El espionaje
¬ Juan Manuel Magaña martes 3, Sep 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
La cancillería informó que pidió a Estados Unidos una “investigación exhaustiva” acerca de los reportes sobre un supuesto espionaje a ciudadanos mexicanos y que determine las responsabilidades correspondientes. A través de un comunicado indicó que citó al embajador de Estados Unidos en México, Anthony Wayne, “para expresar su enérgico extrañamiento y exigir la realización de la investigación señalada”.
Además de que el acto de espiar es en sí grosero y ofensivo, para el caso entre países tiene una implicación muy seria que es la de constituir un peligro para la seguridad nacional del que es espiado. Ya Brasil lo ha considerado como “una grave violación a la soberanía”.
La petición mexicana ocurre después de que el canal de televisión brasileño Globo, de Brasil, publicó el día anterior reportes de un presunto espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y a Enrique Peña Nieto, en 2012, cuando era candidato presidencial y luego como presidente electo.
Los documentos en que se basa la versión fueron entregados por el ex técnico de la CIA, Edward Snowden, al periodista Glenn Greenwald, del diario británico “The Guardian”, que reside en Río de Janeiro.
Hay un documento que es una presentación interna de la NSA, al parecer en Power Point, que expone los métodos del espionaje estadunidense para infiltrar llamadas telefónicas, correos electrónicos e intercambios de mensajes de texto entre individuos prominentes considerados objetivos de observación ilegal y discriminar lo que consideran sustancial entre las decenas de miles de intercambios poco relevantes que son recopilados en el proceso.
El documento se llama “Filtración inteligente de datos: estudio de los casos de Brasil y México”, que está entre los múltiples expedientes que el ex analista de la NSA Edward Snowden ha filtrado a la prensa. Ahí puede verse cómo los espías estadunidenses han obtenido información confidencial clave mediante complicados mecanismos de intervención de comunicaciones de equipos enteros de trabajo.
Del documento puede concluirse sin temor a equivocación que el aparato de recolección de información de EU está dedicado a investigar de manera furtiva las actividades y comunicaciones de políticos prominentes y de sus equipos de colaboradores, cosa que siempre ha negado, toda vez que sólo se afirma que se trata de recoger información relevante para la seguridad nacional de allá en plena del terrorismo.
¿Para qué espiar a un socio como México? El documento reproduce dos mensajes de texto procedentes del entorno del ahora titular del Ejecutivo, uno de ellos, al parecer, emitido por el propio Peña Nieto. En TV Globo se dedujo que una posibilidad es obtener ventajas desleales para negociar con otros gobiernos en condiciones de superioridad diplomática, política y económica.
La Secretaría de Relaciones Exteriores no se refirió explícitamente al supuesto espionaje a Peña Nieto, pero aseguró haber tomado nota de “las versiones que diversos medios de comunicación internacionales han publicado en relación con un supuesto espionaje sobre ciudadanos mexicanos dentro de programas de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos”.
Por supuesto, indicó muy diplomáticamente que: “Sin prejuzgar sobre la veracidad de la información presentada en dichos medios de comunicación, el gobierno de México rechaza y condena categóricamente cualquier labor de espionaje sobre ciudadanos mexicanos en violación del Derecho Internacional”. Este tipo de prácticas, añadió, “es contrario a la Carta de las Naciones Unidas y a la jurisprudencia de la Corte Internacional de Justicia”.
La reacción del gobierno mexicano fue esta vez correcta e inmediata. No es la primera vez que el espionaje es evidenciado, por lo que debe hacerse saber que eso puede tener consecuencias.