Histeria y exasperación
¬ Juan Manuel Magaña lunes 26, Ago 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Ya se habían tardado. Pero más vale tarde que nunca y, sobretodo, en esta delicada semana que comienza.
Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del DF, ha tenido encima una brutal presión política y mediática de parte de los “pacíficos” que quieren que corra la sangre de granaderos y maestros disidentes.
Y nadie de sus correligionarios en el PRD era capaz de sacar el capote y ayudarle a torear tanta embestida.
Por un costado se le tiraban a matar llenos de histeria los “pacíficos”. Por el otro, se le paseaba a lo largo y ancho de la ciudad, una y otra vez, el México bronco de filosos cuernos.
Hasta que ayer al dirigente del PRD, Jesús Zambrano, se le ocurrió decir que el PAN, partido que rechaza dialogar con los maestros de la CNTE, “quiere que pongamos por delante el tolete y las armas, pero nosotros no vamos a repetir eso. No queremos heredarle al país un saldo trágico como el que tuvimos durante el sexenio de Felipe Calderón de más de 80 mil muertos”.
Mancera, dijo Zambrano con ganas de ser más categórico, no caerá en la tentación del uso de la violencia para frenar a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, ante la advertencia de más movilizaciones en los próximos días.
Y para darle espíritu de cuerpo a la defensa de Mancera, también entró al quite Silvano Aureoles, el coordinador de los diputados federales perredistas. Refrendó el respaldo de la bancada al jefe de gobierno, “por mantener abierta la vía del diálogo con la CNTE y evitar un derramamiento de sangre”.
Anticipó que los diputados perredistas harán hoy, en su reunión plenaria, un cierre de filas con Mancera y le enviarán un mensaje de acompañamiento para continuar por la vía del consenso y el acuerdo, así como evitar todo acto de represión que pueden encaminar al país hacia una posición de inestabilidad.
Vaya, ya era hora. La semana que inicia viene muy complicada. Los maestros siguen aquí y vienen más. Hay plantón en el Zócalo. Se mantendrán en diálogo con los legisladores del PRI y del PRD, fundamentalmente, pero han dejado claro que se seguirán movilizando.
Según Aureoles, “el PRD jamás avalará el uso de la violencia como herramienta para contener a quienes protestan cuando consideran afectados sus derechos, pero tampoco avalará actos que vulneren a la ciudadanía, por muy legítimo que sea el derecho a manifestarse”. Qué difícil, ¿no?
A Aureoles se le ocurre reafirmar que la única fórmula posible para salir del atolladero en los próximos días será “diálogo y más diálogo” para consensuar cualquier reforma en el Congreso de la Unión, en este caso la Ley del Servicio Profesional Docente núcleo de todo el problema.
Entre histéricos y exasperados te veas.