La inteligencia como herramienta
Francisco Rodríguez miércoles 4, Dic 2013Índice político
Francisco Rodríguez
Dice Vicente Fox que “todos espían”. Mal de muchos… que lamentablemente es cierto. En esta época, todos o casi todos tienen su propio C-4, cual tecnocráticamente se bautiza a los centros de espionaje.
Los tienen las potencias. Aquí en México varias, múltiples áreas y/o dependencias de la federación, por supuesto.
Los gobernadores. Uno que otro alcalde de ciudad importante. Jefe de gobierno y delegados en el DF.
Empresas, bancos, muchos particulares. “Todos espían”. Los motivos y objetivos, empero, son diferentes en cada caso.
Podríamos decir que, en cuanto a los espionajes de las distintas áreas gubernamentales, han involucionado: de la seguridad nacional, al chisme de alcoba. Hubo un tiempo, es cierto, en el que los servicios de inteligencia gubernamentales tenían un destino superior: la seguridad del Estado.
Personaje prototípico de aquella época es Fernando Gutiérrez Barrios, a quien muchos conocíamos como Don Fernando, a quien no pocos temían, de quien muchos guardamos muy buenos recuerdos. Controvertido. De luces y sombras. Durante casi 40 años, Gutiérrez Barrios sirvió al Estado desde muchas trincheras. Destacó en todas. Militar, padre de la inteligencia mexicana, candidato a puestos de elección popular, secretario de Gobernación.
Sólo le faltó incursionar en el campo de la diplomacia, no obstante que Carlos Salinas le ofreció una embajada cuando, en el peor de los momentos, se deshizo de él a principios de 1993.
Se retiró como deben retirarse los toreros, según escribió en su carta de renuncia.
Ernesto Zedillo, por su parte, lo persiguió por la osadía de haber sido mencionado como posible candidato presidencial, tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio, como persiguió a otros —Fernando Ortiz Arana, por ejemplo— que habían sido considerados en aquel momento. Estorbaban los planes que para él, para Zedillo, había diseñado José María Córdoba Montoya, a espaldas de Carlos Salinas de Gortari.
¿QUIÉN HACE SU TAREA?
México, hoy carece de inteligencia. La desmantelaron los panistas.. Nunca previeron, por ejemplo, el movimiento de la CNTE. Sus alcances. Cómo se ha ido extendiendo. Tampoco los recientes ataques terroristas a instalaciones de la CFE en Michoacán. Un par de ejemplos. Entre muchos, pues.
No hay hoy quien haga la tarea que bien desempeñó Don Fernando. Hoy no hay quien, cual aconsejaba Nicolás Maquiavelo, “se transforme en zorro y en león. Porque el león no sabe protegerse de las trampas, ni el zorro protegerse de los lobos. Hay pues que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos”.
Gutiérrez Barrios sí fue el maquiavélico zorro, el maquiavélico león. En el Cisen, por ejemplo, donde cobra uno de los señores Imaz —el que no se lleva el dinero en bolsas de plástico-, hay agrónomos y veterinarios habilitados como espías.
Avances tecnológicos para espiar hay muchos. Lo comentamos ayer en este espacio. Pero no hay quien los analice. Quien haga prospectiva con los datos intervenidos. ¡Vaya, si no es por Snowden, ni siquiera se dan cuenta de que los espías son espiados!
¿Será casualidad? Desde 1993, año en el que Gutiérrez Barrios se retiró oficialmente de las tareas de seguridad, el país y, sobre todo sus gobiernos, han ido perdiendo a grandes trancos la gobernabilidad.
Asesinatos políticos. Guerrillas. Violencia desatada por grupos criminales sobre los que no se tiene ningún control. Nombre usted el problema. Ha faltado inteligencia —de las dos— para evitar su estallido o, cuando menos, encontrarle solución.