El “bullying”
¬ Augusto Corro martes 3, Dic 2013Punto por punto
Augusto Corro
Esa práctica deleznable del “bullying” sigue presente en las escuelas y todo hace suponer que continuará indefinidamente.
¿De qué hablamos? Pues del “acoso escolar o maltrato físico entre y hacia los estudiantes”.
La víctima de esas prácticas nocivas sufre burlas, golpes y una agresión constante física y sicológica que afecta a la dignidad de las personas. Esos ataques los padecen las personas con nulas o pocas posibilidades de defensa. El denominado “bullying” se practica desde tiempos inmemoriales con la aceptación de una sociedad pasiva que lo permite.
Salvo en casos importantes, el acoso, la discriminación y los malos tratos entre los escolares permanecen escondidos.
El drama que ahora nos ocupa es el de Angelina, de 16 años, que fue golpeada por sus compañeras en la escuela Secundaria Técnica número 42, ubicada en Tepito.
La menor es de origen mixteco y su condición de indígena ha sido determinante para ser el blanco de burlas y agresiones. La semana pasada, la joven fue golpeada por sus compañeras e inclusive le arañaron la cara. El caso llegó a conocimiento de las autoridades y ya se realiza una investigación.
Fue diferente el destino de un niño poblano, de 9 años, acosado por sus condiscípulos: cansado de las agresiones se suicidó.
Hortensia Vázquez, la madre del menor, declaró que su hijo era agredido por compañeros y los directivos escolares no se mostraron preocupados por el problema.
El hecho ocurrió en una escuela del municipio rural de Zacatlán, Puebla. En los últimos días de octubre, Antonio de Jesús, de 12 años, del primer año de secundaria, fue golpeado por sus compañeros. El agredido quedó en estado de coma por algunos días.
Supuestamente se cuenta con normas para prevenir, detectar y atender el “bullying”; pero nadie sabe dónde, cuándo y cómo se aplican. No es agradable saber que en México seis de cada diez niños sufren violencia en sus escuelas.
DENUNCIA DEL CARDENAL
La extorsión que practican los grupos delincuenciales llegó hasta la cúpula de la iglesia católica.
El cardenal Norberto Rivera Carrera denunció que fue testigo de llamadas del crimen organizado que les exigía una cuota de 60 mil pesos para no hacerle daño a él, a sacerdotes y a seminaristas. Dijo el religioso que “la semana pasada, estábamos reunidos ahí en el seminario, en nuestro seminario, varias veces llamaron. Se identificaban como de La Familia Michoacana.
“…porque querían, para empezar, porque si no matarían a alguno de nosotros, querían para empezar 60 mil pesos. Y si empieza uno a pagar, pues ¡ya se hizo cliente!”, señaló el jerarca católico.
También se refirió a la violencia que se vive en México y que “muchas veces se engendra ahí en la propia familia”.
Reprobó, además, los modelos de violencia que se ven en la televisión, pues manifestó que “estos tienen reflejo en la vida cotidiana de una sociedad que prescinde de valores éticos, morales y religiosos”.
El que siembra viento cosecha tempestades y “si a nosotros nos encantan esos programas violentos, bueno, eso es lo que nos dan, y nosotros nos vamos haciendo insensiblemente más violentos”.
Concluyó: “seguir soportando los modelos de violencia que se difunden a nadie ayuda. Nosotros mismos nos estamos agrediendo”.
CUE Y LAS MOVILIZACIONES
Para nadie es un secreto que el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, no ha podido resolver el sinnúmero de problemas que surgen diariamente en esa entidad.
El origen de los conflictos es diverso. Inclusive se ha dicho que el propio mandatario estatal promueve o apadrina las manifestaciones, plantones, bloqueos y paros. Las autoridades federales deben investigar esa singular manera de gobernar de Cué, quien no se limita en proporcionar recursos económicos a organizaciones sociales que se mantienen en protestas permanentes. De ser cierto lo anterior, las manifestaciones en Oaxaca, principalmente en su capital, tendrán varios años de vida.