Chespirito muy grave… Temen lo peor
* Especiales, Espectáculos miércoles 30, Oct 2013De último momento
- El ícono de la televisión y el cine mexicano se encuentra vigilado por un grupo de médicos en su casa de Cancún, donde le acondicionaron un área médica
- La familia de Roberto Gómez Bolaños se encuentra reunida ya que temen que en las próximas horas pase lo peor.
Gloria Carpio
Una exclusiva de Diario Imagen Quintana Roo confirma el estado de gravedad que en este momento atraviesa Roberto Gómez Bolaños “Chespirito”, a sus 84 años de edad.
El ícono de la televisión y el cine mexicano se encuentra vigilado por un grupo de médicos en su casa de Cancún, donde le acondicionaron un área médica.
La familia de Roberto Gómez Bolaños se encuentra reunida ya que temen que en las próximas horas pase lo peor.
El actor, comediante, dramaturgo, escritos, guionista, compositor, director y productor de televisión mexicano nació el 21 de febrero de 1929.
El creador de “El Chavo del 8” nació en el seno de una familia muy humilde. Su padre, Francisco Gómez Linares dejó de existir dejando a sus tres hijos con su madre, Elsa Bolaños Cacho. Esta admirable mujer luchó mucho para sacar adelante a sus tres hijos pequeños Francisco, Roberto y Horacio. Según lo cuenta el mismo Roberto, su padre solía actuar y disfrazarse a escondidas, pues por esos años el trabajo de actor era muy mal visto. Se desempeñaba como retratista. Llevaba, sin duda, el arte en las venas.
Cuando don Francisco falleció, le dijeron a sus hijos que había «ido al cielo». Así, el pequeño Roberto esperó a su padre por muchos meses en la ventana de su casa esperando que llegara, hasta que por fin supo que nunca sería así.
Su madre, viuda a la edad de 32 años, trabajó con todo el amor del mundo para mantener a sus pequeños, y pudo levantar al fin un pequeño edificio de condominios con locales comerciales en el primer piso y tres departamentos en los pisos superiores. Sin embargo, la mujer no pudo continuar con los pagos del préstamo y el banco decomisó la propiedad que tanto esfuerzo había costado levantar. Así tuvo que ir con su familia a vivir en las accesorias comerciales.
A pesar que vivieron muchas dificultades económicas que limitaron sobremanera su estilo de vida, según cuenta don Roberto, «mi mamá era tan sensacional que nunca me di cuenta que andábamos pobres. Nunca me compró una bicicleta, un tren eléctrico, pero nunca me faltó una pelota. Fui súper feliz. Ella se mataba trabajando, de eso me di cuenta después”.
Pocos saben que Don Roberto Gómez optó por la carrera de Ingeniería y que estudió en la Universidad Autónoma de México. Sin embargo no concluyó los estudios, pues el arte fue el bichito que cambió su destino para siempre. Así, la vida le tenía deparado un destino diferente que lo convertiría años después en el mejor comediante del milenio que pasó.
Su talento lo llevó a trabajar como creativo en la agencia de publicidad D’Arcy a los 22 años de edad. Y en el período de 1960 a 1965 en su faceta de guionista, realizó los libretos de los programas «Cómicos y Canciones» y «El Estudio de Pedro Vargas», que fueron tremendos éxitos por esa época. Su nombre, empezó a sonar con fuerza entre los ejecutivos de la cadena. En 1966 Mario Moreno «Cantinflas» eligió los guiones de don Roberto para una serie que se llamaría «El Estudio de Cantinflas» Sin embargo debido a las altas pretensiones económicas del talentoso actor, el patrocinador que era la Cigarrera La Moderna, canceló el proyecto. En 1968 da su gran ingreso a la pantalla chica, vía TIM (Televisión Independiente de México) quienes le dieron la oportunidad de tener su secuencia de media hora «Los Súper Genios de la Mesa Cuadrada» y «El Ciudadano Gómez» dentro del programa «Sábados de la Fortuna» que tenía 5 horas de duración. Poco a poco el rating reveló que la gente veía más esa secuencia del programa y finalmente en 1970 se le dio la oportunidad de tener su programa propio al que llamó «Chespirito» todos los lunes en el horario estelar de las 8 de la noche.
Fue justamente en ese programa donde a la edad de 41 años, da rienda suelta a su imaginación creando los personajes que todos conocemos: el Chómpiras, el Dr. Chapatín, el Chapulín Colorado y el que sería su más grande éxito «El Chavo del Ocho». Cuando era sólo un sketch del programa, «El Chavo..» no tenía aún los personajes como siempre lo hemos conocido. Por ejemplo se sabe que Don Ramón trabajaba y la Chilindrina no era su hija. Así, la gente fue respondiendo mucho más con este personaje junto con el Chapulín Colorado (que inicialmente iba a ser verde, pero por cuestiones técnicas tuvo que haerlo rojo) hasta que el programa quedó chico y así en 1972 Don Roberto tuvo a su cargo 2 programas más que serían súper éxitos por muchos años más: «El Chavo del Ocho» y «El Chapulín Colorado».
Debido a su permanente inclusión, primero accidental, de la desaparecida letra «CH» en los nombres de personajes, objetos y lugares de sus creaciones, decidió hacerlo su sello personal. Inclusive su nombre, cuando quedó inmortalizado como «Chespirito» por el director de cine Agustín P Delgado, debido a su gran talento y trascendencia comparables a Shakespeare. Bolaños era según el director «un Shakespeare chiquito». Y como no podía ser muy latinoamericano el «Shakespirito» quedó finalmente como «Chespirito».
A partir de 1980, don Roberto continuó con su brillante trabajo creador al frente del programa «Chespirito» donde el Chavo y el Chapulín volvían a ser bloques para compartir su inmortal suceso con el terrible «Dr. Chapatín»; «Los Caquitos» con la estrella «el Chómpiras»; «La Chicharra» con el singular periodista «Chambón» y los irremediables «Loquitos» con «Chaparrón Bonaparte». Jamás olvidó de interpretar personajes tan entrañables como «Charles Chaplin», «El Gordo y el Flaco» y hasta el propio «Chespirito» donde podía realizar cualquier papel. El programa funcionó muy bien todos esos años. Sin embargo, ante las irremediables pérdidas de un buen porcentaje de su elenco original, la renuncia de Gómez a seguir dando vida al Chavo, y a su deseo de producir, decidió dar por finalizado su exitosísimo ciclo como actor de televisión hacia la segunda mitad de los noventas.
Pero la obra de Don Roberto no se limita a la televisión. También ha sido seducido por la pantalla grande, llegando a ser Director de Televicine y además ha realizado varias películas.