Protesta y negociación
¬ Juan Manuel Magaña jueves 22, Ago 2013Política Spot
Juan Manuel Magaña
Hacia el mediodía de ayer tirios y troyanos estaban asombrados.
La Mesa Directiva de la Cámara de Diputados había accedido a retirar del Orden del Día de la sesión extraordinaria convocada para ayer mismo el dictamen de reforma a la Ley del Servicio Profesional Docente, con la que se pretendía retirar a los profesores frente a clase cuando no aprobaran la evaluación.
¿Por qué se cedía o se accedía a ello?
¿Por qué ante un grupo disidente que se la había pasado los días anteriores desquiciando la ciudad, que se había visto envuelto en hechos de violencia y que había cercado el Palacio Legislativo para impedir que los diputados ingresaran a trabajar?
¿Por qué sacrificar “el núcleo” de la reforma educativa en curso?
Esas eran las preguntas que flotaban ayer en el ambiente. Muchos veían en ello una virtud negociadora que calmaba ánimos y esperaba a mejorar las condiciones para reimpulsar la reforma educativa. Otros, y entre ellos Claudio X González junior, se desgarraban las vestiduras y opinaban que los políticos habían cedido, claudicado o que se habían doblado.
Los maestros de la CNTE habían instalado desde las 4:00 horas un cerco con “vallas humanas” en la sede de la Cámara de Diputados para impedir el acceso de los legisladores que ayer acudirían al inicio del periodo extraordinario de sesiones.
Cientos de mentores de Oaxaca y Michoacán se concentraron en los diferentes accesos del inmueble en las calles de Emiliano Zapata, Congreso de la Unión y Eduardo Molina y advirtieron que permanecerían “por el tiempo que sea necesario” para evitar la posible aprobación en el pleno de los dictámenes de la leyes secundarias de la reforma educativa.
Ante ello, los coordinadores de todas bancadas, que encabezan la Junta de Coordinación Política, iniciaron una negociación con el magisterio disidente en un hotel del Viaducto Miguel Alemán, en busca de una alternativa que permitiera realizar el periodo extraordinario de sesiones.
Participaron los diputados Manlio Fabio Beltrones, del PRI; Luis Alberto Villarreal, del PAN, y Silvano Aureoles, del PRD. Al cabo de esa junta, se acordó remover la piedra en el camino.
Y se supieron más cosas, como lo que el líder perredista Jesús Zambrano reveló:
Que el martes por la noche, en el seno del Pacto por México se reunieron los presidentes del PRI, PAN y PRD con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en donde se acordó que no había las condiciones para sesionar en el periodo extraordinario el apartado de la Ley del Servicio Profesional Docente.
Por su parte, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, también hacía revelaciones. Que se esperaba la llegada de 25 mil maestros más, que se sumarían a los 12 mil que ya protestaban. Pero que la seguridad de la ciudad estaba garantizada y, lo más importante, que no se reprimiría a los docentes.
Al final los maestros disidentes rechazaron la oferta de los diputados, pues ellos pretenden suspender la discusión del paquete de leyes reglamentarias a la reforma educativa.
Los diputados optaron entonces por trasladarse al Senado para efectuar la Sesión de Congreso General.
De lo que queda constancia es que la protesta y la negociación están haciendo su papel, aunque es muy delgada la línea que se puede cruzar para que las cosas se descompongan.