El enclave perdido
Ramón Zurita Sahagún lunes 14, Oct 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
No se advierte desde donde podría el priísmo recuperar las simpatías ciudadanas en el Distrito Federal.
Son muchos los años transcurridos desde que los votantes se hartaron de ese partido y decidieron darle la espalda en forma mayoritaria.
Casi 16 años han transcurrido desde que los habitantes del Distrito Federal pudieron elegir a sus autoridades y desde entonces definieron que sus gobernantes serían de cualquier partido, menos del PRI. En esos 16 años, los tricolores solamente consiguieron gobernar dos delegaciones Milpa Alta en el pasado y Cuajimalpa en la actualidad.
Diputaciones locales y federales, senadurías y delegaciones han visto desfilar militantes de partidos ajenos al PRI, principalmente perredistas y panistas y por ahí perdido un distrito federal de la delegación Gustavo A. Madero, ganado por un candidato priísta.
Ninguna otra cosa, fuera de ello. Los priístas parecen resignados en la capital del país, ya que no preparan políticos, ni cuentan con líderes con la capacidad necesaria para intentar en la siguiente elección conquistar las simpatías de los capitalinos.
Se mencionó que la incorporación de Rosario Robles Berlanga al gabinete presidencial llevaba una connotación futurista que la encaminaba a la reorganización del partido en la ciudad de México, aprovechando el conocimiento que la ex jefa de gobierno tiene de la capital del país.
Parece ser que esa especulación resultó infundada, ya que los priístas parecen pasmados, sin visos de propósitos de ninguna clase, para los comicios federales y locales del 2015. La disputa por los pequeños espacios que le corresponden al priísmo en la capital del país continúan y quienes se encuentran enfrascados en la lucha son los mismos de siempre.
Dos personajes mantienen viva la llama del enfrentamiento, el flamante dirigente del priísmo capitalino, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y la diputada local María de los Ángeles Moreno.
La lucha entre ellos data de mucho tiempo atrás, el actual dirigente persiguiendo el liderazgo del partido y la diputada local ostentando los cargos partidistas y de elección popular.
Enfrascado en esa lucha, los dos contendientes sostuvieron una nueva batalla, de la que salió airosa la diputada local Moreno, convertida en la coordinadora del reducido grupo de legisladores tricolores en el Distrito Federal.
La guerra entre los dos personajes sigue abierta, sin que ninguno de ellos muestre interés por recomponer la vida del partido en una entidad en la que poco futuro tiene. María de los Ángeles es una mujer de poder que desde que encontró la vía de los cargos de elección popular no los ha soltado, saltando a uno y otro, bajo la protección del partido, envuelto en los cargos plurinominales.
Con la excepción de 1994, donde salió vencedora como candidata al Senado de la República, las demás ocasiones en que se asumió como diputada federal, senadora o diputada local, han sido por la vía de la representación proporcional.
Dichos cargos los combinó con los de dirigente de su partido en la capital del país, posición en la que se eternizó, controlando todos los espacios disponibles o no.
Cuauhtémoc Gutiérrez es un personaje no tan grato para el partido, ya que sus métodos no son lo más ortodoxos y hay quienes ven en su crecimiento político un riesgo mayor para el partido, por lo que se busca no dejarlo crecer en los grados que pretende.
Ya consiguió un propósito largamente anhelado, la dirigencia del Comité Directivo del Distrito Federal, pero se le acotó con un delegado que le pudiese hacer sombra, como es el ex gobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz.
Los esfuerzos del priísmo por crecer en la capital son pocos y los ciudadanos ven con indiferencia al partido que después de 12 años conquistó nuevamente las simpatías del electorado, pero que en la capital del país, simplemente no pudo encontrar un respaldo adecuado. Conforme se acercan los tiempos electorales, se confirma que para los priístas será sumamente difícil alcanzar nuevamente las simpatías electorales para en un futuro cercano reconquistar un espacio que fue suyo durante tanto tiempo.
En el pasado no tan lejano, los priístas perdían si acaso uno o dos distritos federales en cada proceso electoral, hasta que llegó la debacle del 88 y sucumbieron ante el primer movimiento importante de la izquierda, perdiendo por primera vez las dos senadurías, aunque en descargo de ellos, perdieron ante dos ex militantes del partido, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez. Seis años después recuperaron los dos escaños con Fernando Solana y la mencionada María de los Ángeles Moreno, para ya no volver a ganar un escaño de mayoría en el Senado de la República. Los comicios del 2000, 2006 y 2012, beneficiaron a los candidatos del PRD y PAN, respectivamente.
Las diputaciones federales perdidas en 88, fueron recuperadas en su totalidad en 91, repitiéndose el triunfo priísta en 94, pero desde 97 sucumbieron en definitiva, ya que 2000, 2003, 2006, 2009 y 2012, han sido decepcionantes para el tricolor en la capital del país.
FUERA DE CONTROL
Los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación decidieron continuar con sus plantones y movilizaciones en la capital del país, aunque el magisterio ha crecido su movimiento en otros estados de la República, sin importar su pertenencia a cuál de las dos corrientes magisteriales en vigencia. Tanto la CNTE como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación dejan sentir su presencia, mediante los mismos métodos de desplazamiento y cierre de vías a la circulación.
La situación se complica, sin que se vean visos de solución, mientras que la inconformidad de los ciudadanos afectados crece, por lo que urgen a las autoridades para que actúen en consecuencia.