¡Qué corruptos!
¬ Claudia Rodríguez miércoles 18, Dic 2013Acta Pública
Claudia Rodríguez
No debería ser necesario que desde fuera de nuestras fronteras geográficas tuvieran que recordarnos que uno de los principales flagelos que minan la sociedad, su propio funcionamiento y desarrollo, es la corrupción reinante entre nuestros políticos y administradores.
Por estos días, la Organización de Transparencia Internacional nos ubicó en el lugar 106 de 177 naciones corruptas, por haber alcanzado 34 puntos de los 100 de calificación en el Índice de Percepción de Corrupción (IPC), es decir, entre más cerca del cero, más corruptos.
Desafortunadamente, eso no es noticia alguna para los mexicanos que la vivimos día a día, es más bien, información confirmada.
Para ejemplificar la información anterior, la revista “Forbes” da una lista de 10 personajes señalados por su alto nivel de corrupción.
En primer lugar ubican a la profesora Elba Esther Gordillo, ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a quien aún se le sigue un proceso por presunción de culpabilidad, pero que se convirtió en el emblema del combate a la corrupción de la administración del gobierno federal.
Aparecen en la lista del top ten de la corrupción nacional, personajes como el líder del Sindicato de Petróleos Mexicanos y ahora senador de la República, Carlos Romero Deschamps, quien ante las reglas de la recién aprobada —y a días del decreto presidencial—, de la reforma energética, va desdibujando su fuerza.
Pero qué decir de la mención de Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública, función que desempeñó durante el sexenio de Felipe Calderón. A él se debe el descontento nacional por la liberación y su inmediato regreso a Francia, de Florence Cassez.
Raúl Salinas, hermano del ex presidente Carlos Salinas o ex gobernadores, como Andrés Granier, Tomás Yarrington, Humberto Moreira y Arturo Montiel son mencionados entre los más corruptos.
Llama la atención, claro, la mención que se hace de Romero Deschamps, quien aún está en activo —pero al parecer a la debacle—, y no de muchos otros, a quienes ahora mismo se les puede señalar como grandes corruptos en activo y que están haciendo un gran daño a la nación.
Si los corruptos se fueran quedando sólo en el pasado, justo ahora estaríamos viendo luz, cuando sólo existe oscuridad en el terreno económico y de seguridad en el país.
Acta Divina… El 15 de noviembre del 2012, en su calidad de presidente electo, Enrique Peña Nieto prometió combatir la corrupción.