Buena reforma energética
Freddy Sánchez jueves 26, Dic 2013Precios y desprecios
Freddy Sánchez
El mal está hecho, podrán decir los opositores de la reforma energética, pero están equivocados.
Como seguramente lo estarían los que aprobaron los cambios legales en materia energética, si dijeran que el bien está hecho.
Y es que ambas aseveraciones carecen de un sustento irrefutable y creíble.
Porque, no se puede acusar a los promotores de la reforma energética de haber causado ningún mal, puesto que hasta ahora nadie tiene elementos convincentes para demostrar indubitablemente que las modificaciones a las leyes, tal como fueron aprobadas, enriquecerán más a los ricos y empobrecerán más a los pobres.
Lo que sí es verdad, es que los promotores de la reforma, PAN, PRI, Partido Verde y Nueva Alianza, aún tienen trabajo pendiente por realizar, a efecto de cumplir lo que prometieron (y bueno sería pensar que se propusieron hacer), en beneficio de la sociedad y no de pequeños grupos de poder económico.
En ese sentido, obviamente, es preciso que los legisladores de los partidos mencionados se esmeren en cuidar el contenido de las normas legales que faltan por aprobarse para evitar que se dejen resquicios o “lagunas” legales que permitan la inclusión de cláusulas “oscuras” en los contratos a firmar con inversionistas privados, y por ende, la más mínima posibilidad de intentos de abuso o de saqueo de nuestros recursos energéticos.
Por eso entonces, a los promotores de la reforma energética, habrá que exigirles que prosigan su trabajo legislativo con intachable “pulcritud”, probando con hechos que todo cuanto aprobaron y les falta por aprobar, lo hicieron y lo harán, pensando por encima de cualquier otro propósito en beneficiar a la nación y no a los grandes corporativos petroleros mundiales, al dar por concluido su quehacer camaral y éste se constituya en un nuevo soporte legal para la participación de particulares en el negocio de los energéticos.
Sólo así se logrará desvirtuar las críticas y los “negros” augurios de los opositores de la reforma energética que se han dedicado a presagiar un sin fin de tropelías en perjuicio de los mexicanos, por los abusos que supuestamente vendrán a causa de las modificaciones legales aprobadas, bajo el supuesto de que “el mal está hecho”.
De ahí, la imperiosa necesidad de cuidar que la reforma no se preste a desviaciones ni manipulaciones dolosas, sino que en realidad sirva para que Petróleos Mexicanos se convierta en una de las empresas petroleras más productivas y generadoras de riqueza, con el objetivo fundamental de crear nuevas y mejores oportunidades de bienestar para los habitantes de este país.
En manos de los políticos que apoyaron la reforma está pues demostrar que ciertamente trabajaron para darle a México opciones de un futuro altamente beneficioso en favor de todos y cada uno de sus habitantes y no como un rayo fugaz de esperanza, sino como una luz permanente que habrá de esparcir en todas direcciones oportunidades de contento al haberse aprobado una buena reforma energética.