¿Se acaba la produción vinícola?
Ramón Zurita Sahagún lunes 21, Oct 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El asunto ha sido minimizado, aunque no es menor, ya que se encuentra en riesgo el futuro del Valle de Guadalupe, región emblemática por su producción de vinos que han traspuesto fronteras.
La zona del municipio de Ensenada pretende ser transformada por su actual alcalde, el priísta Enrique Pelayo Torres, quien busca sacar provecho de los últimos 50 días de su gestión. Convocó a una consulta pública para modificar el Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la Zona Norte del municipio de Ensenada.
En esa región, considerada emblemática por su vocación agrícola y vecina de los viñedos, se intenta transformar, mediante su urbanización, con la construcción de 4 mil 500 casas y desarrollos turísticos de alto costo.
La idea parte de uno de los principales colaboradores del alcalde Pelayo, propietario del predio a modificar, quien encontró una atractiva oferta para cambiar el uso del suelo de agrícola a residencial turístico.
Desde hace algún tiempo, cuando se confirmó el auge de la zona, por los viñedos y el crecimiento de la industria, se encarecieron los predios y se ha venido suscitando una serie de hechos anómalos que van desde la construcción de campos de golf y zonas residenciales, pertenecientes a miembros del actual cabildo de Ensenada.
Sin embargo, el principal problema que se presenta en la zona es que carece de agua, ya que el Valle de Guadalupe es el surtidor del líquido a todo el municipio de Ensenada y con el crecimiento residencial y de campos de golf, este puede empezar a escasear.
Desde hace algunos lustros, se descubrió el potencial económico del municipio de Ensenada, el más grande del país, debido a su vocación agrícola y encontrarse en la zona adecuada para el cultivo de la vid y la producción de vinos.
La tarea no ha sido sencilla, ya que hasta hace poco, los vinos mexicanos estaban considerados como de segunda o tercera clase, pero la paciencia y el trabajo de los productores consiguió ubicar a México y en especial a esa zona, dentro de los primeros planos de la producción mundial de vinos.
Ensenada y sus valles logró introducirse en la zona de productores de vinos, a lo que genera derrama económica y atractivo turístico, aunque con estos proyectos sacados de la manga, podría producirse un cambio notable.
Con el proyecto impulsado por el ayuntamiento de Ensenada, se pretende modificar el programa sectorial de desarrollo urbano turístico de los valles vitivinícolas de la zona norte, con el propósito de cambiar el uso del suelo de 48 por ciento de las áreas agrícolas del Valle de Guadalupe, la zona vinatera más importante del país.
De consolidarse el cambio, 2 mil 331 de las 4 mil 799 hectáreas de la región serían ocupadas por 389 viviendas, 37 haciendas, cuatro hoteles, un campo de golf y 298 condominios de tiempo compartido, según el video promocional de Rancho Olivares, propiedad de Grupo Lagza, del empresario Carlos Lagos.
La situación es tensa, ya que se han generado enfrentamientos entre autoridades municipales y productores de vino, quienes incluso han “reventado” tres intentos de consulta pública de la propuesta de modificación de dicho programa, impulsados por el Comité de Planeación y Desarrollo Municipal.
Uno de los principales impugnadores del proyecto es Jaime Palafox, vicepresidente del Sistema Producto Vid, quien señala que el ayuntamiento no les da la información requerida por ellos y precisa que, “la Ley de Desarrollo Urbano obliga a identificar quién propone la modificación, pues sólo las entidades identificadas en esta ley pueden formular cambios. Sin esto, el Copladem ni siquiera puede iniciar el trámite de consulta pública”. La historia sobre el cambio de uso de suelo tiene dos protagonistas principales, además del alcalde Enrique Pelayo Torres y son el empresario que pretende el desarrollo turístico planeados para el Valle de Guadalupe, Carlos Lagos y su cuñado, el subsecretario del ayuntamiento, Ricardo Zazueta Villegas.
El asunto todavía da para más, por las prisas con que se maneja la pretendida modificación del uso del suelo y los personajes involucrados en ello.
Incluso se habla de que una de las razones que llevaron al PRI a perder el ayuntamiento de Ensenada y la gubernatura del estado en los comicios del pasado mes de julio fue la pésima y cuestionada administración de Pelayo Torres y su cabildo.
Para muchos de los principales productores de vinos, el cultivo de la vid y la producción vinícola se verían afectados de aprobarse la modificación de cambio de uso de suelo y pasarlo de vocación agrícola a desarrollos residenciales y turísticos.
REGRESO DE LA VIOLENCIA
Mientras las autoridades federales festinan la reducción de la violencia en todo el país y el gobierno del Distrito Federal considera a la capital del país, como la ciudad más segura de la República mexicana, los hechos desmienten a unos y otros. Durante el pasado fin de semana ocurrieron una serie de asesinatos que llaman poderosamente la atención.
En la delegación Gustavo A. Madero fueron ejecutados, con ráfagas de metralleta dos niños y una joven. Las edades de ellos 13 y 14 años y 19 de la mujer.
Rocío Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur, en Guerrero, fue ejecutada en Atoyac de tres disparos. En Los Cabos, Baja California Sur, Francisco Arellano Félix, el mayor de la dinastía de los fundadores del cártel de Tijuana, fue ejecutado en una fiesta.