Reforma energética
Ramón Zurita Sahagún lunes 25, Nov 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los tres principales partidos políticos nacionales (PAN, PRI y PRD) aprovechan el tiempo, antes de concluir el año, para efectuar sendas reuniones partidistas, con apuestas para analizar algunos de los asuntos pendientes.
En el caso de los priístas, su reunión llevó como punto de arranque el que sus nuevos consejeros nacionales asumieran el encargo.
Para los panistas, la reunión del próximo sábado tendrá como propósito clarificar los pendientes sobre la forma en que funcionará la elección de la dirigencia nacional del partido, con el método nuevo de que todos los militantes podrán participar en la elección del presidente.
Los perredistas son los que se fueron más a fondo en su congreso nacional, celebrado en Morelos, uno de los estados gobernados por uno de sus militantes (Graco Ramírez).
Para los consejeros del partido del sol azteca, la reunión fue fructífera, ya que en ella se aprobaron algunas medidas que impactarán en el futuro del organismo político.
Las reuniones de priístas y perredistas muestran un lado antagónico, ya que los tricolores manifestaron su confianza en la aprobación de la reforma energética, la que César Camacho, presidente nacional del PRI aseguró, estará vigente en poco tiempo.
Es necesaria e indispensable, dijo el priísta, ante sus consejeros, ya que permitirá mejorar la calidad de vida de todos los mexicanos.
Estos cambios permitirán reducir los costos de los energéticos y ampliar las ventanas de oportunidad para la generación de energía limpia, aseguró César Camacho.
Pero lo que los priístas advierten como algo de simple trámite, los perredistas lo ven con otros ojos y condicionaron su permanencia en el Pacto por México, a que no se apruebe la reforma energética o, cuando menos, como se presentó la actual iniciativa presidencial.
Ante esto, los perredistas iniciarán la próxima semana una campaña informativa dirigida a las petroleras internacionales que tienen la intención de invertir en México, para que consideren los riesgos de hacerlo sin el aval de la sociedad.
Dentro de la reunión partidista se criticó la intención del PRI y de un grupo de panistas de sacar la reforma con gran rapidez, antes de que termine el actual período ordinario de sesiones.
Las dos posiciones quedaron ratificadas durante las reuniones partidistas, por lo que habrá que darles seguimiento y esperar para ver cuál de las dos es la que se impone.
CANDADOS
En la reunión perredista se aprobó quitar el candado que impedía al dirigente nacional buscar un segundo período al frente del partido, por lo que ahora todos los ex presidentes podrán participar en la siguiente contienda y anhelar la posibilidad de encabezar al organismo político por un nuevo período.
La votación que eliminó el candado que impedía la reelección dentro de la presidencia del partido se puede considerar histórica, ya que fueron emitidos 751 votos a favor de la enmienda, contra 42 sufragios que se oponían a ello. Como siempre, no faltó el prietito en el arroz, ya que esos votos representan menos de la mitad de los mil 668 participantes en la reunión, lo que muestra que varios de ellos solamente fueron, pasaron lista y se ausentaron del evento.
De esta forma, en marzo próximo quedará definido el nombre del próximo dirigente del partido, aunque habrá que ver cuáles de los ex presidentes deciden contender por el cargo nuevamente.
Hasta el momento, son tres los aspirantes abiertos que buscan suceder a Jesús Zambrano Grijalva.
Carlos Navarrete, Carlos Sotelo y Marcelo Ebrard, son quienes abrieron sus aspiraciones y buscan convencer a sus militantes y grupos, para que los respalden en la contienda interna.
El primero y el tercero son quienes cuentan con el respaldo necesario para ello, considerándose al segundo como un simple aspirante testimonial, que busca ubicarse como una carta fuerte del partido.
Navarrete ya fue senador y coordinador de sus compañeros en la pasada legislatura, a la que también perteneció Sotelo y cuenta con una amplio currículum que le ha permitido asistir a la Cámara de Diputados en varias ocasiones, además de ser candidato derrotado al gobierno de Guanajuato y secretario del Trabajo en el gobierno capitalino.
Marcelo cuenta con un historial más amplio, aunque también en su contra actúan el que es el cuarto partido en que se ubica.
Ebrard empezó como priísta, siguió como diputado del Partido Verde, aunque se declaró independiente, luego aspiró a otro cargo de elección popular por el Centro Democrático y finalmente se alineó con el Partido de la Revolución Democrática.
Marcelo se encuentra engallado e irá con todo por la dirigencia partidista, ya que sus proyectos no le han salido en los últimos tiempos y su futuro se advierte desdibujado de no alcanzar dicha posición.
Su propósito de contender por la Presidencia de la República se vio frenado, cuando aceptó competir en una encuesta en contra de Andrés Manuel López Obrador, quien le quitó las posibilidades.
Ante esto, Marcelo decidió continuar como jefe de gobierno del Distrito Federal y desechó la posibilidad de competir por otro cargo de elección popular, como pudo haber sido el Senado de la República.
Marcelo terminó su gestión para la que fue electo, algo que pocos políticos hacen y cuando esperaba reconocimientos por ello, fue sumamente criticado, es decir le salió el tiro por la culata.
Luego de terminar con su encomienda de jefe de gobierno, Ebrard procedió a darse unos meses de vacaciones, para descansar, pero cuando intentó recuperar sus activos, la situación era distinta.
Ahora le cuesta trabajo encontrar el respaldo necesario que le permita alcanzar su propósito de dirigir al partido en que milita.