Los “moches” panistas
¬ Augusto Corro martes 14, Ene 2014Punto por punto
Augusto Corro
El alcalde de Celaya, Ismael Pérez Ordaz, aceptó estar involucrado en la red de “moches” a cambio de asignaciones presupuestales.
La trama es muy sencilla: los diputados consiguen dinero para los municipios a cambio de una comisión económica. Concretamente, el edil Pérez Ordaz “acordó con legisladores del blanquiazul recibir una partida presupuestal de 160 millones de pesos para 2013, a cambio de una comisión de 35 por ciento y la determinación de asignar contrato a determinada constructora”.
El mandatario evidenció el negocio redondo entre los legisladores abusivos y las autoridades locales.
El escándalo de los “moches” se ventila desde hace varias semanas y provocó un escándalo mayúsculo en la opinión pública, pues el hecho se dio en la pugna que libran los grupos panistas con miras a la renovación de la dirigencia nacional.
Esa lucha ha permitido que quienes encabezan a las facciones se avienten lodo en abundancia, sin tener en cuenta el desprestigio que daña al partido.
Por ejemplo, en una conversación telefónica entre el senador Ernesto Cordero y el diputado Fernando Rodríguez Doval se conoció el nivel de la lucha política de los blanquiazules.
Cordero acusó de “pinches ladrones” a Gustavo Madero, líder del PAN, y a Luis Alberto Villarreal, presidente y coordinador de los diputados blanquiazules. Además, planteó “hundir” a los dos. Cordero y Rodríguez Doval se comunicaron luego de un desplegado panista, en la que los diputados apoyaban a su líder Luis Alberto Villarreal.
El aspirante panista a la presidencia de su partido le planteó al diputado no defender a Luis Alberto Villarreal, “todos ustedes saben la cantidad de… rapillerías que hacen allá adentro. No lo defiendan”.
Y continuó:
“Estos cabrones han abusado… la unidad del partido es entre iguales, entre gente honesta, entre compañeros, esos somos los que tenemos que estar unidos… No en dejarle pasar a estos pinches ladrones, todo lo que están haciendo… tienen una gran oportunidad, ustedes, de verdad, les cayó en bandeja de plata a ustedes. De verdad si ustedes remueven a Villarreal, el favor que le van a hacer al PAN es enorme…”
También expresó que Josefina Vázquez Mota, cuando era coordinadora de los diputados, pretendió hacer lo mismo que Villarreal, pero se opuso. Ese fue su pleito con Josefina, según el senador.
Con los hechos registrados en Acción Nacional queda claro por qué se hundió el partido y ahora vive una situación difícil. Los panistas no supieron enfrentar las tentaciones de la corrupción. Sus ambiciones personales acabaron con los principios partidistas.
Ensoberbecidos por el poder, los blanquiazules no se midieron y cayeron en las corruptelas que tanto criticaron. Esas acciones desmedidas formaron parte de una pésima administración panista.
Felipe Calderón no pudo con el paquete y dejó al gobierno federal en manos de los priístas y a su partido en el tercer lugar de las preferencias electorales.
Lo que sigue en el PAN es impredecible. Seguramente la pugna entre los grupos continuará hasta las elecciones cuya convocatoria será emitida en los próximos días. Calderonistas contra maderistas representan a las dos fuerzas más importantes en la lucha por el poder partidista.
También está en el juego político el impresentable ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien ha sido acusado de enriquecimiento inexplicable, durante su gestión administrativa.
Ante ese clima de descomposición al interior del PAN, se han levantado las voces de legisladores y militantes panistas que exhortan a que cesen las pugnas. No será fácil frenar el ímpetu de los involucrados.
Así, el panista Alejandro Zapata Perogordo invitó a todo el panismo para que se modere y se propicie una actitud reflexiva, a fin de abonar a la unidad que necesita Acción Nacional.
¿Alguien atenderá el llamado? Lo dudamos.