Uso electoral de la pobreza
Francisco Rodríguez viernes 4, Jun 2010Índice político
Francisco Rodríguez
HACE UN PAR de años, el ex consejero ciudadano del IFE, Jesús Cantú, publicó un artículo intitulado “La Disputa por los Pobres”, que guardé y hoy quiero compartir con usted. Viene al caso por las denuncias que en Oaxaca y Veracruz se han enderezado contra la fallida administración de Felipe Calderón, por el uso electoral de la pobreza: “Durante el sexenio foxista la designación de los delegados federales no fue objeto de discordias ni disputas, porque el gobierno federal decidió consultar la designación de éstos con los gobernadores; pero con la llegada del actual gobierno y la visión político-electoral del presidente Felipe Calderón, las cosas cambiaron, pues los delegados retoman parte del papel que desempeñaban en los regímenes priístas.
“En los gobiernos priístas las funciones de las delegaciones eran principalmente políticas y menos operativas y vinculadas a la naturaleza de la dependencia. Entre otras tareas que cumplían las delegaciones se encontraba la que hoy surge como el gran tema de discusión, el uso de la política social y el combate a la pobreza para asegurar el voto de los más necesitados. Este uso alcanzó uno de los momentos de mayor esplendor durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, con el Programa Nacional de Solidaridad, que les permitió recuperar el control absoluto del Congreso, en 1991, y mantener la Presidencia de la República, en 1994.
“Su sucesor, Ernesto Zedillo, tuvo que limitar los alcances de dicho programa, al que rebautizó como Progresa, que se limitó a las áreas rurales.
“Fox volvió a ampliar el ámbito de acción del mismo y lo rebautizó como Oportunidades, por decisión propia (o de la titular de la Sedesol, Josefina Vázquez Mota, o del titular del programa, Rogelio Gómez Hermosillo) limitó su uso político-electoral, al menos desde las más altas instancias del gobierno federal, con lo cual fueron directamente los operadores en los estados, municipios y hasta en las mismas comunidades, los que sacaron provecho en ese sentido. Después de las controvertidas y disputadas elecciones del 2006, varios fueron los estudios que mostraron que en un buen número de las comunidades con apoyo de Oportunidades no había ganado el PAN.
“Pero el actual gobierno federal pretende revertir esa tendencia y retomar el uso político de las delegaciones; por ello, desde el inicio del sexenio decidió designar a connotados panistas en las mismas. Y por ello, también decidió modificar la reglamentación de Sedesol para el presente año (2008), para que sean únicamente los delegados, sin el consenso de los gobiernos de los estados, los que definan el destino de los recursos para la atención de los pobres. Esta modificación avivó la inconformidad de los gobernadores priístas, lo que incluso se tradujo en el retraso en la firma de los convenios con los estados y rezagos en el ejercicio del presupuesto del presente año (otra vez, 2008)…”.
No pierde vigencia lo escrito por Cantú hace un par de años.
Porque hablar del tema electoral es recordar una parte de nuestra historia política, donde se cruzan los vectores de violencia y pobreza. Y no es historia. Es presente que el ocupante de Los Pinos acredita con clientelismo, compra y acarreo de votantes, manipulación del voto y, pese a todo el dinero que hemos tirado a la basura los contribuyentes, a la falta de un sistema electoral con un enfoque de justicia social que impida la reproducción de la pobreza y la violencia en regiones cada vez más amplias del país.
Eso hace Calderón con los recursos de los contribuyentes destinados al combate de la pobreza y también a la violencia. Los usa hoy para ¿beneficio? del PAN.
Más de lo mismo, pero peor ¿no cree usted?
Índice Flamígero: Otra del caso “Guardería ABC”: apenas el 7 de abril, el colega sonorense Francisco Arenas Murillo dio a conocer que en el fideicomiso número F/258156, de fecha 3 de julio del 2099, celebrado entre el gobierno del nocivo politicastro Eduardo Bours y el Banco HSBC, para hacer frente a las muy posibles demandas de los padres de aquellos niños a los que la corrupción mató y quienes dejó afectados física y psicológicamente de por vida, ¡¡¡sólo tiene depositado $1.00 (un peso 00/100MN)!!!, esto es, la “aportación inicial” y sólo eso… cuando la administración de quien se avergüenza de también apellidarse Robinson había declarado -y publicado en su Boletín Oficial del 23 de junio del año pasado-, que dicho fideicomiso sería de 67 millones de pesos. ¿Dónde están los 66 millones 999 mil 999 pesos “desapareciditos”? ¿También se los llevó Bours? Niños asesinados y, además, burlados y robados post-mortem.