PRD, el absurdo: a menos militantes, más tribus
Roberto Vizcaíno lunes 5, Ago 2013Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Achicado electoralmente, con menos base y posiciones de poder, el sol azteca es botín de “notables”
- Quienes definirán la nueva dirigencia son Los Chuchos y los Bejaranos-Padierna, los 2 grupos mayoritarios
- Beltrones dice: ¿No qué no? Y anuncia que el Pacto por México determinó otro extraordinario en agosto
Hundido en el fracaso electoral y como partido político, en medio del peor éxodo y huida de militantes en su corta vida institucional, ajeno a las verdaderas ideologías de la izquierda histórica de México y del mundo, el Partido de la Revolución Democrática, el PRD, entra ahora a una más de sus disputas internas por la dirigencia nacional.
Esta batalla, en que cada tres años se realinean y reacomodan los personajes y sus corrientes, mejor conocidas como “las tribus” –por su comportamiento salvaje en todos los sentidos–, no se da con base a la defensa de la ideología, ni de programas sociales.
No, la contienda por el control de la estructura formal del PRD representa un jugoso botín que cada año significa un manejo en mucho discrecional de unos 600 millones de pesos provenientes del IFE –es decir, de dineros públicos aportados por todos los mexicanos (este 2013 está cifrado en 634 millones 867 mil 508 pesos y 95 centavos–, así como el lanzamiento de candidaturas a todos los cargos de elección en estados y municipios y para la defensa de espacios en organismos como el Senado y la Cámara de Diputados o los congresos locales y unas 300 alcaldías.
Sólo en el Senado, la Cámara de Diputados y la Asamblea Legislativa las fracciones del PRD ingresan quizá unos 100 millones de pesos mensuales, de los cuales no se informa a los mexicanos sobre su destino.
Ni qué decir lo que manejan, lo que pasa por las manos de los gobernadores (hoy el PRD tiene mandatarios en Guerrero, Oaxaca, Morelos, Tabasco y el DF), los delegados capitalinos y el Jefe de gobierno del DF en presupuestos y proyectos, obras y programas. Miles y miles y miles de millones de pesos. Sólo en la capital del país esta cantidad es de vértigo.
Eso –y mucho más–, es lo que se pelean los notables de la “izquierda” concentrada en el PRD lanzando por enfrente a la guerra a sus respectivas tribus.
Es a esta pista de circo romano, donde no hay compasión ni concesión alguna para los enemigos, a donde ahora han saltado el ex priísta-ex salinista Marcelo Ebrard con su tribu denominada Movimiento Progresista y donde ayer surgió el colimense Carlos Sotelo, con una tribu más, la denominada Patria Digna (por siglas con sentido histórico no sufre).
Y han creado nuevas corrientes, o tribus como usted prefiera, a pesar de que la militancia del PRD ha disminuido notablemente a causa de sus constantes disputas y líos internos y especialmente por mucho se han ido del PRD a Morena, de Andrés Manuel López Obrador.
Estas corrientes comandadas por Marcelo y Sotelo, seguramente que están integradas además por los mismos disque dirigentes medios del PRD que así se fraccionan cada vez más pasando de una a otra tribu sin que eso signifique que se sumen nombres nuevos.
Sotelo inició ayer en San Cristóbal-Las Casas, Chiapas, amparado por esta corriente, su campaña por la presidencia nacional del PRD. Ebrard, político de élites, surgido de El Colegio de México, lo hizo hace algunas semanas en un hotel de la ciudad de México.
A ambos actos, el de Sotelo y el de Ebrard, acudió Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD y uno de los líderes de la corriente Nueva Izquierda, coloquial y políticamente conocida como “Los Chuchos” por aquello de que el otro gran dirigente de esa agrupación es Jesús Ortega.
Ambos, Zambrano y Ortega, comandan a la corriente que representa a su vez la mayor fuerza interna de la estructura territorial de poder en el PRD, en todos los estados y municipios y dentro de Consejo Nacional.
No son dueños de todo el PRD, pero casi.
Así que si alguno de los asistentes vio que Zambrano sonrió ante algún comentario de Sotelo o de Ebrard, a lo mejor no fue por lo que ellos dijeron, sino por lo que él pensó de ellos.
Y es que la próxima presidencia del PRD no dependerá del carisma de sus aspirantes, sino del predominio de sus estructuras mayoritarias.
De ahí que hoy, sin saberse aún quién será el siguiente candidato que lanzarán Los Chuchos –por ahí se habla con insistencia de Carlos Navarrete–, Nueva Izquierda lleva ventaja en esa batalla.
Y para entenderlo hay que recordar qué tribus son las que actúan dentro del PRD y quiénes sus dirigentes.
Esta, como lo decimos: Nueva Izquierda, o “Los Chuchos”: bajo el liderazgo de Jesús Ortega, y donde se encuentran Jesús Zambrano, Carlos Navarrete…
Le sigue en importancia: Izquierda Democrática Nacional, que fundaron y dirigen René Bejarano y su sombra, Dolores Padierna, Alejandro Sánchez y Ricardo Ruiz.
Por ahí andan ya muy abajo Alternativa Democrática Nacional, que dirige Héctor Bautista y otra denominada Izquierda Unida y Foro Nuevo Sol, donde se encuentran la ex gobernadora Amalia García y Víctor Romo.
En ese conglomerado estaba Izquierda Social de Martí y Lenia Batres que ahora están en Morena pero que no se sabe si se disolvió o si actúan en los dos partidos.
Están luego los Cívicos, o Movimiento Cívico que comanda Humberto Azueta, al que le sigue Unyr-Unidad y Renovación de Roberto Rico y Redir o Red de Izquierda Revolucionaria de Pablo Franco.
Por ese rumbo andaba Movimiento entre Ciudadanos que dirigía Marcelo Ebrard y Movimiento de Bases Insurgentes, el Movi, a cuyo lado andaba “El Movimiento” de Javier González Garza y Pablo Gómez.
La realidad indica que después de “Los Chuchos” y de los bejaranos, todos los demás son morralla, una chiquillada política que arma escándalos y cobra caro, como si fueran lo que dicen que sueñan ser y no son, y que sólo que actúan en algunas delegaciones, vecindades, mercados o regiones marginales del país.
Ahora, las siguientes elecciones internas que en 2011 fueron en octubre y que se supone debieran ser este año en ese mes, casi seguro que terminarán como siempre concluye el recambio de dirigentes nacionales: en el Trife y llenas de enfrentamientos, golpes, cochupos, ilegalidades, y la exhibición de compra y manipulación de votos a través del reparto de despensas y otros utilitarios.
Porque los perredistas a través de su corta historia de apenas 23 años, se han significado por no cumplir hacia dentro en democracia, honestidad y limpieza lo que reclaman tan vehementemente hacia afuera.
VA OTRO EXTRAORDINARIO
Jubiloso, el sonorense Manlio Fabio Belrones anunció ayer que el Pacto por México acordó que el Congreso realice un periodo extraordinario del 21 al 23 de agosto para resolver los pendientes legislativos que son muchos y muy importantes.
Además de que el acuerdo ratifica que el Pacto por México está vivo y actuante, dijo el coordinador de los diputados federales el PRI, lanza una señal muy positiva para el debate sobre las reformas energética y hacendaria, que se tramitarán a partir de septiembre una vez inicie el periodo ordinario de sesiones.
“Por nuestra parte, esperamos llevar al pleno de la Cámara de Diputados la reforma financiera, la minuta de la reforma del IFAI, las leyes correspondientes a la reforma constitucional en materia de cartas ciudadanas –la consulta e iniciativa popular y las candidaturas independientes– y aprovechar la nueva oportunidad que tendremos para atender la resolución del TEPJF y designar al consejero electoral que sigue faltando en el Consejo General del IFE, entre otras iniciativas que pudieran estar dictaminadas o provenir del Senado en las materias que ellos revisarán”, enumeró al señalar que todavía queda abierta la posibilidad de un tercer periodo extraordinario a fines de agosto, para abordar el tema electoral que habrá de acordarse en el seno del Pacto por México.
Eso ya lo había señalado Beltrones. Ahora el Pacto lo ratifica. De ahí su poderosa influencia como político de Estado.