Tribunal en Malasia confirma muerte en la horca a tres mexicanos
Mundo miércoles 14, Ago 2013- Los tres hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino González Villarreal fueron condenados hace dos años por el delito de narcotráfico
Bangkok, Tailandia.- Los tres hermanos mexicanos (sinaloenses) González Villarreal, condenados hace dos años por delito de narcotráfico serán pasados por la horca esta semana.
El Tribunal de Apelaciones de Malasia confirmó hoy la sentencia a morir en la horca después de haberse rechazado la petición de perdón. Vamos a presentar cuanto antes una apelación ante el Tribunal Federal», manifestó el abogado de los hermanos mexicanos, Kitson Foong.
Los tres magistrados de la corte rechazaron la apelación de los hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino, a quienes sólo les queda apelar al Tribunal Federal y, por último, solicitar el perdón real para escapar a la pena capital.
Los mexicanos fueron detenidos el 4 de marzo de 2008 en una redada realizada por la policía malasia en la ciudad de Johor, junto a un ciudadano malasio y otro singapurés, que también están condenados a muerte.
El letrado no consiguió convencer al tribunal de que los hermanos sólo se encargaban de las tareas de limpieza y que fueron detenidos en la parte exterior de la nave donde los agentes encontraron 29 kilogramos de metanfetamina, una alijo valorado en 15 millones de dólares.
Sin embargo, el fiscal alegó que se encontraron restos de droga en las ropas y las manos de los acusados.
El abogado de los mexicanos González Villarreal también alega que un tercio de las metanfetaminas desaparecieron mientras eran custodiadas por la Policía, lo que debería suponer, en su opinión, la anulación del proceso judicial por una vulneración de los derechos fundamentales de sus clientes.
Aunque Sinaloa es conocida por acoger uno de los mayores cárteles de la droga, los hermanos mexicanos no tienen antecedentes penales y crecieron en una familia humilde de siete hermanos, de los que el menor murió en un robo.
Una forma de escapar a la pena capital es que la justicia malasia sustituya los cargos de narcotráfico por los de posesión de narcóticos, lo que les conmutaría la pena por una larga estancia en la cárcel y un castigo aplicado con azotes en las nalgas.