Más lodo en el PAN
¬ Alejo Sánchez Cano lunes 3, Feb 2014Como veo, doy
Alejo Sánchez Cano
- Solalinde con AMLO
En política se dice que “lo que parece es”, y lo que existe en las filas del Partido Acción Nacional (PAN) es una división interna que no se ve resuelta, aun con algunos triunfos que dicho instituto pudiera tener en el proceso electoral de 2015, porque con tanto lodo que uno y otro grupo se echan es imposible pensar que al final de todas estas pugnas la dirigencia esté pensando que sus simpatizantes les envíen ramos de rosas después de las elecciones intermedias ¿verdad?
Y es que la pelea entre maderistas y corderistas, en pos de la dirigencia de su partido, no acaba de terminar, por el contrario, en ese espinoso camino les siguen emergiendo acusaciones a ambos. Ahí por ejemplo está presente la acusación de un militante que señala que el padrón con que pretende ganar el actual dirigente nacional, Gustavo Madero Muñoz, es irregular, ya que la mayoría de las afiliaciones se realizaban dentro de módulos en los que eran enviadas copias de credenciales de elector y con firmas falsas se inscribían de manera electrónica en sistemas electrónicos que para el caso construyó dicha organización política.
Lo malo del caso, dicen los quejosos, es que esas afiliaciones las ordenaron realizar quienes forman parte del grupo que ahora encabeza el senador Ernesto Cordero Arroyo, y que son los mismos que en su momento tuvieron derecho de picaporte con el ahora ex presidente Felipe Calderón, entre los que se menciona a la senadora Mariana Gómez del Campo y al actual jefe delegacional en Benito Juárez, Jorge Romero. Y lo peor, para ambos grupos es que ya hay una orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el sentido de que dicho partido deba verificar la transparencia de sus procesos de afiliación por aquello de los “fantasmas”, que al final de cuentas serán los que decidirán si se van con melón o con sandía, o con ninguno.
Pero la división entre ambos grupos está a punto de crecer aún más, sólo que ahora con todos los reflectores mediáticos encima, porque ésta se dará en el seno mismo de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y la solución ya no depende sólo de los blanquiazules.
Lo anterior, a raíz de un acuerdo que en agosto pasado el grupo parlamentario decidió que la Mesa Directiva de la Cámara baja fuera encabezada por dos legisladores, un maderista y un corderista, cada uno por seis meses del segundo año de ejercicio de la LXII Legislatura, el primero dio inicio en septiembre del año pasado con el joven Ricardo Anaya Cortés, hasta ese momento personaje poco conocido en cuanto a sus aptitudes como parlamentario y con el compromiso de dejar el cargo el último día de febrero del presente año. Eran tiempos de aparente reconciliación, acuerdos y unidad.
El arreglo interno de la bancada panista considera que el diputado José González Morfín, afín al grupo corderista, inicie en marzo como presidente de la Mesa Directiva y concluya el periodo que como fracción parlamentaria les corresponde hasta agosto. Hasta ahí todo parece correcto, pero ¿qué creen?, fue tan bien vista la conducción del queretano Anaya Cortés como presidente de la Mesa Directiva, que ahora será muy difícil que los diputados priístas, panistas, perredistas, petistas, ecologistas, aliancistas o del Movimiento Ciudadano, desaprovechen los buenos oficios de este legislador para concluir el segundo año legislativo.
Por lo pronto, ya salieron mensajes de ambos grupos, los maderistas dicen que “González Morfín tendrá que esperar”, porque la decisión final la tiene que tomar, de acuerdo a sus facultades, el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, en tanto que de ese grupo, Anaya Cortés, ha señalado que será respetuoso de la decisión que tome su partido, aunque también de las decisiones del pleno.
Del otro lado, los corderistas adelantan que el acuerdo al interior del grupo parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados sigue vigente, aunque para nadie es un secreto que este acuerdo mucho depende del curso que tenga el enfrentamiento entre ambos grupos rumbo a la renovación de su dirigencia nacional. Situación que nos obliga a recordar una conseja de la sabiduría popular en el sentido de que “No hay que cambiar de caballo a mitad del río” y menos cuando las cosas se están haciendo de manera excepcional, porque en torno a Anaya Cortés hay reconocimiento dentro y fuera del recinto parlamentario.
Pues así las cosas entre los panistas, que de azules hoy no tienen nada, están al rojo vivo.
PASO SIN VER.- Más allá de si fue una reflexión en voz alta, regaño u oración, las palabras del sacerdote Alejandro Solalinde, durante la reunión plenaria de los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), no sólo pegaron duro al interior de la cúpula de ese partido, ya que lo menos que les dijeron en su cara fue que eran corruptos y traidores, sino que ahora con ese mismo derecho es un hecho que otros jerarcas de las diferentes iglesias querrán asistir a las reuniones partidistas para a nombre de “Dios” externar sus preferencias políticas, claro más abiertamente como ahora lo hizo Solalinde.
Porque además de dejar en claro que es un ferviente promotor del movimiento que encabeza el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el representante religioso también dejó en claro que en su iglesia no aplica aquello de la separación entre Iglesia-Estado, y mucho menos que conozca el significado de laicidad. En fin, si ya de por sí se hablaba del “mesías tropical”, ahora con mucho más razón de AMLO dirán sus seguidores que es portador de la palabra de Dios. Uuppsss.