Regular las marchas
¬ Claudia Rodríguez jueves 19, Dic 2013Acta Pública
Claudia Rodríguez
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), se intenta regular las marchas y manifestaciones que de todo tipo se presentan durante todo el tiempo en el espacio y tiempo de la ciudad de México, pero es, sin lugar a dudas, un asunto toral en la vida política del Distrito Federal, más si se da un vistazo crítico tras fronteras nacionales de lo que con una ley similar sucede en tierras trasatlánticas.
En España, una ley para la regulación de manifestantes provocó el pasado fin de semana una revelación insospechada a la misma. En las calles de varias ciudades, pero sobre todo en la capital española, Madrid, miles de españoles se volcaron a las calles para echar abajo una ley, que dicen, lo que intenta es acallar las manifestaciones ante las injusticias de los gobiernos, tanto nacional como locales.
En España, la crisis europea ha golpeado de manera crítica a sus habitantes, dejando a muchos sin acceso a sus trabajos, oportunidad a los mismos, y les ha recortado de tal manera su economía y capacidad financiera que muchos de ellos han perdido todo, incluso su trabajo.
En México, ya Derechos Humanos del Distrito Federal ha dejado en claro que hay aspectos en los que se pueden regular las marchas, pero los hay también en los que no, por propio derecho constitucional.
Entre éstos, es imposible marcar zonas para manifestarse libremente —excepto zonas hospitalarias o de atención médica— o el tener que pedir permiso para tales actos. Es más, Derechos Humanos advierte que a quienes hay que acotar son a los elementos de las autoridades policiacas y de seguridad sobre sus acciones y tácticas y que sólo aquel que delinca dentro de la misma protesta puede ser retenido.
Como se observa, regular las marchas está fuera del orden de los derechos humanos y contravenir este precepto, podría ya como en España, desencadenar en un verdadero descontento social que no vería quién se las hizo, sino quién se las paga.
Miguel Ángel Mancera ha insistido con las autoridades de los gobiernos estatales, en retener y resolver los problemas y solicitudes en cada entidad y evitar enviar en forma de manifestación el problema a las calles de la ciudad de México, pero eso, es prácticamente imposible. Si alguien quiere ser escuchado, el lugar idóneo es el centro político y social de la República mexicana.
Acta Divina…Experto asegura que el ámbito “ideal” para regular las marchas es la Asamblea Legislativa del DF y no el Congreso de la Unión.
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