Los Ballesteros y la corrupción
Francisco Rodríguez lunes 23, Sep 2013Índice político
Francisco Rodríguez
¿Cuál fue la “comisión” que la familia Ballesteros dio al ex presidente Carlos Salinas de Gortari, por concesionarle la construcción y operación de la Autopista del Sol, en 1989? ¿Cuánto se embolsó el hermano Raúl Salinas y cuánto le tocó al ex cuñado, José Francisco Ruiz Massieu? ¿El 10%? ¿El 15? No lo sé. Pero de lo que sí estoy cierto es de que las “comisiones” para tan “bonita familia” degradaron la calidad de la construcción.
Los herederos de Crescencio Ballesteros y de su Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD) dicen haber invertido 1 billón 700 mil millones en la defectuosa obra. ¿De cuánto, entonces, calcula usted que haya sido la “mochada” para -entre otros- esos personajes?
Porque los Ballesteros corrompen y son corruptos. Han progresado, han acrecentado el imperio, porque saben que de otra forma nada puede hacerse en nuestro descompuesto y peculiar statu quo.
Vea usted si no es así cuando, el más reciente 17 de septiembre, justo cuando la Autopista del Sol que construyeron y operaron hasta que Ernesto Zedillo los “rescató” —¿cuánto recibió Zedillo de “mordida”?— ganó en nuestra ridícula Bolsa Mexicana de Valores, pues sus acciones subieron 3.03 por ciento, mientras su obra se había colapsado. ¿Paradoja? ¿Parajoda, como bien dice Carlos Ferreyra?
No es la primera ocasión que a los Ballesteros “se les cae el teatrito”. Ya en 1979, durante un sismo, se les vinieron abajo los edificios que mal construyeron para la Universidad Iberoamericana, entonces ubicada al sur de la capital nacional. Firmes, estoicos, leales los jesuitas les dieron a construir, empero, su plantel en Santa Fe.
La corrupción es el sino. En 1968, por ejemplo, el patriarca Crescencio Ballesteros y otros empresarios adquieren las acciones de Mexicana de Aviación que estaba en suspensión de pagos y la salvan de la bancarrota. La compañía logra cerrar 1970 con utilidades y un total de 1.28 millones de pasajeros transportados. Pero en 1982 los problemas económicos obligan a Ballesteros y su grupo a vender la aerolínea. El gobierno mexicano adquiere el 54% de Mexicana de Aviación, y dicen los enterados que en ese momento defraudó a los accionistas de Estados Unidos, por lo que alguno de ellos hasta le habían puesto precio a su cabeza.
CON$ENTIDOS DEL $I$TEMA
Punta Diamante, en Acapulco, otra obra de los Ballesteros, también se inundó y vino abajo merced a la acción de “Manuel”. Como la Autopista del Sol, este desarrollo también se llevó a cabo sin proyecto ejecutivo.
No obstante su criminal malhechura, los Ballesteros Franco siempre se han beneficiado de los recursos de los contribuyentes, merced a sus “contactos” y “negocios” con los poderosos.
Recurro al experto Carlos Fernández Vega, quien en uno de sus escritos da cuenta de que los Ballesteros Franco se acogieron al reciente programa fiscal “Ponte al corriente” y con el pago de 163.1 millones de pesos liquidaron los créditos fiscales que adeudaban… fuentes bien enteradas calcularon que los créditos fiscales que la constructora GMD adeudaba al fisco habrían sido por alrededor de 815 millones de pesos, de tal suerte que el corporativo libró el pago de 653 millones, o lo que es lo mismo, un descuento de 80 por ciento (el de Televisa fue de 90 por ciento).
Y aunque todo el medio constructor asegura que GMD fue uno de los grupos beneficiados por el programa zedillista, conocido como rescate carretero, ellos lo niegan. No obstante, Fernández Vega lo documenta:
“Los dos corporativos y los accionistas mayoritarios, los Ballesteros, son de los más favorecidos por las operaciones del Fobaproa, incluyendo el rescate carretero, con cerca de 30 por ciento de los recursos públicos destinados a tal fin. Además, han obtenido beneficios de la política de salvamento en la emisión de un eurobono y como deudores individuales de la banca. En total, el gobierno les salvó 10 mil 700 millones de pesos. Entre los miembros del consejo de administración aparecen Jorge, José Luis y Carlos Ballesteros Franco y otros con$entidos del $istema: Valentín Díez Morodo (presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios), Pablo Escandón Cusi, Manuel Gómez Daza Rangel, Claudio X. González Laporte (asesor presidencial para asuntos empresariales con Carlos Salinas de Gortari), Carlos Hank Rhon, Agustín F. Legorreta Chauvet y Fernando Senderos Mestre (miembro de la Comisión de Financiamiento del PRI para la campaña presidencial de Carlos Salinas de Gortari). El presidente del consejo, Jorge Ballesteros Franco, también es vocal suplente en el consejo del Grupo Financiero Interacciones (Hank González). La familia tiene intereses y posiciones en el consejo de administración de (ya desaparecido) Serfin.
Por lo que toca a los créditos personales de los Ballesteros Franco, en el acta de la sesión número 14 (26 de septiembre de 1997) se anota: ‘’Cuando se otorgaron dichos empréstitos se consideraban razonables en función de las garantías otorgadas, mismas que consistían en acciones del GMD con un razonable aforo. Cuando las empresas de los Ballesteros se colapsaron, los créditos personales perdieron su garantía; de acuerdo con la información proporcionada por Inverlat y Santander Mexicano, se trata en su mayoría de créditos simples, reconocimientos de adeudos y préstamos quirografarios, los cuales fueron otorgados a los deudores en calidad de personas físicas; acto seguido, Alejandro Creel explicó el cuadro en el que se muestra el total de adeudos generados por la familia Ballesteros en GMD (4 mil 600 millones de pesos), Synkro (3 mil 300 millones) y en lo personal (2 mil 800 millones), para un gran total de 10 mil 700 millones de pesos…”.
Sí, 10 mil 700 millones de pesos que les perdonaron. Y que muchos años después seguimos pagando los contribuyentes.
Corrupción e influyentismo son la clave. Aunque las obras siempre estén mal hechas, ¿o no?
Índice Flamígero: En tiempo récord, cual reconocen expertos de todo el orbe, las cuadrillas de Caminos y Puentes, a cargo del tabasqueño Benito Neme Sastré, abrieron la Autopista del Sol, incluso minutos antes de lo originalmente anunciado. ¡Enhorabuena!