Reforma ¿cardenista?
Ramón Zurita Sahagún martes 13, Ago 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Las cartas están sobre la mesa, ya ninguno de los participantes esconde sus intenciones, ya que cuentan con propuestas abiertas, a las que solamente les falta discutir y encontrar puntos de coincidencia.
Solamente de esa manera se podrá alcanzar una reforma energética acorde con lo esperado por gobierno, políticos y ciudadanos.
Tres son las propuestas consideradas, la panista, la cardenista y la presidencial.
La izquierda que está representada en Morena no presentó propuesta, aunque será la más activa en cuanto a rechazar cada una de las expuestas por la dirigencia nacional del PAN, que encabeza Gustavo E. Madero Muñoz, la presentada por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y avalada por el PRD y la considerada como priísta, salida desde el Ejecutivo federal.
Los de la izquierda han formado dos grupos, los que están dispuestos a discutir la posibilidad de reforma energética, sin privatizar, como establecen ellos mismos y los que rechazan todo tipo de discusión sobre el tema (Andrés Manuel López Obrador los encabeza) y que anunciaron que lucharán solos, sin ir en acuerdos con el PRD.
En el caso del gobierno federal, por fin se despejó la incógnita y la Presidencia de la República dio a conocer la iniciativa de reforma energética. Según esto, de ninguna manera se pretende la privatización de la industria petrolera, aunque sí se permitirá la participación de particulares en esa área y en la de generación de energía eléctrica.
De acuerdo con el planteamiento realizado por el presidente Enrique Peña Nieto, se pretende retomar el espíritu de la reforma constitucional realizada en el gobierno de Lázaro Cárdenas.
Es decir, retomar palabra por palabra lo contenido en el artículo 27, el que fue modificado conforme pasaron los años.
Y es que de esa manera se regresa a lo estipulado por quien logró la expropiación petrolera y, además, se desarman algunos de los argumentos de los opositores a la reforma.
Según la iniciativa presentada por el Ejecutivo federal, la reforma del presidente Cárdenas del Río reconocía la necesidad de colaborar con las empresas privadas, para aprovechar de menor manera los recursos petroleros del país.
Establecía reglas claras para que el Estado se apoyara en quienes tienen las capacidades técnicas para aprovechar de mejor manera el petróleo. De acuerdo con ello, desde aquellos años, Lázaro Cárdenas concibió una forma para que el sector privado participara en la exploración y extracción del petróleo, sin que se privatizara la industria petrolera. En lo que se refiere al tema de la generación de electricidad, la reforma planteada por el Ejecutivo señala la participación de particulares en ese rubro.
De acuerdo con lo dicho por el presidente Peña Nieto, un tercio de la energía eléctrica es producida, en la actualidad, por la iniciativa privada, aunque con las restricciones actuales, sólo puede ser usada por las grandes empresas que tienen la capacidad de autogeneración.
Con la reforma propuesta, se pretende mejorar el control del sistema eléctrico nacional, así como el sistema público de distribución.
Se fortalecerá a la Comisión Federal de Electricidad, para dotarla de más flexibilidad operativa y organizacional.
Se reforzarán las facultades de la Comisión Reguladora de Energía y se favorecerá la adopción de fuentes de energía menos contaminantes y de bajo costo.
La mira establecida por la iniciativa presidencial es sumamente ambiciosa, ya que considera lograr tasas de restitución de reservas del petróleo y gas superiores al ciento por ciento, lo que significa que el incremento de la producción estaría acompañado del descubrimiento de igual volumen de reservas.
También se considera incrementar la producción de crudo de 2.5 millones de barriles diarios a 3 millones para el 2018, aunque para el 2025 se pretende que la producción suba a cuando menos 3.5 millones de barriles.
En lo que se refiere a la producción de gas natural, se busca pasar de 5 mil 700 millones de pies cúbicos que se generan diariamente a 8 mil millones para el año 2018, mientras que para el 2025 se considera que la cifra pudiera ascender a 10 mil 400 millones de pies cúbicos diarios.
CUAUHTÉMOC CÁRDENAS
Uno de los primeros en opinar sobre el tema de la propuesta presidencial fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien ya había presentado la suya en la misma materia.
El hijo del expropiador del petróleo consideró que no se tiene que reformar la Constitución para fortalecer a Pemex.
Lo que se requiere, dijo el ex dirigente nacional perredista y tres veces candidato presidencial de la izquierda, es reformar 12 leyes secundarias para darle autonomía de gestión y autonomía presupuestal.
Pero también el coordinador de los senadores del PAN, Jorge Luis Preciado, opinó al respecto y catalogó la propuesta del Ejecutivo federal con la presentada por su partido.
Es más alta la nuestra, consideró Preciado, al tiempo de precisar que primero se debe avalar la reforma política y luego la energética.
Con todo y ello, se debe debatir a fondo la energética, dijo el panista, quien señaló que su partido cuenta con el consenso de las dos terceras partes del Poder Legislativo que se requiere para una reforma constitucional, pero que éstas deben salir por consenso.
Por lo pronto, la propuesta presidencial fue enviada al Senado de la República, será turnada a tres comisiones, la de Energía, la de Puntos Constitucionales y la de Estudios Legislativos y anunció que serán escuchadas todas las voces necesarias e incluso puede citarse a funcionarios relacionados con el tema para que expliquen a fondo la misma.