¿Acuerdo?
Ramón Zurita Sahagún martes 21, Ene 2014De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Resolver el problema de inseguridad y violencia en Michoacán parece una tarea sencilla para el gobierno federal, ya que deteniendo a los siete cabecillas del grupo “Los Templarios”, las autodefensas depondrían las armas.
Eso, cuando menos, es lo que dicen los coordinadores de los grupos armados que combaten a los grupos delincuenciales en la entidad que, supuestamente, gobierna Fausto Vallejo Figueroa.
No se trata de algo imposible, como da cuenta la caída de uno de esos siete cabecillas a unos cuantos días de que su puso en marcha un nuevo operativo en aquella entidad.
Faltan seis de esos delincuentes y aunque se corre el riesgo de que la organización de “Los Templarios” se pulverice y se fraccione en pequeños grupos delincuenciales, la meta se advierte a la distancia.
Sin embargo, para que el nuevo operativo puesto en funcionamiento con el nombramiento de un comisionado funcione, el gobierno federal y los grupos de autodefensa deberán participar con toda transparencia y jugar con cartas abiertas.
De otra forma, las cosas se pueden complicar y el fracaso podría ser el resultado de esta nueva incursión federal en Michoacán.
Lo sucedido con José Manuel Mireles, coordinador de uno de los grupos de autodefensa, genera mucha suspicacia.
Según el propio Mireles, el mensaje grabado dado a conocer por el gobierno federal en días pasados provocó confusión, ya que fue manipulado y dado a conocer en una pequeña parte.
De ninguna manera planteó que los grupos de autodefensa regresaran a sus lugares de origen y depusieran las armas y que sus palabras fueron usadas de forma distinta a la que él pretendía.
Otro de los dirigentes de los grupos de autodefensa es Hipólito Mora, quien inició el movimiento en La Ruana en febrero de 2013 y quien avala los contactos que se mantienen entre los grupos de autodefensa y el gobierno federal, para la erradicación de los grupos delincuenciales de Michoacán.
Según Mora, la idea de los participantes de estos grupos es regresar a sus sitios de origen, dedicarse a las tareas de su vida cotidiana, una vez que se logre la captura de los seis cabecillas de “Los Templarios” restantes.
El arresto de Jesús Vázquez Macías “El Toro” —uno de los siete señalados como cabecillas de “Los Templarios”- muestra que el asunto puede ser contrarrestado en poco tiempo, si se actúa con energía y decisión.
Uno de los principales problemas en Michoacán ha sido el no actuar a tiempo y hacerlo en forma esporádica, sin atacarlo a fondo.
Es cierto que desde diciembre de 2006 se inició un operativo del gobierno federal en esa entidad, pero se hizo actuando en forma intermitente.
La detención de alcaldes y funcionarios del gobierno estatal, derivó en un ridículo grande, por la falta de preparación con que se realizó, lo que generó que se bajara la intensidad de la ofensiva contra la delincuencia en esa entidad.
Se mantuvieron los retenes y la presencia de militares y policías, pero sin actuar a fondo.
Hoy parece que las cosas son distintas y el operativo comienza a rendir frutos, cuando menos en su primera etapa, donde las coincidencias son muchas entre los grupos de civiles que combaten a las organizaciones criminales y las estructuras del gobierno federal.
La ofensiva del gobierno federal deberá empezar a rendir frutos pronto, con resultados que satisfagan, si es que se pretende que la comunicación entre autodefensas y gobierno se mantenga.
Michoacán mantiene prendida la llama y será hasta que se compruebe que la paz y tranquilidad retornaron al estado cuando se pueda contar con mayor inversión y se atraiga de nueva cuenta al turismo.
Curiosamente, Michoacán está considerado con Chiapas como los estados con mayores bellezas naturales y uno de los destinos turísticos más importante ajenos a las playas.
En el ramo productivo, Michoacán tiene en el aguacate y el limón dos de sus principales productos de comercialización y exportación, razón por la que los grupos delincuenciales se apropiaron del mercado.
Son ellos los que fijan el precio y la producción, según narran los líderes de los grupos de autodefensa, los que dan cuenta de la serie de jugosos negocios con que cuentan los grupos delincuenciales, además de los característicos que son el secuestro, la extorsión, el chantaje y otros ilícitos y su nueva faceta de empresarios.
CÓNCLAVE
La reunión partidista de los consejeros panistas provocó más dudas entre los participantes que ven con temor como el partido se acerca a un posible rompimiento.
El manejo que viene dando el dirigente nacional Gustavo E. Madero Muñoz no deja satisfechos a los inconformes que advierten como probable la reelección de su dirigente nacional y más años en el ostracismo.
Y es que el año próximo viene la renovación de nueve gobiernos estatales, un gran número de alcaldías importantes, una quincena de congresos estatales y la renovación de la Cámara de Diputados federal, donde Madero Muñoz podría ser mano y relegarlos de esas posiciones.
La situación al interior de Acción Nacional muestra cada día menos transparencia y la negativa a formar un grupo de investigación sobre las denuncias de extorsión a alcaldes por parte de legisladores y dirigentes causó insatisfacción entre cuadros medios.
Conforme se acercan los tiempos de sucesión dentro del PAN, surgen mayores temores que al término del proceso pudiera darse un nuevo rompimiento como los del pasado que volvieron más lento el avance del partido hacia el poder público.
La confrontación interna todavía no llega su grado máximo y se espera que en las semanas previas a la elección, el fuego amigo se intensifique.