Voluntad
Ramón Zurita Sahagún jueves 30, Ene 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Un repaso rápido a los operativos que realiza el gobierno federal en Michoacán muestra que con voluntad y decisión, las cosas pueden cambiar en un corto tiempo.
Eso no significa que la población de Michoacán, especialmente de la Tierra Caliente hubiese regresado a la normalidad en su vida cotidiana. Los avances logrados en un par de semanas son sustanciosos y la presencia de las fuerzas federales muestra que disminuyó la violencia y que la población puede reintegrarse a la normalidad de su vida.
En poco tiempo cayeron dos de los siete cabecillas del grupo de “Los Templarios”, los mismos que en ocho años se habían escabullido de la justicia. No importaba que estuvieran plenamente identificados, los delincuentes no podía ser atrapados, con todo y que la mayoría de la población conocía de sus escondrijos y sus desplazamientos.
“El Toro” y “El Tío” eran personajes casi míticos para las autoridades, aunque la población sabía de ellos y sus andanzas.
Desde que el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa decidió iniciar su guerra contra la delincuencia organizada, poco se había avanzado en solucionar el problema de la violencia y la inseguridad en su estado natal.
Tampoco se habían conseguido grandes logros en los primeros 13 meses de la administración presidencial de Enrique Peña Nieto, por lo que fue necesario rediseñar la estrategia y entrar de lleno a la lucha contra el crimen organizado.
Para ello se necesitó voluntad política y acción pronta de la administración pública federal que asumió el reto y decidió tomar al toro por los cuernos.
En este accionar, la participación de los grupos de autodefensa ha sido fundamental, mostrando que si se puede combatir a los cárteles de todo tipo. Los grupos de autodefensa se formaron obligados por la poca respuesta gubernamental y decidieron emprender ellos mismos la defensa de sus derechos y la de las poblaciones en que habitaban. Ellos han podido identificar a los principales cabecillas del grupo de “Los Templarios” y señalar los sitios en que se esconden.
Su ayuda en invaluable, por lo que el acuerdo firmado con el gobierno federal para que una vez que el estado regrese a la normalidad se incorporen a las fuerzas policíacas formales es un gran logro. El ejemplo de Michoacán de cómo ciudadanos y gobierno pueden conseguir que un estado retorne a la vida cotidiana es un ejemplo que se debe observar, aunque con mucho cuidado, evitando que la población tenga la necesidad de armarse para resolver sus problemas en el terreno de la seguridad.
Para resolver el problema michoacano todavía queda mucho camino por recorrer, aunque existe la presión del tiempo. Michoacán, como otras ocho entidades del país, concurrirá a las urnas en julio del 2015 para elegir a su nuevo gobernante, luego de una administración desastrosa por parte de Fausto Vallejo y Jesús Reyna, quienes se han alternado el gobierno estatal. Fue un gobierno atípico que no llegó a sexenal, toda vez que se decidió cortar los tiempos, para empatarlo con la elección federal.
El estado fue gobernador en dos administraciones quinquenales por militantes del partido de la Revolución Democrática, luego de 72 años de gobiernos priístas y los resultados no fueron satisfactorios para la población que decidió recomponer el camino y regresarle la confianza a los candidatos del PRI.
De esa forma ganó Fausto Vallejo la rifa del tigre, ya que el estado se encontraba sumamente contaminado y penetrado por los grupos delincuenciales, venciendo con soltura en las urnas a la hoy senadora Luisa María Calderón Hinojosa, hermana del entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.
El resultado no satisfizo a la familia presidencial, por lo que Luisa María se convirtió en una crítica de la administración de Fausto Vallejo, al que ha tachado de todo y señalado, principalmente, supuestos vínculos de la familia del gobernante en la protección a los grupos delincuenciales. Sabedores de que lo convulsionado del estado les ofrece una posibilidad de triunfo en los comicios del año próximo, los panistas decidieron llevar su plenaria del grupo legislativo del Senado de la República a esa entidad, para muestrear a algunos de sus posibles candidatos del año próximo.
Dos de ellos, pasan lista de presentes como senadores que son la propia Luisa María y su paisano Salvador Vega Casillas, ex secretario de la Función Pública.
Pero los panistas cuentan con un arsenal de prospectos que muestran aspiración para en un momento determinado entrar a la puja por la candidatura. Marko Antonio Cortés, ex senador y ex diputado federal y candidato derrotado dos veces a la alcaldía de Morelia, es uno de ellos.
César Nava Vázquez, secretario particular del presidente Felipe Calderón Hinojosa, dos veces diputados federal y efímero presidente del PAN a nivel nacional.
Germán Martínez Cázares, ex secretario de la Función Pública, ex diputado federal y ex presidente del CEN del PAN, es otro más de los prospectos que podría alzar la mano para reivindicar sus derechos michoacanos. Claro que para entrar en la puja por esa candidatura, los aspirantes deberán contar sus activos y observar la situación en la entidad, si es que el gobierno federal pudo controlarla, lo que representaría un plus para el partido en el poder.
De todos estos personajes políticos panistas que cuentan con posibilidades de competir por la candidatura de su partido, dos de ellos han sido sumamente cuestionados. César Nava por la compra nunca aclarada de un costoso departamento y Salvador Vega ´por imputaciones que le fueron hechas a su esposa Gladis López Blanco.