El enredo de Calderón
¬ Juan Manuel Magaña jueves 28, Nov 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Hace unos días, uno de esos columnistas que se la pasó el sexenio anterior quemándole incienso a Calderón (y a su súper policía Genaro García Luna), celebraba que ahora Felipe supiera gozar en Estados Unidos de su nueva vida como “académico”, como “jubilado”, dejándose caer en el sexto juego de la Serie Mundial.
Celebraba que el ex inquilino de Los Pinos no estuviese ahora retorciéndose en las llamas del infierno moral o legal al que lo condenan sus críticos, que lo acusan de que él “disparó la deuda pública, sumó 7.3 millones de pobres, consintió la corrupción y la mala calidad educativa y es responsable de 100 mil muertos y 25 mil desaparecidos por su fallida guerra contra el narco”.
El columnista veía a un Calderón que también se ve a sí mismo orgulloso de su propia versión en 2013.
De tal suerte que ese “jubilado” satisfecho de su ombligo tuvo por estos días un lance discursivo motivado por el hecho de que no le gusta nada lo que ve en su país. Dijo, palabras más, palabras menos, que los grupos criminales se están apoderando de las instituciones.
Pero al feliz “académico” le ha llovido. Su hermana es repudiada por michoacanos entre quienes quiere meter cizaña. Su ex vocera está en capilla señalada de evidente corrupción. Y seguramente nuestro personaje leyó en la prensa que en Los Pinos tomaron nota de su lance y se habrá enterado también de la respuesta que su dicho tuvo por parte de un peso completo como lo es el diputado Beltrones.
Entonces nuestro satisfecho “jubilado” tuvo que recular. En una carta enviada a un diario, aclaró que su señalamiento no implica una acusación directa al gobierno de Enrique Peña Nieto.
Sostuvo que en la entrevista con el diario Color ABC de Paraguay él señaló que el avance de los criminales se dio en la última década.
Pero, ¿qué creen? Que él dice que sus palabras fueron descontextualizadas y parece que esa situación se imputa de manera particular al gobierno de Peña Nieto.
Se trata de “una explicación del proceso que ha vivido México desde la última década”, señaló nuestro retorcido “académico”. Y continuó: “Sin embargo, la transcripción fuera de contexto de alguna expresión ha hecho leer a quienes siempre buscan alguna suspicacia, que hacía yo alguna imputación al actual gobierno, lo que no es el caso”.
De todo el enredo que se trae este “académico” satisfecho y “jubilado” feliz hay que extraer algunas conclusiones. La primera salta a la vista: tácitamente admite que los criminales tomaron las instituciones mientras él comió y bebió en Los Pinos, seis de los últimos diez años. Y como es así, entonces sabe que mientras ahí se durmió, en el país hubo una fallida guerra contra el narco que costó 100 mil muertos y 25 mil desaparecidos.
La que su columnista menciona a la ligera. Ahí mismo en la entrevista con el diario paraguayo, Calderón describe muy bien su propio fracaso: “los grupos criminales acabaron con la seguridad y, con su poder sobre la policía, extorsionan, secuestran empresarios, exigen cuotas a las tiendas de la esquina, cobran protección a comerciantes, ganaderos y matan periodistas”.
Tiene bien claro cómo los narcos “se estaban pasando a otras actividades ilícitas, por ejemplo, secuestrar, extorsionar, establecer cuotas de protección, prácticamente esquilmando a la sociedad”. Me pregunto que si tiene claro el daño que le hizo al país, ¿cómo es posible que ahora se ande con semejantes enredos? Sería mejor para él seguir como jubilado y académico feliz, leyendo a su columnista favorito.