La justicia no se logra con buenos deseos ni se imparte a campo raso: Elías Azar
* Especiales, Cd. de México jueves 5, Dic 2013- El presidente del TSJDF rindió su Sexto Informe de Labores, durante el que aludió al estancamiento de los presupuestos judiciales y la inexistencia de autonomía financiera
- “Sin la oralidad pagaremos los costos históricos, cada cual, según su participación”, alertó
Gloria Carpio
El presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), magistrado Edgar Elías Azar, advirtió que antes que cualquier otra prioridad se debe privilegiar ya el tema de la justicia, entendida ésta como obligación primigenia del Estado, y puntualizó que su aplicación no se logra con buenos deseos ni se puede impartir a “campo raso y bajo la sombra de un árbol”.
Al rendir su Sexto Informe de Labores, se refirió a la implementación del nuevo modelo de justicia penal, sobre el que pidió poner manos a la obra, y con el que se lograría una mayor publicidad, transparencia, celeridad, inmediatez y claridad de los juicios. “Sin la oralidad pagaremos los costos históricos, cada cual, según su participación”, advirtió.
El magistrado aludió al estancamiento de los presupuestos judiciales, la inexistente autonomía financiera de los órganos de impartición de justicia y la posición de “regateo y súplica” en las que se coloca a los administradores de los tribunales, lo que conlleva al esquema de la lentitud y el retraso.
Ante los plenos de magistrados y de consejeros de la Judicatura del Distrito Federal, dijo que esta es un llamada oportuna, aunque ya muy comprometida, por los propios tiempos que las mismas leyes señalaron para la entrada en vigor del nuevo sistema de justicia penal, por lo que hizo un llamamiento al trabajo conjunto de autoridades locales y federales.
“Trabajemos juntos todos en este logro, que no es escaso, no es poca cosa, no es algo que pueda mirarse de soslayo; es la impartición de justicia de este país”, recalcó Elías Azar ante el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y el presidente de la Mesa Directiva de la Asamblea, Manuel Granados Covarrubias.
Afirmó que la justicia no se regatea, escamotea o banaliza; es cosa seria –puntualizó- en cualquier sociedad civilizada, y sostén de la gobernabilidad y de la solución pacífica de los conflictos.
Reconoció que la opinión pública, la que califica y manda, seguirá siendo negativa, mientras no se implementen los juicios orales, y comentó que la reforma que los mandata no sólo es legislativa, sino estructural, ya que cambiará el modo de hacer justicia y la percepción ciudadana de sus órganos judiciales.
Elías Azar, recién electo presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos, recordó que los poderes judiciales locales “estamos dispuestos al cambio, pero no podemos solos”.
Dijo celebrar la determinación explícita y clara del presidente de la República respecto a no retrasar la entrada en vigor de la reforma penal, y el hecho de que se haya destinado una importante cantidad de recursos para apoyar la función jurisdiccional en las entidades federativas.
Elías Azar se refirió a la dimensión del trabajo jurisdiccional desempeñado en el TSJDF durante el periodo que se informa. Ingresaron a los diversos órganos jurisdiccionales de primera o única instancia, detalló, 300 mil asuntos, volumen similar al del poder judicial argentino o al de 16 tribunales locales del país, y equivalente al 85 por ciento de toda la carga del Poder Judicial de la Federación.
Añadió que, en los últimos diez años, la carga de trabajo se incremento 20 por ciento, y que en el último quinquenio el Tribunal conoció más de dos millones de asuntos; ello, consideró, dada la relevancia económica, social y política de la Ciudad de México. Pidió considerar, asimismo, que 25 por ciento de la carga de trabajo que se resuelve proviene del interior de la república o de asuntos concurrentes.
Con la presencia del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, y del procurador general de Justicia del Distrito Federal, Rodolfo Ríos Garza, Elías Azar mencionó que ante tales cargas de trabajo se han impulsado políticas judiciales de alto impacto, con el objetivo de hacer más eficiente la administración de justicia.
Mencionó algunos resultados en esta materia: con la mediación, durante el periodo que se reporta, se lograron poco más de 80 mil convenios, lo que representa igual número de asuntos que se atajaron antes de ingresar a la justicia ordinaria del tribunal.
Con la implementación de la oralidad en materia civil y mercantil, abundó, establecida por reformas impulsadas por el propio tribunal y que establecen la inapelabilidad y la eliminación de recursos inútiles, se logró reducir el tiempo de trámite de un asunto de dos años a 60 días. Esto, agregó, ha provocado un decremento en el trabajo judicial en las salas civiles en 31.5 por ciento, que sumando al decremento en la primera instancia arroja un 41 por ciento.
Aludió a las políticas coordinadas entre el ejecutivo local y el TSJDF, en absoluto respeto a las facultades constitucionales de cada cual, mismas que permitieron que en el Distrito Federal se hayan dictado las primeras sentencias en materia de trata de personas y de extinción de dominio.
El magistrado comentó que, atendiendo el reclamo social de atención a los delitos de alto impacto, el promedio de penas impuestas por el tribunal a quienes clara e incuestionablemente han sido responsables de ilícitos como el secuestro es de 50 años. “Tenemos conciencia clara de que no se trata de elevar penas ni aplicar sanciones sin razón”, aclaró.
Asimismo, insistió en la importancia de la Justicia para Adolescentes; reconoció que ésta se resuelve “muy precariamente”. Respecto al tema de Ejecución de Sanciones Penales, dijo que se desenvuelve, pero no se desarrolla correctamente por carencia absoluta de medios para ello.
Respecto al proyecto de conformar una ciudad judicial y administrativa, recordó que el poder judicial ya dio el primer paso, pero aclaró que para la consolidación de éste se requiere la ayuda e intervención del ejecutivo local. No es, dijo el magistrado ante el jefe de gobierno Mancera Espinosa, una fantasía ni un capricho; es una necesidad para nuestra inagotable ciudad con demandas también inagotables.
Por otra parte, el magistrado refrendó el compromiso del TSJDF con los derechos humanos, y pronunció la “más amplia adhesión” a las responsabilidades del ombudsperson capitalino, Perla Gómez Gallardo.
Al término del evento, DIARIO IMAGEN saludó a varios jueces como Ana Mercedes Medina Guerra (41 Civil de Primera Instancia), José Luis De Gyves Marín (55 Civil de Primera Instancia), Jaime Armendáriz Orozco (26 Civil de Primera Instancia, Agapito Campillo (28 Civil de Primera Instancia), Miguel Ángel Robles (29 Civil de Primera Instancia) Minerva Tania Martínez Cisneros (Primero Civil Proceso Oral) María de Lourdes Rosas Vargas (24 Civil Cuantía Menor), Salvador Ramírez (3 Civil Proceso Oral), quienes coincidieron con el presidente magistrado Edgar Elías Azar que ante las cargas de trabajo se han impulsado políticas judiciales de alto impacto.