Josefina quiere tomar delantera
Roberto Vizcaíno martes 24, Dic 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
En los hechos, Josefina Vázquez Mota ya se les adelantó a Gustavo Madero, Ernesto Cordero y a quienes pretenden inscribirse en la contienda interna por la dirigencia de Acción Nacional.
Mientras todos ellos intentan mantener un perfil bajo a fin de no provocar su descalificación en el IFE o Trife, la ex candidata presidencial panista ya se les fue a través de lanzar un simple mensaje a la militancia y al país vía Facebook.
Ahí adelanta la autocrítica que pulula entre todos los panistas y que no hizo su partido luego de la derrota del 1 de julio del 2012; ahí recupera el origen del PAN; ahí advierte que la derrota no sólo fue suya y que es hora de que cada quien asuma sus errores dentro del panismo; ahí denuncia que la corrupción y el autoritarismo fueron los ejes del manejo del poder en el sexenio pasado y ahí expone el ideario con el que irá por la presidencia de Acción Nacional.
La dura crítica hacia el presidente Enrique Peña Nieto y al PRI no es nada nuevo. Es apenas una argucia para recuperar la causa que provocó el surgimiento del PAN durante el final del régimen Cardenista. Recordarlo tiene como objetivo rescatar para el panismo de base el motivo central de su nueva lucha.
Las frases sembradas a lo largo de su documento, cuyo título –“La hora de reconstruir al PAN”-es ya una propuesta política, un motivo central de campaña, advierten que Vázquez Mota aprendió ya algo del método político a la mexicana, ese que se debe aplicar para decir lo que no se debe porque el PAN todavía no está formalmente en un proceso de elección interna, pero sí está en los hechos.
“Hoy estamos frente a uno de los momentos más urgentes y decisivos en la historia del partido y también de México. Nos encontramos frente a un México en riesgo de regresión democrática, de pérdida de libertades, de un manejo económico que nos remonta a los años 70. Estamos presenciando y padeciendo la negociación de la ley como camino para lograr propósitos de unos cuantos, para allanar el camino de la corrupción, pero ahora disfrazada de legalidad. Estas son realidades que lastiman y que nuestro partido no puede seguir solapando porque, además de que violan nuestra esencia, amenazan la viabilidad de nuestro país y de millones de mexicanos que no merecen volver a la era de crisis e inestabilidad. Frente a un México en riesgo, no hay tiempo ni espacio para dejar de actuar; es tiempo de hacer lo correcto”.
Vázquez Mota no acusa, sugiere, no denuncia, siembra la suspicacia. No menciona nombres, porque sabe que los enterados no lo necesitan. Todos ellos saben que se refiere a Peña Nieto, a Gustavo Madero y a los líderes de los otros partidos. Usa el lenguaje que gusta mucho a políticos y analistas.
Y advierte:
“No es posible renunciar a ser una oposición real, digna y con agenda sustantiva para México, que construye acuerdos porque así conviene a millones de mexicanos y no sólo por satisfacer intereses de grupo o particulares. El PAN tiene que ser una oposición que, con firmeza y sin complicidad, sea la voz de la ciudadanía; la alternativa sería tanto como renunciar a nuestra esencia y también a un presente y futuro de libertades, renunciar a la exigencia en el cumplimiento de la ley y de la estabilidad. La amenaza a la viabilidad de las familias mexicanas es real. El PAN tiene que ser una oposición que diga sí a lo que realmente salvaguarda y promueve con dignidad y responsabilidad un mejor futuro para los mexicanos y rechazar con energía, con argumentos sólidos y propuestas, todo aquello que esté del lado de la opacidad y que signifique regresión o amenazas para los ciudadanos. Esa y no otra es la esencia del PAN que es imperativo rescatar”.
Con ello hace suyas las críticas que corren por las dirigencias medias de su partido y entre muchos militantes. Recupera la esencia de un PAN opositor.
Agrega:
“Ante cualquier duda, serán los principios quienes darán la luz y la fuerza para actuar. No es tiempo de venganzas ni de más autodestrucción y encono. Sólo hay tiempo para reconstruir al PAN como una institución sólida, con militantes orgullosos de su historia pero, particularmente, del futuro. Los panistas tenemos que recuperar la confianza de la ciudadanía y convencerla de que somos capaces de hacer posible construir un país moderno sin corrupción y con excepcional desempeño económico. Ese es nuestro mandato”.
Con ello se coloca fuera de la disputa interna, sucia, llena de lodo que encabezan por un lado Gustavo Madero y por el otro Felipe Calderón a través de Ernesto Cordero y su tropa de senadores en donde se entreveran desde la hermana hasta los ex empleados que parece que no saben que ya no trabajan para él.
Vázquez Mota advierte que sabe que Calderón y su claque, así como Madero y la suya, tienen una responsabilidad principal en su derrota de julio del 2012 pero afirma que a pesar de eso no tomaría represalias de llegar a la presidencia del PAN. Su objetivo es superior: recuperar orgullo y confianza ciudadana en su partido y presentar de nuevo una opción de poder desde el conservadurismo.
Pero advierte que eso no significa que no vaya a haber purga:
“En el PAN nunca ha habido espacio para las visiones mesiánicas y es claro que las grupales y corruptas deben dejar el partido. La reconstrucción del partido requiere esfuerzo, valor y compromiso; llevará tiempo y habrá reacciones de oposición particularmente de aquellos que perderán prebendas y beneficios. Aun así, es tiempo de actuar y de construir un propósito común”.
Lo demás es promoción propia:
“Estoy orgullosa de mi Partido, de su esencia democrática, de su propósito ciudadano. Estoy orgullosa de decenas de mujeres, jóvenes y hombres, que ayer y ahora, fieles a los principios y convicciones más profundas, actúan sin descanso y, particularmente, sin rendición.
“El partido requiere reconstrucción y un liderazgo fuerte, pero cada uno de nosotros debe elegir su trinchera.
“Sin liderazgo fuerte el gobierno quedara sin contrapeso alguno, lo que, como hemos podido atestiguar, será la fuente de la ruina de millones de mexicanos que, con su esfuerzo, han generado un negocio, un pequeño ahorro y una vida digna. Con un liderazgo fuerte y legítimo, cada uno de nosotros, cada quien en su trinchera, podremos contribuir a que el PAN no sólo recupere su vitalidad, sino que se convierta en una fuerza formidable, capaz de regresar triunfante al poder. Las condiciones están dadas, ahora toca a nosotros hacer nuestra parte”.
En fin, Vázquez Mota plantea la recuperación del modelo panista que se perdió entre las excentricidades de Fox y las obvias, inocultables corruptelas de Martha Sahagún y en el autoritarismo mesiánico de Felipe Calderón.
“Una Patria ordenada exige panistas ordenados, con un ejercicio del poder apegado a las leyes y a la ética, exige disciplina y trabajo, no lealtades de nómina y menos complicidades. Una patria generosa, demanda panistas generosos, solidarios, subsidiarios, capaces de construir y formar nuevos liderazgos, de retomar nuestras convicciones liberales y abrir las puertas del partido especialmente a los jóvenes. Sólo con panistas libres de corrupción, libres del mandato de una nómina, libres por la fuerza de nuestras convicciones podremos con orden y generosidad construir el PAN del futuro que estoy segura nos está aguardando”.
Evidentemente que Vázquez Mota sabe de lo que habla. Ella trabajó para los dos y estuvo sin duda entre los grandes beneficiarios de la nómina Presidencial durante 12 años tiempo en el cual no se recuerda que haya denunciado nada de lo que ahora se queja, lo cual hace pensar que también conoció ahí eso de las complicidades de que habla.
En fin, lo importante es que ya está en campaña, que ya presentó su ideario y su propuesta política para dirigir al PAN
¿O usted qué piensa?