Casi acaba el primer año de los 6 de Peña Nieto
Roberto Vizcaíno lunes 30, Sep 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Los problemas surgen casi en todos los ámbitos, pero hay quienes creen que eso es una oportunidad
- Varios analistas dicen que el desastre es una enorme oportunidad para relanzar a México y al mandatario
En unas cuantas semanas, días, el martes 1 de diciembre, el priísta Enrique Peña Nieto cumplirá su primer año de gobierno.
El corte de caja comenzará pronto. Hoy, sin embargo, existe entre los mexicanos y extranjeros una visión y percepción controvertidas, confrontadas.
No pocos, a pesar de sus 39 viajes por el extranjero y sus encuentros con los grandes líderes del mundo, de su abierta posición por el libre comercio y la promoción de al menos cinco grandes reformas y creación de nuevos organismos que cambiarán de fondo al Sistema Político, Económico y Social en México.
Esgrimen para fundamentarlo el conflicto abierto por los maestros de la Coordinadora contra la reforma educativa, que ha derivado en caos y anarquía en la capital del país y en muchas ciudades más.
En lo económico instituciones como el Inegi y las centrales patronales, líderes políticos y legislativos de la oposición, aunado a voces del dinero, hablan ya de recesión.
Y quienes detentan el capital han comenzado una abierta campaña contra la reforma hacendaria del mandatario, la cual –dicen– golpea directamente a la planta productiva y con ello afecta al empleo y el crecimiento del país.
En lo político no sólo hay una descomposición más que avanzada al interior del PAN y del PRD derivada de una fuerte disputa por sus respectivas presidencias, sino una dura presión de las dirigencias de estos partidos hacia Peña Nieto para aprobar la reforma político-electoral antes que cualquier otra en curso, ya sea la energética o la hacendaria.
El Poder Judicial emite fallos, como la liberación de la francesa Florence Cassez, o la de Caro Quintero, hasta la restitución de los bienes de Raúl Salinas y su exoneración del delito de lavado de dinero o el amparo otorgado a la profesora Elba Esther Gordillo, que casi la pone con el pie en la calle.
Y por si todo esto no fuese suficiente, la naturaleza hace lo suyo y le envía a México la muy rara convergencia de dos huracanes que devastan e inundan simultáneamente a casi el 70 por ciento de las poblaciones en Guerrero, destruyen gran parte de la Autopista del Sol y golpean en diferentes niveles a otros 21 estados.
Los muertos suman casi los 150 y los desaparecidos rebasan casi los 100. Las pérdidas son incuantificables.
A nivel personal hay mexicanos, familias que se quedaron sin nada: el agua y su fuerza se llevó casas, enseres, documentos, empleos, presente y futuro, las esperanzas… todo.
En este contexto, Enrique Peña Nieto aparece asediado por los conflictos y problemas y con muchos frentes abiertos que le impiden presentar un balance favorable.
DEPENDE DEL CRISTAL
Pero como todo en la vida, hay quienes ven en este escenario todo lo contrario. Consideran que el contexto en el que llega al fin de su primer año de gobierno configura un enorme, insuperable momento de oportunidad que más que una desgracia representa un momento irrepetible para relanzarse y sobresalir.
Sí, una encrucijada de esas que no se le presentan a un gobernante en decenios.
Quienes lo ven así recuerdan la premonitoria y famosa frase de William Shakespeare quien señaló: “Nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira”.
Y resulta que el cristal a través del cual miran algunos analistas este momento de Peña Nieto es el que advierte que la convergencia de dos huracanes sobre el territorio nacional, una vez asimilado todo el daño y muertes causadas –que no pueden ser atribuidos más que a la naturaleza–, deja el escenario propicio para que el gobierno de Peña Nieto desarrolle varias estrategias y jugadas:
1) Le permitirá aplicar un enérgico y contundente plan de reconstrucción, recuperación, rehabilitación de Acapulco y decenas de poblados así como de infraestructura carretera y urbana en Guerrero y otros muchos estados. Se habla ya de que eso requerirá de cuando menos 300 o 400 mil millones de pesos. En lo inmediato Peña Nieto dice que la reconstrucción se iniciará con la aplicación de 12 mil millones del Fondo de Desastres Naturales, el Fonden y con 5 mil del Fondo de Pavimentación. Pero seguro será mucho más pues ya se indaga cuánto puede aportar el BID y otros organismos internacionales. Sin ninguna duda la reconstrucción orientará la distribución y montos del Presupuesto de Egresos que ya se encuentra en planeación dentro de la Cámara de Diputados. Antes de ocurrir esta tragedia se hablaba de que este Presupuesto llegaría a los 4 billones de pesos, ¿Cuánto podrá aumentársele para ser aplicado en obras y proyectos demandados por la reconstrucción de este desastre?. En fin, esto significa que habrá mucho, muchísimo dinero en los siguientes meses, en 2014 para ser aplicado en los estados más afectados. Casi todo será operado en forma discrecional, por aquello de que rescatar a los afectados es urgente.
2) Sin ninguna duda la enorme derrama de recursos aplicados en ese plan emergente beneficiará en la recuperación de sectores muy importantes de la economía como son el de la construcción, la vivienda, el cemento y concreto, la varilla y todo aquello que se requiere en la construcción, desde tinacos, cables de energía, etc.
3) Ni qué decir que este plan dejará lo suyo entre los productores de electrodomésticos, TV, radios, refris, cafeteras, estufas, lavadoras y muebles.
4) Los textiles también verán una recuperación y los supermercados y las ferreteras y la industria automotriz y…
5) Sin duda todo lo anterior tendrá un efecto positivo en la imagen de Enrique Peña Nieto entre grandes segmentos de la sociedad mexicana, cuyo presidente canceló además sus viajes a Nueva York -donde tenía previsto participar en el inicio de las sesiones de Naciones Unidas al lado de otros muchos mandatarios del mundo, y también suspendió su viaje a Singapur para estar presente tanto en Guerrero como en otros estados afectados, donde atiende reclamos y hace compromisos para la reconstrucción y rehabilitación de esas zonas.
6) El cristal con que ven este contexto los analistas les dice que todo este escenario es muy favorable para la urgente y casi inmediata aprobación de las reformas energética y hacendaria. ¿Quién se atreverá hoy a oponerse a estas reformas frente al desastre dejado por los huracanes Ingrid y Manuel? ¿Cómo osará alguien obstruirlas si estas dos reformas representan la posibilidad de crear desarrollo, empleos y riqueza con los cuales se atendería este tipo de desastres y muchas situaciones más? ¿Acaso AMLO tiene argumentos para ir contra esta lógica? ¿Los de la Coordinadora del Magisterio, los de la 22 de Oaxaca se podrían oponer a esto?
De tener razón quienes ven a través de este cristal el final del primer año de gobierno de Peña Nieto, entonces el Presidente de la República estaría a punto de iniciar su segundo año con una economía en recuperación, con reformas estructurales –hacendaria (que contiene además una amplia reforma social de fondo que prevé la seguridad universal, que comprende seguro de desempleo, pensión para adultos mayores, ayudas a madres solteras, acceso universal a los sistemas de salud, apertura a vivienda social y una educación de calidad–, energética, educativa, financiera y político-electoral–, que introducirán a México de lleno en la social-democracia y con un apoyo popular sin precedente para un mandatario mexicano.
De ser así, en lugar de un mandatario endeble, sin capacidad de respuesta, en riesgo, estaríamos frente a un Presidente poderoso, que vería traducido el apoyo popular en votos para su partido en las siguientes elecciones del 2014 y 2015.
Ya veremos si en verdad hay más de dos cristales, y cuál es el que realmente predomina.