Adelantados en Veracruz
Ramón Zurita Sahagún lunes 19, Ago 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Los cambios ocurridos en el gobierno veracruzano, sirvieron para mostrar que los priístas cuentan con una baraja amplia de prospectos para la sucesión del 2016.
Al llegar el gobierno de Javier Duarte de Ochoa a la mitad del camino, se hizo necesario empezar el muestreo de las cartas que habrán de placear para encontrar un candidato idóneo que pueda competir con los colores del partido tricolor, con posibilidades de triunfo.
Es cierto que los priístas cuentan ya con dos cartas sólidas, sumamente placeadas y que no son pocos los que los señalan dentro del dúo del que saldría el abanderado del PRI.
Coinciden en muchas cosas esos dos personajes, ya que se apellidan Yunes, son senadores y cuentan con amplia carrera dentro de los cargos de elección popular.
Saben que su principal adversario, en caso de que alguno de ellos alcance la nominación, será otro de apellido Yunes, aunque no está definido si será el padre (Miguel Ángel) o uno de los hijos (Miguel Ángel o Fernando).
Miguel Ángel padre y el senador Héctor Yunes Landa son primos hermanos y originarios de la misma población. Con el otro senador, José, no hay relación de parentesco. De los dos Yunes priístas, José se encuentra en mejor momento, aunque arrastra una dolorosa derrota ocurrida en 2006, cuando fue relegado al tercer lugar (atrás de los candidatos de izquierda y del panista) de la disputa por el Senado de la República.
Su mejor aval lo encuentra en el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso y presume también que cuenta con el respaldo del coordinador priísta en el Senado de la República, Emilio Gamboa Patrón.
En el caso de Yunes Landa, son muchos los que consideran que su oportunidad la tuvo en 2010 y que ahora será mucho más difícil, sobre todo porque su principal respaldo está perdiendo fuerza.
Héctor Yunes fracasó recientemente como delegado de su partido en Baja California, donde el PRI fue avasallado por Acción Nacional, perdiendo el gobierno estatal y los ayuntamientos de Mexicali y Playas de Rosario. Esos son los principales prospectos del PRI, a los que todo el mundo advierte como que de uno de ellos saldría el abanderado tricolor.
Sin embargo, con los movimientos realizados en el gabinete de Javier Duarte de Ochoa, se advierte la incorporación de otros prospectos, todos ellos más cercanos al proyecto de gobierno actual.
Tres de esos nombramientos comenzaron a sonar, desde el momento mismo en que asumieron sus nuevos encargos.
Se trata de los secretarios de Gobierno, Erick Lagos Hernández; Desarrollo Social, Alberto Silva, y Finanzas, Fernando Charleston.
El trío de nuevos funcionarios estatales reúnen cualidades similares, son jóvenes, traen experiencia y son cercanos al actual gobernador.
Lagos y Silva conocen de mucho tiempo al gobernador Duarte de Ochoa, con el que han trabajado en diversos proyectos, mientras que Charleston tiene a su favor encontrarse en la misma posición por la que pasó el hoy gobernador antes de ser nominado.
Javier Duarte salió de la Secretaría de Finanzas a una diputación federal, con Fernando Charleston sucede a la inversa, ya que primero fue diputado federal (se desempeñó como presidente de la Comisión de Desarrollo Social) y después secretario de Finanzas.
Charleston tiene a su favor, además de la juventud y sus nexos con el sector financiero, una buena relación con algunos sectores del PAN, ya que fungió como secretario particular y operador de Luis Pazos.
En el caso de Alberto Silva, se le considera un político talentoso, bueno para arrastrar el lápiz, que ya conoce la secretaría a la que llegó, ya que en el sexenio anterior fungió como subsecretario, pero con un gran defecto, pronto se le trepan los humos a la cabeza.
Su gestión como alcalde de Tuxpan fue satisfactoria y eso le permitió tener el barniz necesario para acceder al cargo actual.
Lagos Hernández, quien ya fue diputado local, realizó un buen papel como presidente estatal del PRI, sacando triunfos en los principales ayuntamientos del estado y manteniendo la mayoría en el Congreso local.
Con pronósticos en contra por el escándalo de los programas sociales, el PRI presidido por Lagos sacó en su favor las principales alcaldías del estado, aunque fue derrotado en dos (Boca del Río y Córdoba), que se consideraron como pérdidas menores, ante lo complicado que lucía el escenario político.
Esa quinteta se tiene perfilada desde ahora, aunque tendrán que mostrar que cuentan con los atributos necesarios para disputar la nominación partidista.
Un sexto nombre asoma, el de Salvador Manzur, quien resultó perjudicado por el escándalo gobiernista-partidista sobre los programas sociales.
Ex diputado federal y ex alcalde de Boca del Río, Salvador Manzur tendrá que remar contracorriente para recuperar la confianza ciudadana, ya que la del gobierno estatal la tiene. Manzur dejó la Secretaría de Finanzas al estallar el escándalo del presunto uso de los programas sociales con fines electorales.
Su reinserción en la actividad política, por la vía de la dirigencia estatal del PRI pudiera ser el primer paso para ello.
BOMBEROS
Finalmente, el gobierno del Distrito Federal hizo caso de las múltiples peticiones de los bomberos para contar con equipo adecuado.
Según se informó se destinaron 60 millones de pesos provenientes del ahorro y economía conseguido en otras dependencias, para la compra de equipo y uniformes y mantener la dignidad del Heroico Cuerpo de Bomberos.
Es terrible la forma en que son tratados los bomberos, a los que se les recorta presupuesto y se les margina de los beneficios que debieran tener estos trabajadores.