Puerto Rico, ¿dependencia o independencia?
¬ José Antonio López Sosa miércoles 13, Nov 2013Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
San Juan, Puerto Rico.- Me parece injusta la acusación que desde diversos puntos de América Latina se lanzan a Puerto Rico por su carácter de “Estado Libre Asociado de los Estados Unidos”.
Si bien es cierto que el hecho de no ser un estado de los Estados Unidos de América los pone en una amplia desventaja dentro de aquel país, también debemos notar que la historia de esta isla a diferencia de otras naciones del Caribe, pasó del dominio español al dominio estadounidense sin que existiera un período donde se gestara un verdadero proyecto de nación.
Existen voces que claman la independencia de Puerto Rico desde hace décadas, el hecho no es solamente el querer ser independientes, sino vislumbrar cómo Puerto Rico podría erigirse como nación.
Es clara la ventaja que sacaron los Estados Unidos en este territorio, sobre todo con fines bélicos, es notorio también cómo Puerto Rico sirve como fuente de alimentación para el ejército estadounidense –a través de soldados de estas tierras—y también es explícito, que los Estados Unidos no desean incorporarlos como un estado más de su República.
La clase política en Puerto Rico y la sociedad en general se detuvo en un momento de su historia, el estar asociados a los Estados Unidos los hizo frenar su productividad y por ello, tener mayor dependencia.
Después de estas décadas de historia reciente, me parece que lo más conveniente para Puerto Rico es clamar porque sean reconocidos como un estado más de la Unión Americana, de lo contrario deberán trabajar en un proyecto de nación a mediano y largo plazos, luego entonces buscar independizarse —en caso que ese fuese el objetivo—.
A la distancia resulta fácil acusar a los boricuas de vende patrias o de débiles ante el imperio, sin embargo al ver de cerca su historia, el proceso colonial que vivieron desde el siglo XVI (con claras diferencias frente al dominio español en Cuba, por ejemplo, o en la Nueva España), se pueden entender muchas de las razones que los trajeron hasta la situación que viven hoy en pleno siglo XXI.
El cuestionamiento es el mismo desde hace décadas, ¿dependencia o independencia?, el reto para Borinquén es tomar uno de los dos caminos de forma seria con las complicaciones y satisfactores que tengan, ninguno de los caminos es fácil.
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