La penuria
¬ Juan Manuel Magaña lunes 30, Sep 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
La semana arranca con dos problemas en el horizonte: por un lado, siguen aquí “masivamente” los maestros disidentes y, por el otro, el golpe dado por los ciclones “Manuel” e “Ingrid” costarán -¿no qué no?- una baja en el crecimiento del Producto Interno Bruto y aumento de la inflación.
Los maestros de la sección 22 de Oaxaca decidieron por segunda ocasión mantener una presencia “masiva” en el Distrito federal para continuar con sus movilizaciones, no obstante que sus protestas no han vuelto a conseguir abrir un canal de comunicación con el gobierno y que un millón 300 mil niños de allá seguirán sin clases.
Aunque en el magisterio disidente hay desgaste físico y económico, y criterios divididos, la decisión de la permanencia “masiva” en vez de “representativa” en el DF logró imponerse. La decisión se tomó en una votación cerrada, 4 mil 966 votos contra 4 mil 478 docentes que se pronunciaron por regresar a Oaxaca e iniciar el ciclo escolar. Una diferencia de apenas 488 sufragios, que sin embargo impone a todos la disciplina de acatar.
Ahora se plantea incierto el futuro de la movilización magisterial. En su propio análisis, está el hecho de que se les ha complicando el panorama con la toma de escuelas por parte de la sección 59, el levantamiento de actas por abandono de empleo y la retención de pagos.
Por eso, son cada vez más los que proponen regresar a las aulas para recibir su pago, con lo que tendrían la capacidad económica para que una parte de ellos, y de manera rotativa, siguiera sosteniendo el plantón en el DF, sin seguir perdiendo clases. También está el reconocimiento de un contexto de movilización en el que “los ejes jurídicos, pedagógicos y políticos que empleó el movimiento fueron aniquilados por el gobierno federal”.
Ahí está la negativa del Tribunal Superior de Justicia para aceptar sus amparos, y el que la Secretaría de Gobernación no tomara en cuenta sus propuestas en materia educativa, presentadas en diversos foros, además de ignorar su demanda política de instalar una nueva mesa de diálogo.
Eso sí, con los pies bien puestos en la tierra, los maestros advierten que el gobierno federal ha iniciado una etapa de “represión selectiva” con descuentos por faltas a maestros del Distrito Federal, órdenes de presentación para 850 docentes en Chiapas, y la toma de escuelas en Oaxaca. Hay en su contra, se dicen, una campaña de “contrainsurgencia magisterial” de la dirigencia institucional del SNTE y el ofrecimiento de becas y préstamos para que los docentes “acepten la reforma educativa”.
Su balance es, que en un primer momento, “se utilizó la simulación y el engaño; enseguida la represión física y, en un tercer momento, se recurrió a la omisión y el desinterés, apostándole al cansancio de los manifestantes”. Aun así deciden seguir aquí y van a incorporar un nuevo instrumento, cualquier cosa que eso signifique: la desobediencia civil.
Y mientras, está claro que el gobierno no tiene tiempo para otras cosas que no sean la atención al golpe de los huracanes. El presidente por eso sigue modificando su agenda, esta vez un viaje a Asia. Para Hacienda, el efecto neto de los ciclones sobre el PIB es una disminución en 0.1 puntos porcentuales, por lo que la economía ajustará de nuevo su crecimiento este año de 1.8 a 1.7 por ciento. Pero para los analistas el paso de “Ingrid” y “Manuel” por 22 de las 32 entidades tendrá en realidad un costo de hasta 0.2 por ciento. Y a eso hay que agregarle la carestía por tanta cosecha destruida. Vienen, que duda cabe, días de penuria.