interés del PAN
¬ Augusto Corro jueves 6, Feb 2014Punto por punto
Augusto Corro
La jerarquía panista se prepara para fortalecerse con las cenizas que quedaron de Acción Nacional.
El ex presidente Felipe Calderón tiene listo su regreso a México, como ya le informamos recientemente, y el ex mandatario Fox y su esposa Martha Sahagún realizan los preparativos con el propósito de reverdecer lauros en la política.
Estos últimos se reunirán, en el complejo hotelero del rancho San Cristobal, en Guanajuato, con aquellos funcionarios que formaron el denominado gabinetazo, según trascendió.
Los panistas saben que la política es un gran negocio y que estar fuera de ella es un grave error. Con Fox, los mexicanos dejaron crecer la esperanza de que se realizara el cambio esperado en México.
Pero nos llevamos una gran sorpresa: el guanajuatense resultó un pésimo gobernante, que dejó en Marta las riendas de la nación. El gobierno y su partido el PAN empezaron a poner las bases de las derrotas panistas.
Fue la frivolidad el eje de la política de los panistas en el sexenio de Fox.
Con Calderón las cosas fueron diferentes, pero para mal. Su guerra contra la delincuencia organizada le produjo daños irreparables a México y a su población.
Las últimas elecciones presidenciales fueron un verdadero desastre para los panistas que pensaron que se llegaba, sin mayor problema, a la desaparición del PAN.
De ser la principal fuerza política por llevar a dos de sus miembros a la Presidencia de la República, acabó en tercer lugar en las preferencias electorales. Los blanquiazules sufrieron una derrota de la que, si se recuperan, les llevará años en lograrlo.
Calderón le apuesta al control del partido a través de sus incondicionales, como el senador Ernesto Cordero, quien libra una lucha sin tregua contra el actual líder del partido panista, Gustavo Madero.
Los dos contrincantes en la precontienda electoral lo único que han logrado es evidenciar el grado de corrupción en el que se encuentra su partido por el denominado “moche”, que consiste en una comisión en dinero que cobran sus legisladores a los presidentes municipales por conseguirles partidas económicas del presupuesto federal, para obra pública.
A la fecha, el escándalo sacudió la estructura panista y no se sabe si se investigará a los corruptos o si el caso terminará archivado.
En ese escenario de derrota y con el espíritu de reconstrucción de Acción Nacional se mueven los expresidentes Fox y Calderón.
Para el primero es esencial la recuperación del partido que le permita fortalecer su imagen deteriorada por su guerra fallida contra la delincuencia organizada.
El segundo sabe que su condición de ex primer mandatario le ayudaría a influir en los candidatos de las próximas elecciones intermedias del 2015.
Además, para los negocios de Fox tendrá que llevar a sus incondicionales a la Cámara de Diputados para que lo ayuden a desarrollar sus proyectos de productor y distribuidor de la mariguana, en un futuro no muy lejano. También para recibir el apoyo a su idea de participar con inversiones en Pemex.
Para sus nuevas aventuras, el guanajuatense cerrará filas con sus principales colaboradores durante el sexenio que le tocó gobernar a México. Por cierto los integrantes del “gabinetazo” fueron un verdadero fraude.
¿Usted amable lector se acuerda del nombre de esos ilustres funcionarios? Tal vez de Calderón y Josefina Vázquez Mota acudan a su memoria. De los demás, así como llegaron desaparecieron.
Vázquez Mota alcanzó a participar en la política panista y consiguió la nominación para la candidatura presidencial y nada más. Fue traicionado por sus jefes y Acción Nacional hizo el ridículo en las elecciones presidenciales.
Fox y Calderón saben que del PAN solo quedaron las cenizas y que reconstruirlo no será fácil; pero a estos ex presidentes no les importa tanto el partido, sino su presencia en la política, que digan lo que digan es un generoso negocio. De ahí que ambos decidan mantenerse, contra viento y marea, en la grilla.