¿Quién defiende a los niños?
Luis Muñoz lunes 18, Nov 2013Segunda Vuelta
Luis Muñoz
Eso de que se ha ido generalizando el maltrato a la niñez en México, no es nuevo y tampoco sorprende. Se ha vuelto cosa común porque quienes cometen este atropello rara vez reciben una sanción.
Entonces. No se trata de denunciar lo ya sabido, sino de hacer que las leyes, si existen, se apliquen con todo el rigor, como en el caso de las mujeres.
Por supuesto siempre hemos estado en contra del maltrato a la mujer, pero en el caso de los niños es diferente.
Son más vulnerables, están más indefensos, precisamente por su condición de pequeñas criaturas. La mujer, como sea, tiene la posibilidad de defenderse más que los menores.
¿Quién no conoce o tiene como vecino a alguien que maltrata a un menor porque llora o simplemente porque es la víctima propicia para descargar en él sus frustraciones o sus complejos?
Nadie denuncia. Y si lo hacen, la policía siempre tiene el argumento de que es “su hijo” y con él pueden hacer lo que sea.
¿Y los derechos humanos?
Ellos no tienen derechos de ninguna especie.
Los padres, tíos, abuelos o cualquiera que esté a cargo del menor, lo dejan sin comer, lo torturan con música a todo volumen, y cuando el niño o la niña tienen sed le dan cerveza o licor, no importa si tiene un año o dos de edad.
¿Quién protesta?
Qué autoridad está enterada siquiera de eso que para muchos es tan común y para otros (las autoridades) como si eso no existiera. Como si los niños y niñas indefensos estuvieran siempre en un “lecho de rosas”.
Algo se tiene que hacer. Pero ya. No bastan los buenos deseos.
¿O no, señores legisladores?
La presidenta de la Comisión de Derechos de la Niñez, diputada Verónica Beatriz Juárez Piña (del PRD), advirtió que el problema del maltrato hacia la infancia “se ha ido generalizando en México, tanto en la familia y la escuela como en algunos medios de comunicación”. Y dijo que ante este fenómeno, el Poder Legislativo está decidido a dar respuesta. Pues a ver cuándo, porque ya se tardaron.
En los próximos días, aquí en este espacio, plantearemos la problemática que implican las escuelas de tiempo completo. Un verdadero problema, que tampoco las autoridades valoran ni han logrado medir en su justa dimensión.
LOS AMOS Y SEÑORES DE LAS BANQUETAS
Al diputado ecologista Jesús Sesma Suárez y también presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la ALDF, le preocupa la contaminación del Parque México, pero mejor debería encaminar su interés y esfuerzo porque el delegado de la Cuauhtémoc, Alejandro Fernández —el corrupto, no el cantante—, mantenga limpia toda la zona donde se ubican los vendedores fijos y semifijos de su demarcación.
Pero no lo hace seguramente porque sabe que “El Potrillo” —el corrupto, no el cantante— ni en cuenta lo va a tomar.
Dicen los comerciantes establecidos que sus competidores desleales se sienten dueños y señores de las banquetas y nadie, que no sea autorizado por ellos, puede estacionar su vehículo allí. ¿Y sabe usted por qué hacen su santa voluntad?
¡Claro! Porque representan un ingreso que va directo a los bolsillos de los funcionarios de la Cuauhtémoc que encabeza Fernández —el corrupto, no el cantante—. Por supuesto, eso no sucedería si no se tratara de una suma nada despreciable.
Se calcula que por ese “concepto” se embolsan unos 10 milloncitos de pesos diarios.
¿Qué le parece? ¡Fabuloso! ¿O no? Pero quien pone orden. Nadie. Comerciantes establecidos afuera del Metro Revolución comentan que los automovilistas particulares no pueden estacionarse allí. La advertencia de los vendedores que están sobre la banqueta es clara y contundente: “No respondemos si rayan su carro o le ponchan una llanta”.
¿De qué se trata, señor delegado? ¿Se le subieron a las barbas los vendedores?
Por supuesto que no. Simplemente los deja hacer y ya se sabe por qué.