Viene la operación “política y aritmética” en Senado
Roberto Vizcaíno lunes 21, Oct 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Una vez aprobada por una abrumadora mayoría de los diputados, la reforma pasa al Senado
- En esta cámara se espera un trabajo de convencimiento político para que dé mayorías en favor
- PRI, PVEM, Panal y partes del PRD y PAN podrían estar desde hoy por su rápida aprobación
Una vez aprobada la reforma hacendaria en la Cámara de Diputados –que comprendió modificar 36 leyes del ámbito fiscal–, viene su difícil tránsito por el Senado de la República.
Queda como antecedente que en San Lázaro esta reforma pasó en lo general por 429 votos a favor, 44 en contra y 1 abstención. De los 500 diputados que integran esta cámara, 26 no se presentaron a la votación. Eso indica que 4.3 de cada 5 diputados la apoyaron.
El tema hoy está en qué va a pasar con esta reforma en el Senado de la República.
Para nadie es hoy un secreto que en la cámara alta existe un aguerrido grupo de senadores por demás incomprensible en su formación ideológica e intereses y objetivos políticos, que está comandado por el ex ministro calderonista de Hacienda, el panista Ernesto Cordero quien se ha maridado con el coordinador de los senadores perredistas –entre ellos muchos lopezobradoristas–, Miguel Barbosa, para oponerse y empantanar cuanta reforma le cae en las manos.
Se da el caso, por circunstancias de la vida electoral, que ese grupo suma 66 de los 128 senadores que integran el Senado. Es decir, la mitad más 4 lo que les da mayoría.
Al menos eso ha ocurrido en los períodos de fines de 2012 e inicios de este 2013.
El rompimiento interno entre los 38 senadores del PAN por el cese de su coordinador Ernesto Cordero, provocó una recomposición entre los senadores blanquiazules en que ahora militan 24 de ellos en un frente y 14 en otro. Este último tiene afinidad con el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero y podría votar en un momento dado a favor de una reforma más apegada a lo que aprobaron los diputados.
El tema lo definió el dirigente nacional del PRI, César Camacho, como un asunto de “política y aritmética”. Es decir, de llegar a acuerdos con Madero para que la suma de senadores a favor de las reformas sea ahora de 76, es decir, juntar los 54 del PRI con los 7 del Verde y 1 del Panal, y los 14 que ahora comanda el panista colimense Jorge Luis Preciado.
BUENA REFORMA
Mientras la política y la aritmética llegan al Senado, el coordinador de los diputados del PRI, el sonorense Manlio Fabio Beltrones intenta refutar las críticas a lo aprobado al señalar que la reforma aprobada fue producto de un intenso debate y de un esfuerzo colectivo y plural.
Así, dice, se logró una reforma hacendaria con gran contenido social que resolverá grandes retos del momento que vive México.
“No crea nuevos impuestos y tapa huecos fiscales además de terminar con privilegios que durante muchos años trajeron más desigualdad en México”.
Beltrones consideró que las críticas y desacuerdos de algunos sectores, entre ellos de los empresarios, surge de un punto: que es casi impensable que pueda haber unanimidad en la aplicación de impuestos.
Hoy, afirma, lo deseable es que una vez aprobada esta reforma, “todos nos aboquemos a cumplir con la parte que nos toca para que se pueda realizar el propósito de transformar la recaudación en recursos para reducir la pobreza y la desigualdad, y se convierta en el motor del desarrollo económico”.
MADUREZ Y CAPACIDAD
Por su parte el coordinadde los senadores del tricolor, el yucateco Emilio Gamboa aceptó que hoy el reto está en su cámara.
Dijo tener confianza en que en la discusión y aprobación de esta reforma prevalezca la madurez y capacidad de escuchar para decidir hacia dónde se debe avanzar en la aprobación de las grandes reformas que requiere el cambio que reclama México.
“No podemos seguir negándole oportunidades de desarrollo la mitad de la población hoy en estado de pobreza… eso es injusto e indigno… es momento de acelerar el paso, hay que agilizar la agenda de transformaciones… no podemos seguir igual”, indicó.
EL PAN VA A LA GUERRA
En sentido contrario, el coordinador formal de los senadores del PAN, el colimense Jorge Luis Preciado afirmó que su fracción (38 senadores) dará “la madre de todas las batallas” para rechazar lo aprobado por los diputados del PAN, PRI, PRD y otros.
“En el Senado vamos a dar la madre de todas las batallas para tratar de evitar que de alguna manera estos impuestos no pasen en comisiones ni en el pleno”, insistió.
Preciado se dijo preocupado por algunos temas que no se pudieron modificar en Cámara de Diputados, entre ellos lo del IVA en la frontera.
Dentro de la bancada panista, el ex secretario de Hacienda Ernesto Cordero –quien tiene el control de la mayoría en ese grupo–, ha señalado reiteradamente que simplemente irá contra toda la reforma.
NO, PERO SÍ: BARBOSA
En este contexto el poblano Miguel Barbosa, coordinador de los 22 senadores del PRD afirmó que lo aprobado por sus compañeros diputados tiene “debilidades estructurales” en transparencia, rendición de cuentas, fiscalización del gasto y candados de endeudamiento estatal y federal que deben ser subsanadas en el Senado.
Y agregó que “es imprescindible blindar el déficit fiscal y el endeudamiento federal para destinarlo únicamente a la inversión productiva y generación de empleo”.
Dijo que luego de una revisión rápida de la reforma aprobada se debe ir al asunto de los excedentes petroleros, los cuales se utilizarían para pago de deuda cuando deben destinarse a fortalecer la inversión pública.
De igual forma hay que entrarle al federalismo hacendario ya que la reforma fiscal aprobada por los diputados no da garantías recaudatorias a los estados ni establece fondos de compensación para superar el subdesarrollo en los estados del sur-sureste.
En cuanto a la seguridad social dijo, su grupo lo revisará para medir las consecuencias de la Minuta Sobre los Regímenes Estatales de Protección Social en Salud, ya que es necesario garantizar las responsabilidades del Estado en la dotación de servicios públicos.
A diferencia del panista Preciado, el coordinador senatorial de los perredistas reconoció que la reforma aprobada por los diputados tiene avances positivos como las modificaciones al Impuesto Sobre la Renta y la no inclusión de IVA en alimentos y medicinas así como la eliminación de gravámenes a colegiaturas, arrendamiento, enajenación de viviendas, y los intereses y comisiones derivados de créditos hipotecarios y el combate a la elusión y los privilegios fiscales de grandes contribuyentes por medio de la eliminación de los abusos del régimen de consolidación fiscal.
Indicó que fue la protesta de los perredistas la que hizo dar marcha atrás al gobierno en IVA a alimentos y medicinas y lo que replanteó el régimen simplificado para evitar la elusión de las grandes empresas.
“La minuta enviada por los diputados plantea mayor progresividad en el ISR, que está focalizado a los contribuyentes con ingresos superiores a 2 y 3 millones de pesos anuales a pagar tasas de 34 y 35 por ciento”, precisó.
Otro logro es el de gravar con el 10 por ciento a quienes cuenten con ingresos de la enajenación de acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.
Entre los avances está además el gravar el consumo de refrescos y comida chatarra y el avanzar en la certidumbre jurídica al eliminar facultades discrecionales al fisco además de la anulación de la cláusula anti-elusión que daba por hecho que toda operación debía tener implícita una utilidad o beneficio económico, lo cual es ajeno a la realidad de millones de ciudadanos.
Y por último Barbosa reconoció que la reforma aprobada por los diputados tiene logros como el de incrementar el uso de tecnologías de la información en el trámite del pago de impuestos.