El pacto no es a fuerza: Peña
Roberto Vizcaíno viernes 29, Nov 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- El Presidente de México reaccionó de inmediato ante el anuncio de la salida del PRD del pacto
- Con esta decisión Los Chuchos dejan fuera a la izquierda de la toma de las grandes decisiones
- Miguel Ángel Mancera llegó y salió a la UNAM entre aplausos estudiantiles, muy distinto de otros
Luego de la abrupta salida del PRD del Pacto por México, uno de los primeros en reaccionar y fijar posición fue el presidente Enrique Peña Nieto, quien desde Ojinaga, Chihuahua, les dijo:
“Hemos sido claros, invariablemente, con quienes participamos en este acuerdo político de que no necesariamente debiéramos encontrar siempre unanimidad, pero sí el consenso suficiente, el respaldo mayoritario en lo que debemos cambiar, en lo que coincidimos y sea para beneficio del país. Esa es la ruta de trabajo que hemos seguido en este primer año de gestión.
“Todas las voces merecen ser escuchadas, pero en democracia o como debe ser sin duda, debe privilegiarse la voz de la representación que tenga mayoría, aquella, en la que haya un mayor consenso”.
¿Así o más claro?
Peña Nieto habla de respaldos mayoritarios no unificados, habla de representaciones mayoritarias que son normales en la democracia pero no de acuerdos unísonos, totales, absolutos. Es decir, nada a fuerzas.
Ya durante una gira en Colombia para un encuentro con jefes de Estado, Peña Nieto había advertido en mayo pasado que el pacto tenía fecha de caducidad: esa la determinaría la conclusión de sus 95 acuerdos iniciales.
La reacción entonces le hizo recular un poco, pues los partidos de oposición participantes en el pacto, entre ellos el PRD, se sintieron afectados.
Pero desde mayo a la fecha PAN y PRD han jugado, amagado, presionado con salirse de este mecanismo en caso de que el PRI y el gobierno de Peña Nieto siguiera adelante con la reforma hacendaria y con la reforma energética. Finalmente, la hacendaria fue aprobada mayoritariamente por PRI y PRD, y PAN se quedó dentro del Pacto.
Ahora se sale el PRD porque lo que plantean finalmente las reformas política y energética no se ajusta ciento por ciento a sus deseos. Mal asunto para el PRD, porque abandona un mecanismo en el que compartía con los otros dos la toma de decisiones de Estado, y de alguna forma cogobernaba junto a PAN y el gobierno.
Algo que ni siquiera pensaron hacer luego del desastre de las elecciones de julio de 2012 donde perdieron de nuevo la Presidencia de la República y vieron disminuida sustancialmente su presencia en el Senado y en la Cámara de Diputados al tiempo que perdieron varias gubernaturas.
Estar dentro del pacto negociando y elaborando las reformas estructurales, sí era, es una cesión de poder del presidente Peña Nieto. Con esa cesión el mexiquense los había metido a Los Pinos.
¿Y ahora?
La historia política y de manejo de poder de Peña Nieto lo advierte como un político que no acepta presiones. Va a ser difícil que a estas alturas, como Presidente de la República, cambie.
Menos cuando las dos reformas que faltan están casi casi terminadas y negociadas con el PAN.
Ambas tienen cambios a la Constitución y por lo tanto requieren de mayorías calificadas:
Es decir, en la Cámara de Diputados con 500 miembros su aprobación necesita de 334 votos y las bancadas del PRI (con 212 diputados) más el PAN (con 114), la del PVEM (con 29) y la de Nueva Alianza (con 10) dan un total de 364 votos. Ahí ambas reformas pasan.
– Y en el senado con 128 integrantes se necesitan 86 votos y ahí el PRI (con 54 senadores), el PAN (con 38), el PVEM (con 7) y el Panal (con 1) suman 100 votos cerrados. Ahí también pasa.
Esta misma composición se repite en prácticamente todos los congresos locales así que la aprobación de estas reformas en 17 congresos estatales es casi un hecho.
¿Entonces que le queda al PRD? Pues hacer marchas y mítines durante los siguientes meses… y añorar cuando participaban en la toma de decisiones y del poder dentro del Pacto por México.
Claro que pueden regresar. ¿Cuántos días, semanas tienen de gracia? No muchos eh!. Luego de la aclaración de Preña Nieto en Ojinaga quizá apenas tengan horas.
COMO CON SALINAS
Hoy paradójicamente se presenta un escenario similar –no igual; las circunstancias son muy distintas– al vivido por allá de1989, cuando Carlos Salinas pactó con Luis H. Álvarez y “El Jefe” Diego Fernández de Cevallos –surgió ese mote porque así le decía Salinas–, y casualmente la secretaria general de ese partido que hoy es la misma Cecilia Romero para avanzar juntos en las reformas que requería México.
Hoy si el PRD se sale, dejaría que de nuevo hubiera un acuerdo entre el gobierno (el PRI) y el PAN para avanzar con las reformas que requiere el país.
Hay que recordar que una vez aprobadas las reformas, tienen que negociarse y aprobarse las leyes secundarias, que son las que les dan organicidad y viabilidad frente a la sociedad.
Así que lo que viene en cuanto a negociaciones políticas durante 2014 no es menor.
Pésimo sería que el PRD optara por tomas de tribuna y por irse a la calle con marchas y mítines, violencia urbana, que les dejó un muy mal saldo durante los 6 años del gobierno de Felipe Calderón.
No hay que olvidar tampoco que en 2015 habrá renovación de 500 diputaciones federales, unas 14 gubernaturas y cientos de alcaldías y diputaciones locales y presentar una imagen de intransigentes y violentos podría ser fatal sobre todo cuando van a tener que compartir clientelas con Morena de Andrés Manuel López Obrador.
En fin, es posible que mi análisis sea incompleto, a lo mejor sesgado, pero no veo hoy un buen panorama para este PRD encabezado por “Los Chuchos” y tan golpeado por su disidencia interna. Por más que le busco no encuentro tampoco una base clara para su salida del Pacto. No sé cuál su beneficio.
En las reformas en que participaron –la educativa, laboral, de telecomunicaciones, y hacendaria–, lograron introducir importantes como antiguas aspiraciones sociales de la izquierda.
Lo otro sería que esta salida fuese sólo una jugada convenida ante la reforma energética, para regresar luego a otras negociaciones. Así se deslindan de los ataques y descalificaciones internas, sobre todo de AMLO. Y lo que tenían que negociar dentro de la política, pues ya está avanzado.
Vamos a ver. Lo otro les traería un gran costo.
MANCERA Y LA UNAM
Desde el 68 la UNAM ha sido un reto para los gobernantes y políticos. Comunidad con ideología y estudios, los universitarios no se dejan ir fácilmente tras nombres y prestigios. Uno de excepción ha sido el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Es en Ciudad Universitaria donde ha realizado los eventos y concentraciones más numerosas. Ni AMLO lo ha superado, pues en una de las últimas visitas el tabasqueño se llevó por ahí un botellazo cercano.
Es en este contexto en que ahora el jefe de gobierno capitalino Miguel Ángel Mancera, tuvo una de las mejores recepciones con una concentración estudiantil no sólo abigarrada sino solidaria. Ello ocurrió durante el acto en que Mancera y el rector José Narro suscribieron un acuerdo por el cual el gobierno capitalino entregó 5 predios a la UNAM para beneficio de su labor docente.
Mancera y Narro confirmaron así la estrecha, cordial y provechosa relación entre el GDF y la UNAM, tejida quirúrgicamente por el mandatario capitalino y reforzada por el entusiasmo de los alumnos, al grado de que 700 de ellos colaborarán en un programa de alfabetización a adultos mayores en la ciudad de México.
Como no podía faltar, el evento vivió el tradicional “Goya”, encabezado por Mancera y Narro para sellar su estrecha relación.