Frontera norte atrae a industria aeroespacial
Mundo lunes 3, Feb 2014- Empresas privadas de la especialidad ya compran predios en el sur de los estados de Nuevo México y Texas
Dallas, Texas.- Las amplias áreas deshabitadas en la frontera de Estados Unidos con México han atraído a compañías orientadas a la exploración comercial del espacio, para lanzar las primeras naves que colocarán satélites o transportarán turistas.
La región ofrece las características especiales que están siendo buscadas por los técnicos para la construcción de los futuros puertos espaciales que deberán estar ubicados en áreas remotas, alejados de importantes centros de población y con climas secos.
Al menos tres compañías privadas han adquirido terrenos en la zona fronteriza al sur de los estados de Nuevo México y Texas para construir bases de lanzamientos de cohetes y pistas de aterrizaje para naves espaciales reusables.
La pionera de esta compañías es Virgin Galactic, que construyó en un área ubicada unos 60 kilómetros al norte de Las Cruces, Nuevo México, el “Spaceport América”, el primer puerto espacial comercial en el mundo.
Virgin Galactic, propiedad del multimillonario empresario británico Richard Branson, planea iniciar desde este lugar a finales del presente año el lanzamiento de la primera línea comercial de vuelos orbitales de turistas.
La compañía ha desarrollado la nave espacial “Space Ship Two”, que se lanza desde el transbordador aéreo “White Knight Two”, para realizar vuelos suborbitales de cero gravedad por espacio de cinco minutos a unos 100 kilómetros de altura con hasta seis pasajeros.
Virgin Galactic informó esta semana haber recibido ya más de 70 millones de dólares en depósitos de unas 580 personas interesadas en reservar un boleto para uno de sus vuelos suborbitales.
El número de reservaciones supera en un 10 por ciento al total de personas que han viajado al espacio en toda la historia.
Virgin Galactic también planea utilizar la misma tecnología e instalaciones para el lanzamiento de un cohete, el “LauncherOne”, que pondrá en órbita a una nueva generación de satélites.
Otra compañía, “Blue Origin”, del multimillonario Jeff Bezos, fundador del popular sitio de ventas por internet Amazon, compró un terreno de 67 mil hectáreas en el suroeste de Texas, a unos 60 kilómetros de México, que serviría de base para el lanzamiento comercial de cohetes.
La zona ubicada en el condado de Culberson, cerca de la comunidad de Van Horn, es una de las áreas más remotas de Estados Unidos.
El proyecto de Bezos ha sido hasta ahora uno de los más reservados de las iniciativas espaciales privadas que han comenzado a desarrollarse teniendo como soporte los recursos de empresarios multimillonarios.
En el más reciente de sus escasos comunicados, fechado en diciembre pasado, la empresa informó haber alcanzado “un hito clave” en el desarrollo de un motor de combustible líquido que impulsará a su nave espacial “New Shepard” para realizar vuelos orbitales.