Crean la Frankenburger, primera hamburguesa in vitro
* Especiales, Mundo lunes 5, Ago 2013- Su precio es impagable por ahora: 250 mil euros
La primera hamburguesa de laboratorio producida a partir de células madre de res fue cocinada y degustada en un acto celebrado en Londres.
La prensa la recibió con el nombre de «Frankenburger» y es una hamburguesa in vitro por ahora inalcanzable para la mayoría de la población mundial, puesto que su fabricación cuesta unos 250 mil euros (330 mil dólares).
Mark Post, cuyo equipo de la Universidad de Maastricht desarrolló la hamburguesa, dijo esperar que esta carne ayude a resolver la crisis alimentaria y a combatir el cambio climático, pero esa meta, en el mejor de los casos, es a largo plazo. “Necesitaremos probablemente unos 10-20 años para que llegue al supermercado», admitió Post.
La ceremonia de degustación fue para promocionar este invento cuyos creadores esperan que revolucione la industria alimentaria. Sus defensores consideran que con el tiempo se podrá garantizar la sostenibilidad de la producción cárnica.
Fueron dos los voluntarios que probaron por primera vez la carne hecha con células madre: la nutricionista austríaca Hanni Ruetzler y el periodista estadunidense Josh Schonwald. Fue un producto que se logró tras cinco años de investigaciones.
«Yo diría que se parece mucho a la carne normal», dijo la nutricionista. «No tiene grasa, es magra, pero se come como una hamburguesa convencional», opinó el periodista.
Ambos voluntarios desecharon el pan y las rebanadas de jitomate y se concentraron sólo en la carne.
Serguei Brin, cofundador de Google, presente en la ceremonia a través de video, afirmó que ha financiado dicho proyecto de 250 mil euros (330 mil dólares) por su preocupación por el bienestar de los animales. «Tratamos de crear la primera hamburguesa de carne cultivada. Me siento optimista de que podemos avanzar mucho».
A pesar de la preocupación sobre el sabor, los científicos dicen que puede afinarse. Según Stig Omholt, director de Biotecnología de la Universidad de Ciencias de la Vida de Noruega, «el sabor es el problema menos importante porque puede controlarse permitiendo que algunas de las células se desarrollen como células grasas».
La «Frankenburger», un trozo de carne de 142 gramos, fue cocinada por un chef profesional británico con aceite de girasol y mantequilla, y servido en un plato acompañado de pan, lechuga y rebanadas de jitomate.
Fue un acontecimiento global en el que los expertos afirman que hacen falta nuevas formas de producir carne para satisfacer los apetitos carnívoros sin acabar con los recursos. La Organización de Alimentos y Agricultura pronostica que para 2050 el consumo mundial de carne será el doble que ahora cuando más personas en los países en desarrollo puedan adquirirla. La cría de animales destinados a carne ocupa casi 70% de las tierras de cultivo.