Forbes: ¿Y qué esperan?
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 18, Dic 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Creo que por el calibre de las decisiones que se han tomado, en este país debemos irnos acostumbrando a vernos cada vez más en el espejo de la prensa estadunidense.
Y para predicar con el ejemplo veamos cómo salimos retratados entre las novedades de la última edición de la influyente revista Forbes: “El top ten de los mexicanos más corruptos”.
La revista publicó una lista de los 10 mexicanos que se perciben como los más corruptos del año, luego de que la organización Transparencia Internacional publicara su Índice de Percepción de la Corrupción 2013 y que ubicó a México en el lugar 106 de 177 naciones, lo que lo coloca como uno de los países más corruptos para el organismo.
El país cayó un lugar (¡chin, qué lástima!), con respecto a 2012, cuando se ubicó en el puesto 105, en la misma medición; sin embargo, entonces participaron 176 países.
En la lista de los percibidos (que no apercibidos) como más corruptos, según Forbes, se encuentra la ex dirigente del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, acusada en febrero de malversar 200 millones de dólares de los fondos sindicales para pagar su lujoso estilo de vida.
Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato de trabajadores de Petróleos Mexicanos, también aparece en la lista; su hija Paulina Romero documentó con fotos en su red social la vida de lujos que le da su padre.
En la lista figura Raúl Salinas de Gortari, quien destaca la publicación es “considerado un símbolo de la corrupción e impunidad”. El hermano del ex presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, pasó diez años en la cárcel condenado por un homicidio político, pero fue absuelto en 2005.
Otro infaltable es el priísta y ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier, quien está en prisión por cargos de corrupción, malversación de fondos, evasión de impuestos y lavado de dinero.
Y completan el elenco políticos (qué raro, también priístas) como Tomás Yarrington, Humberto Moreira, Arturo Montiel y Fidel Herrera.
Hasta aquí van siete de diez. Los otros tres merecen mención aparte porque en Forbes se perciben como los más corruptos del año. Y ahí están Carlos Romero Deschamps, Genaro García Luna y Alejandra Sota, la vocera de un tal Felipe Calderón. Claro, junto con la maestra Elba Esther Gordillo, sólo que ésta ya está en el bote.
El asunto es. Los nombres suenan trillado, como trillado es saber de su vida impune. Con la reforma energética a Romero Deschamps le acaban de hacer una exoneración sumarísima tras la cual casi lo pasean en hombros en el Congreso. Genaro, el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, tuvo el mayor presupuesto asignado a su departamento y su mandato se caracterizó “por un exceso de gasto para la autopromoción y el abuso de poder en los escándalos expuestos por la prensa mexicana”.
Y qué decir de la imberbe Alejandra Sota, que salió buena para lavar dinero del erario otorgando contratos a sus cuates.
Habiendo, pues, de dónde escoger, ¿qué esperan? A lo mejor sí le hacen caso a Forbes muy pronto, aunque sea con un solo caso, pero bien sonado. La terna es muy buena.