El Teatro Negro de Praga regresa a México para despertar asombro e imaginación
* Especiales, Espectáculos lunes 31, May 2010El 5 y 6 de junio presentarán Las aventuras del doctor Frankenstein
Gloria Carpio
A pesar de que el Teatro Negro de Praga ya se ha presentado en la mayor parte de las ciudades del mundo (en México triunfó hace tres años), esta técnica escénica sigue asombrando y quienes no lo han visto, estará en el Teatro Metropólitan el 5 y 6 de junio próximo.
Si bien la técnica que ofrecen los checoslovacos no es nativa de ese país, pues la inventaron los chinos hace cinco siglos, aquellos sí la revolucionaron y la hicieron suya, a grado tal que es el espectáculo más popular en Praga y lo convirtieron en un destino turístico, pues todos los turistas que visitan esa ciudad, incluyen en su agenda la visita a una función del Teatro Negro de Praga.
Y el nombre nada tiene que ver con el color de la piel de los actores, está basado en la física, en la incapacidad del ojo humano de distinguir lo negro sobre lo negro, pues el invento consiste en utilizar cortinas negras, un escenario de color totalmente oscuro, linternas negras y los actores usan trajes fluorescentes para ofrecer danza, representaciones mímicas y acrobacias.
Tiene la naturaleza de teatro y no circo, en razón de que se hace una fusión de música, danza y relatos sin palabras, que con los trucos ópticos permiten desplegar actividades actorales.
Su director de escena, Pavel Hortek explica que se le llama teatro porque en su desarrollo también tiene mucho de poesía y en esta ocasión se presentarán Las aventuras del doctor Frankenstein, basadas en la obra clásica de su creadora Mary W Shelley.
Además, está garantizado que quienes la ven una sola vez desarrollan su cota de imaginación, lo cual hemos perdido, pues la radio como medio de comunicación (que también hace crecer el sentido de la imaginación) tiende a disminuir y desaparecer.
Y tiene mayor significación si consideramos que atravesamos por una época en la que la tecnología nos permite ver en vivo y en directo una guerra del otro lado del mundo. Además, este tipo de escenas las puede entender cualquier persona, sin que hable el idioma de donde se presentan, ya que las obras son mudas y el protagonismo corre a cargo de la música.
Todo el escenario está hecho de terciopelo negro y se utilizan tres luces grises que hacen ver a la gente que los objetos se mueven solos. En suma es un asombro que es preciso verlo, para comprobar que un simple juego de luz y sombras nos hace despertar la imaginación.
Este grupo, único con derecho a utilizar la marca registrada y protegida, mundialmente reconocida gracias a su calidad, ha viajado en el curso de los largos años de su historia a la mayoría de países de todos los continentes como representante destacado de la cultura checa. Ha participado en más de 50 festivales internacionales de teatro hasta hoy en día y en este año 2010 inician una nueva gira por la República Mexicana. Este tour abarca 23 presentaciones en otras tantas ciudades del país desde el 24 de febrero y hasta finales de junio.
El principio del teatro negro se basa en el uso creador de un truco, cuyos principios habían nacido hace mil años probablemente en la antigua Asia, el llamado gabinete negro. Antes de la formación del primer conjunto del teatro negro emplearon la mencionada técnica ilusionistas, cineastas como Meliés y el famoso dramaturgo ruso K.S. Stanislavski en los años treinta del siglo pasado. En el presente, siguen desarrollando la técnica personalidades como el más famoso ilusionista del mundo David Copperfield en sus espectáculos en vivo o la estrella de la música pop, el recientemente fallecido Michael Jackson.
Los actores y los bailarines saben invertir su maestría en acciones en que actúan conjuntamente con objetos. Estos bailan y viven; se trata, simplemente, de movimientos virtuosos de los objetos en torno a los actores visibles. Todos los espectáculos del Teatro Negro son, pues, comprensibles para todos y, además, obligan al espectador a transponerse de la pasividad de un simple observador a la actividad de un creador.
Las aventuras del Dr. Frankenstein es un espectáculo familiar para un público muy amplio: desde los cinco hasta los ochenta y cinco años de edad, según nos dijo el director ejecutivo del Teatro Negro de Praga, Pavel Hortek.
“La historia se desarrolla en un escenario de terciopelo negro y algunos artistas llevan un vestido negro para parecer invisibles. Eso les da la posibilidad de mover los objetos, así que parece que los objetos se mueven solos. A mí no me gusta mucho explicar el sistema técnico, porque se pierde un poco lo que la gente toma como magia, magia teatral. La calidad del Teatro Negro consiste ante todo en la magia, la fantasía y la poesía”, apuntó.