Desfile de pedigüeños
¬ Augusto Corro jueves 7, Nov 2013Punto por punto
Augusto Corro
En los últimos meses del año se incrementa el desfile de pedigüeños en la Cámara de Diputados.
Toda la ralea de gobernantes se dan cita en el recinto parlamentario para demandar siempre un mayor presupuesto para los estados, universidades, etc.
Anteayer, el gobernador Fausto Vallejo estuvo en San Lázaro, donde los legisladores acordaron proporcionar mayores recursos económicos, para que Michoacán salga de sus problemas.
El mencionado mandatario aprovechó su estancia en la Cámara baja para manifestar sus puntos de vista sobre la situación que viven los michoacanos.
Claro, tendrá más recursos económicos para enfrentar al crimen organizado, según se entiende. Aunque, el gobierno estatal ha recibido una mayor participación en todos los renglones para enfrentar a los cárteles de la droga.
El error de las autoridades en esa lucha ha sido la falta de una estrategia sólida que rinda frutos. Calderón quiso experimentar en Michoacán con una guerra contra la delincuencia organizada que resultó fallida.
En esa lucha contra los cárteles de la droga se necesita algo más que recursos económicos. ¿O no? Decíamos que la lista de visitantes a San Lázaro crece cada vez más en estos meses en que se analiza el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2014.
No podría faltar el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, quien señaló que la partida presupuestal para dicha entidad deberá incrementarse entre 10 y 15 por ciento.
Pues se quejó de que el presupuesto actual de 68 mil millones de pesos es insuficiente para atender las necesidades de los oaxaqueños. ¿Nada más de los oaxaqueños?
¿Y qué fin tienen esas cantidades fabulosas de dinero? Ojalá y alguien nos pudiera informar sobre este caso.
Ya en otras ocasiones, Ulises Ruiz Ortiz, ex gobernador de Oaxaca, supo aprovechar muy bien los recursos económicos de los presupuestos. Así lo demostraron los desvíos de dinero en su administración, según denuncias de su sucesor Gabino Cué.
NO ATIENDEN A PARTURIENTAS
No fue ni será la primera vez que las parturientas dan a luz lejos de las atenciones médicas: solucionan sus problemas como se los da a entender su inteligencia.
Es decir, los alumbramientos ocurren en los jardines o en la entrada de los hospitales, porque los galenos se niegan a prestar los servicios del sanatorio.
En Oaxaca se repitió el caso de otra mujer que tuvo que dar a luz a las puertas del hospital. Lo anterior ocurrió en el municipio de San Antonio de la Cal, la madrugada del martes, cuando Ruth Mendoza Hernández, de 23 años, parió en la entrada del centro de salud.
El mes pasado, Irma Aurelio López dio a luz en el patio de un centro de salud pública de San Felipe Jalapa de Díaz, Oaxaca.
Un hecho similar se registró en Tehuacán, Puebla, donde una mujer dio a luz a un bebé en el piso del Hospital de la Mujer.
Los mencionados casos son ejemplo de lo que ocurre en los sistemas de salud de los estados, en los que poco o nada les importa atender a la población, principalmente cuando se trata de personas de escasos recursos o indígenas.
Seguramente, los médicos que se negaron a prestar sus servicios a las parturientas, por omisión o indolencia, serán castigados por sus errores.
Sin embargo, el conflicto se deriva de una nula planeación de salud en las entidades donde deja mucho qué desear el desempeño de los gobernadores.
En Oaxaca, los problemas sociales rebasaron al gobernador Gabino Cué, que no lo ha encontrado la cuadratura al círculo en el gobierno.
En Puebla, el mandatario Rafael Moreno Valle está más empeñado en impresionar con su “rueda de la fortuna”, que en atender a las parturientas. Es obvio.
Ojalá que las personas encargadas de los derechos humanos se den una vuelta por los nosocomios, donde no sólo los médicos, sino también las trabajadoras sociales tratan con la punta del zapato a quienes acuden en busca de servicios médicos.