Un ejército eleva sus voces para el regreso de Pantera
Opinión lunes 13, Ene 2014Los acordes de la imagen
Gerardo Jiménez S.
- Esta columna hoy, mientras usted la lee, está viajando a Estados Unidos, está uniendo a personas en el único lenguaje artístico internacional: la música, en pro de Pantera y los fans de una banda oriunda de Arlington, Texas, que en definitiva sería un honor volver a escuchar
El reloj marcaba las 21:45 horas, el calendario simplemente era una hoja en las paredes que decía que era 8 de diciembre de 2004, 14 años exactos después del asesinato de John Lennon, esa noche, el metal inundaba el club “Alrosa Villa” en Columbus, Ohio.
Un hombre “Nathan Gale” entró a dicho espacio con una pistola Baretta escondida entre su ropa, se armó de valor, escaló una cerca de casi tres metros de altura para estar en el escenario y quedar a unos centímetros del guitarrista de “Damageplan”, lo tomó por el hombro y descargó 5 tiros mortales a quemarropa a un artista y brillante guitarrista a Dimebag Darrell; Mientras esto sucedía, el público entró en pánico, corrió en todas direcciones, algunos intentaron desarmar al asesino y fueron también heridos de muerte, en esos instantes de locura y tensión el oficial de policía de nombre James D. Niggemeyer cortó cartucho de su escopeta, aprovecho la confusión y descargó ambos cañones en la nuca de Gale, pero el daño ya estaba hecho. Quien fuera guitarrista del legendario grupo “Pantera”, ya había fallecido.
Aún recuerdo la primera vez que pude escuchar a Pantera, fue en el año de 1992 y el tema fue “Walk” del disco “Vulgar Display of Power”. Fueron un par de acordes y mi mente se imaginó que unos titanes de 15 metros de altura con guitarras de 8 metros y baterías inmensas emanaban ese sonido. Todo era enorme, potente, agresivo y simplemente tuve que ir a comprar el disco, en aquellos años, me encontraba en Ciudad Juárez, con mi hermosa familia paterna y en una escapada a El Paso, Texas, fue cuando me hice de dicho material y en efecto mi vida cambió para siempre.
Se acabó la era de escuchar a Poison a Warrant, entre otros, de valorar más la música y darme cuenta del poder de los instrumentos y de pronto Kiss anunciaba su reunión con los miembros originales, el concierto sería en el Palacio de los Deportes y mi gran sorpresa es que Pantera, sería el telonero. En ese momento pude darme cuenta que Philip Anselmo (voz), Rex Brown (bajo), Vinnie Paul (bajo) y Dimebag Darrell (guitarra), no eran estos enormes titanes portando instrumentos del tamaño de un caballo, eran cuatro personas dando el 100% y con cada melodía de manera tácita rescataban el metal y hundían a los glameros.
Esta columna tiene una finalidad, ya que mientras escribo estos párrafos una guerra, una cruzada se está llevando a cabo, un ejército se está armando y elevan sus voces para que Pantera pueda unirse en honor a los fans, en honor a la poderosa música del metal y lo más importante, dar honor a quien fuera uno de los guitarristas más importantes y agresivos de todas las eras: Dimebag Darrell.
¿Pero quién podría tomar el lugar de manera respetuosa de Darrell?, ¿Quién podría ser el guitarrista valiente en llenar los zapatos de un titán?, Zakk Wylde ha levantado la mano para ser el encargado de hacer una última gira, de tomar su poderosa Gibson bullseye y demostrar que la música de Pantera, sigue teniendo millones de fans en el mundo. Con esta columna me uno a la cruzada en pro de esta causa y aquellos que vamos a rockear los saludamos con respeto.
En esta ocasión quiero dejar muy en claro que Randy Cody del portal “The Metal Den” ha sido artífice de ayudarme a escribir de manera certera estos párrafos, así como Frank Menchaca de “Pantera Tour Causes”, así como cientos de personas que soñamos escuchar algún día “I`m Broken” del multiplatino disco “Far Beyond Driven”, el cual en el año de 1994 debutó en el número uno de las listas de popularidad y alcanzó en solo unas semanas el millón de copias vendidas.
No hay peor lucha que la que no se hace, pero aunque esta cruzada, parezca ordenada, con planes de ataque y defensa, el baterista y también hermano del hoy fallecido Dimebag Darrell, no desea tener tratos con Philip Anselmo, ya que son muchas las cicatrices que dejó el asesinato del hombre que portaba el instrumento de 6 cuerdas, son muchos los dolores que aún están lejos de sanar, pero sin reforma migratoria, sin pasaporte o visa, sin el visto bueno de ninguna embajada, quiero dejar en claro que esta columna hoy, mientras usted la lee, está viajando a Estados Unidos, está uniendo a personas en el único lenguaje artístico internacional: La Música, en pro de Pantera y los fans de una banda oriunda de Arlington Texas que en definitiva sería un honor volver a escuchar.
Randy, Frank is and honor being a Metal head, its and honor knowing that in the path of hard core music I’m not alone and thank you for your support, and your time. And let’s hope that the roads of Metal, bring us together one day.