Las dos izquierdas
Ramón Zurita Sahagún martes 10, Sep 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Nunca como ahora se tienen bien identificados los rumbos que siguen las dos vertientes de la izquierda en México.
Uno, como siempre fue la izquierda, combativo, radicalizado, midiendo el terreno de lo que serán sus movilizaciones y protestas. El otro, conforme, cercano al círculo del poder y con dudas, a la espera de mantener el control del principal partido de esa tendencia.
Los comandantes de ambas corrientes saben que la disputa verdadera entre ambos vendrá en 2015, cuando las urnas definan cuál de las dos mantiene la vigencia y la principal presencia.
Antes de ello, solamente serán escarceos, fintas y descalificaciones entre uno y otro grupo, distanciados por las formas diferentes de ver la política de sus principales líderes.
Ni siquiera el rechazo natural de la izquierda a la reforma energética será capaz de unir a los dos grupos. Las diferencias son tan grandes que vale la pena observar lo sucedido el pasado domingo, cuando el líder de una de las vertientes de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, encabezó el mitin de rechazo a la reforma energética y el otro se encontraba en Los Pinos, atendiendo la invitación presidencial para conocer la iniciativa de reforma hacendaria.
Jesús Zambrano (presidente nacional del PRD) y Jesús Ortega Martínez (líder del grupo de “Los Chuchos”), son las cabezas de la izquierda catalogada como moderada y negociadora.
La concentración de López Obrador fue minimizada, ya que se consideró que los 44 mil asistentes no responden a lo esperado, cuando el tabasqueño tenía una gran convocatoria.
Sin embargo, el número no es nada despreciable, principalmente por los tiempos actuales en que los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación abarataron a los asistentes a ese tipo de protestas y las lluvias desalientan la asistencia.
Los 44 mil de AMLO, es cierto, no se pueden comparar a los frecuentes llenos del Zócalo, ni mucho menos al plantón de Reforma o las marchas sobre esa avenida.
El escenario del domingo fue la preparación de lo que viene y sirvió como termómetro para el tabasqueño que anunciará en pocos días más los métodos de rechazo a la reforma energética y a lo que formará parte de la estrategia que usará como plataforma electoral para competir en 2015, si es que logra el registro como partido político (lo que no se duda) para su Movimiento de Regeneración Nacional.
La frecuencia de “Los Chuchos” es otra, integrados al Pacto por México, su propósito principal se centra en mantener el control del partido y evitar la fractura del organismo político, ante el riesgo de que se queden con un simple cascarón.
Se les viene encima la elección de la nueva dirigencia nacional y, aparentemente, no traen con ellos las principales cartas entre los candidatos.
“Los Chuchos” han mantenido el control del partido a través de personajes como Guadalupe Acosta Naranjo, Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano, en los años recientes y todo hace suponer que su apuesta será por Carlos Navarrete Ruiz, otro de los miembros originales de dicho grupo.
“Los Chuchos” deberán jugar a la segura con la carta a la que apuesten o establecer acuerdos con otra de las principales corrientes perredistas, para subsistir, ya que dentro del partido existe mucha inconformidad en torno al rumbo por el que conducen el partido. Alguna vez en el pasado, la mancuerna López Obrador-Chuchos intentó trabajar de común acuerdo y aunque desde afuera se veía de esa forma, solamente era ilusión óptica.
El “Chucho” mayor, Jesús Ortega Martínez, fue designado coordinador de la primera campaña presidencial del tabasqueño, aunque su nombramiento fue un mero membrete, ya que las decisiones las tomaba directamente AMLO o alguno de los escasos personajes en los que confiaba.
Finalmente, el hilo entre unos y otros se reventó y hoy, “Los Chuchos” y AMLO marchan por rumbos diferentes, intentando que su vertiente sea la que recoja los frutos que la izquierda viene madurando desde hace mucho tiempo y que por una o varias razones no logra consolidarse en todo el país, conformándose con pequeños espacios de poder.
EXTRAVIADO
Alguien le debe dar lecciones gratuitas de la climatología del país y de protocolo al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello. El joven gobernante verde llegó al III Informe de Gobierno de Miguel Alonso Reyes, en Zacatecas, luciendo una hermosa guayabera blanca, en un clima como el de la capital zacatecana que es, regularmente, 20 o 25 grados menor al de Tuxtla Gutiérrez. Eso si, Velasco Coello lucía un elegante traje por la tarde en la reunión presidencial, para poder lucir en la foto principal de los diarios y en las tomas de televisión de dicho evento.
IVA FRONTERIZO
Los primeros reclamos contra la iniciativa de reforma hacendaria provienen de los senadores del PAN, los que rechazan el aumento del 16 por ciento al IVA para la zona fronteriza.
Y es que los panistas mantienen el control de los gobiernos estatales de una franja importante del norte y oeste del país.
Baja California es su entidad divisa desde 1989, Sonora (con franja fronteriza) es gobernada también por ellos y otras entidades como Chihuahua y Nuevo León, ya fueron gobernadas en el pasado no muy lejano por militantes de ese partido. Una de las primeras voces en protestar fue Ernesto Ruffo Appel, el primer gobernador surgido del PAN y hoy senador por Baja California. Ruffo Appel advirtió que con esta propuesta, les será más fácil a los habitantes de la franja fronteriza ir de compras a Estados Unidos.